Puchi.

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Los personajes mencionados en esta historia no me pertenecen, son de la maravillosa Rumiko Takahashi.

-Diálogos-

Pensamientos

Hoy me inspiro Ecos de amor de Jesse y Joy Que más que nada es por Ryoga, lo siento triste jeje.

Anteriormente...

Se tomaron de la mano y comenzaron a caminar, faltaban pocas cuadras para llegar a la casa, parecería que nunca se hubiesen llevado mal, jugaban en el camino, reían y se coqueteaban, pero cuando llegaron se toparon con el chico de la pañoleta, estaba parado enfrente de la casa, mirando hacia ella, con una caja. ¿Arruinaría sin querer la felicidad de estos esposos?

Continuación...

"Están desgastadas todas las palabras, lo que queda entre tú y yo no le alcanza al corazón, desde mi pecho suena tu recuerdo todo lo que fue de los dos son ecos de amor".

Akane parecía feliz de ver a su amigo, pero Ranma no estaba del todo contento, él siempre fue claro al decir que amaba a Akane y que yo no merecía su amor. Ahora la presencia del que alguna vez considero su amigo, le molestaba, lo ponía en un estado de celos que solo sintió una vez con shinnosuke, todo gracias a que la peli azul soltó su mano e hizo ademanes para que el despistado no se fuera y la viera, el colmo para él fue ver la sonrisa de Akane hacia él.

-¡Ryoga!, qué alegría verte.-

-Bueno, etto....-

¿Ignorado? pero este idiota a que viene .Ranma estaba atrás de la peli azul, con una cara de pocos amigos.-Ryoga... a que vienes.-

-Ranma, bueno, yo...-

-¿Vienes a retarme cerdo?- moría de ganas de darle una buena golpiza.

-Oye Ranma, no le digas así, y no viene a verte a ti, viene a platicar conmigo ¿Verdad?-

-Pues sí, vengo a platicar con Akane, espero no te moleste.-

-Claro que no le molesta Ryoga, Ven, vamos a Dojo.-

-Eres tan ingenua Akane.- apretaba sus puños.

-Luego peleamos Ranma.- el chico de la pañoleta sonreía sarcásticamente al ver a su amigo muy celoso.

-Idiota, cerdo de...-

-Hijo ¿qué haces?.- aparecía su madre en el momento menos indicado, Ranma estaba intento ir a Dojo a hurtadillas.

-Bueno, es que... Akane está ahí...-

-Sí, y platicando con un amigo, no creo que debas interrumpir.-

-Pero, porque, tu misma has dicho que ahora es mi esposa y yo no apruebo eso.-

-Nunca pensé que fueras tan celoso, pero no tienes por qué preocuparte, Akane no es ese tipo de mujer, debes confiar más en ella.- sonriendo amablemente.

-Pero mama, en ella yo puedo confiar, pero en Ryoga.-

-Jaja, ven hijo, acompáñame a ir a comprar unas cosas.-

-¿Qué?, haces eso para alejarme, pero dime que quieres y puedo ir yo solo y regreso rápido.-

-No sé, si confiarte mis cosas, así que mejor vamos juntos.- agarrando a su hijo por la oreja, quien la verdad parecía bastante molesto.

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Ukyo decidió tragarse su orgullo y pedir ayuda de la persona menos pensada, entro al restaurante, encontró a la abuela haciendo la comida, Mousse estaba atendiendo mesas.

Desde antes de nacer...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora