Desde antes de nacer...

Redención...

"Te voy a amar y hacerte sentir que cada día yo te vuelvo a elegir, porque me das tu amor sin medir, quiero vivir la vida entera junto a ti"

Los besos subían de intensidad, pero de pronto un raro olor comenzó a inundar el departamento, Akane se levantó de golpe, dejándolo con las ganas de seguir besándola.

-La comida –corrió a gran velocidad hacia la cocina –Esto es tu culpa –grito desde el interior de la cocina mientras apartaba del fuego lo que había preparado.

Ranma se levantó lentamente –Yo no hice nada –reclamo mientras caminaba hacia el lugar del accidente.

-Todo estaba bien y tu hiciste que se quemara –lo miro con mucha molestia, y poniéndole de frente la comida.

-Pero yo que culpa tengo de que seas tan boba y dejaras todo encendido –dijo mientras veía con profundo temor la comida de su esposa.

-Tú me besaste y –de pronto un color carmín apareció en sus mejillas –esto es tu culpa y ahora te lo comerás así –expresó con mucho enojo, conteniendo las ganas de golpearlo.

-¿yo? Pero tu correspondiste a ese beso –hizo de lado el sartén y comenzó a acercase a ella provocativamente –si prometes que habrá una recompensa, me puedo comer eso y todo lo que prepares –tomo sus caderas y las atrajo hacia el con mucha fuerza.

-¿recompensa? A que te refieres con eso –Akane se encontraba sorprendida por la actitud de Ranma –aparte yo aún no olvido que besaste a... –callo al notar más cerca la cara de su esposo.

-Pensé que te había dejado muy claro en la carta, que solo tu –de pronto Akane por nervios le metió un pedazo de zanahoria a la boca –eso sabe a –trato de no hacer gestos, pero sabía mucho a quemado.

-¿Delicioso? –Agrego Akane con una sonrisa triunfal –lo prepare especialmente para ti –explico la peli azul –así que te lo comerás todo –tomo un tazón y le sirvió una gran cantidad de guisado –yo comeré una sopa instantánea –dijo muy siniestra.

-Espantoso –dijo entre risas –me alegra saber que no le has dado de comer a Puchi, estaría muerto el pobre –comenzaba a caminar fuera de la cocina con el gran tazón en manos, pero la peli azul no se aguantó más y lo golpeo –Oye Akane, vengo en son de paz.

-Pues si eso fuera cierto no dirías tantas tonterías –agrego muy enojada y con un mazo en la mano.

-Está bien prometo comportarme bien –dijo mientras se sobaba la cabeza nuevamente y tomo asiento en la pequeña mesa –Tengo bastante hambre así que a comer –pronuncio con una gran son risa y comenzó a comer como siempre.

-sí y por lo mientras hablemos de todo lo que ha pasado –dijo muy tranquila mientras comía su sopa – ¿Por qué la besaste? –lo miro muy detenidamente.

Ranma pareció atragantarse por la pregunta pero era el momento de hablar con la verdad –Recuerdas que te estaba esperando, entonces ella apareció y le explique que no sentía nada por ella –metió un gran bocado de comida a su boca.

-Si no sientes nada por ella, entonces ¿Por qué? –interrumpió la explicación.

-Déjame terminar, quieres que me coma todo y que explique –respiro profundamente y siguió –Entonces ella me dijo que dejaría de insistirme si la besaba y le confirmara que no siento nada por ella.

-y tú de obediente besándola –replico Akane muy molesta -¿No conocías otra manera?

-Era la salida más fácil –explico con mucha vergüenza –pero ahora comprendo que fue una estupidez.

-Una estupidez enorme, si no la hubieses besado desde antes ya estaríamos juntos –comento Akane con un poco de timidez al darse cuenta de lo que dijo a lo último.