Capιтυlo 3: El вar.

1.9K 61 7
                                    

Me нaвía gυѕтado plaтιcar con aqυel cнιco, мe llaмo мυcнo la aтencιón, deѕpυéѕ de qυe ѕe ғυera penѕé en vernιr a eѕтe вar, en el qυe aнora мe encυenтro. No eѕ тípιco de υna cнιca andar por υn вar a eѕтaѕ нoraѕ y мenoѕ ѕola, pero yo era aѕí.

-Caмarero por ғavor υna caña.- El cнιco qυe нaвía deтráѕ de la вarra мe мιro de arrιвa a aвajo pero no нιzo coмenтarιo algυno.

Cυando ya мe ѕιrvιó la caña anѕιoѕa вeвí υn тrago y мe dιrιjι a jυgar al вιllar, todos a mis pasos se me quedaban mirando y eso se debía porque yo era la única chica del bar, por lo visto nunca a venido alguna. Me hacerque al la mesa y me quede sorprendida al ver al chico del parque. Él me miro extraño y dio unos pasos hasta acercarse donde yo me encontraba. Me acarició la mejilla, le aparte la mano enseguida, no estaba acostumbrada a que alguien sin conocerlo me tocase como quisiera.

- Pequeña, ¿comó tú por aquí?- pregunto incrédulo.

-¿Acaso una mujer no puede estar por aquí?- Le respondí con chuleria, parecía agradarle el juego.

- Hombre, no estamos acostumbrados a estar con una mujer, es cierto, eres la primera que pasa por aquí.- me echó una mirada juguetona y a su paso una sonrisa amplia.

Me acerque a él y le puse la mano en el pecho, acaricie su cara y le dije en el oído.

- Y tú no eres el primer cretino en este bar.- Y lo deje ahí quieto en el mismo sitio.

Me dirigí otra vez a la barra a por mi caña y asentarme, escuche unos pasos y eche la vista hacia atrás pero cuando me quise dar cuenta lo tenia delante mío con una sonrisa.

-Tú has ganado el juego,pequeña.

Lo mire juguetonamente, me levante y me fui sin rumbo queriendo ver un sitio tranquilo, él me seguía a mi paso y se notaba a kilómetros que le había interesado pero no podía quitarme de la cabeza a Andrés, pero tenia que olvidarlo de alguna forma.

- Te aseguro que no como.-Le dije cogiéndolo del pecho y poco a poco acercándolo hacia mí.
Le rodee con mis brazos en el cuello.- Seguro que querrías esto en este mismo instante pero ahora me tengo que ir.

- ¿Por qué haces eso pequeña?- me cogió del brazo para detenerme y me hizo mirarle.

- No quiero ser el juguete de nadie.- Le aparte su mano de mi brazo.

Cuando ya podía estar tranquila fuera de ese bar, llame a Andrés pero no contestaba y me preocupaba. Ande hasta casa sin compañía, a medio camino una moto paró en seco delante mío y un poco mas me da un infarto al corazón. Acto seguido ese o esa se quita el casco y pudo saber de quien se trata, otra vez el chico del parque, como lo conocía porque no sabia casi nada de él.

- Pequeña ¿te llevo?- invita ofreciéndome un casco.

- ¿Acaso tendría que ir contigo? Te recuerdo que tengo dos piernas y soy una humana, se andar.- Me río de él.

- Muy graciosa, pero si no quieres que te pillen un par de borrachos por aquí y te secuestren, te vas sola.- me sonríe.

Hago una mueca de disgusto, y me tocó la barbilla. Cojo el casco que sostiene entre sus manos y me subo en el bicharraco que tiene como una moto. Me agarro a la parte de atrás de esta, empieza a ir despacio pero en un segundo acelera todo lo posible, siento como la adrelania por todo mi cuerpo sin dejar un rasguño de el. El viento golpea mi rostro continuamente haciendo que me agrede pero cuando empieza lo mejor se detiene y miro donde nos paramos y era mi casa ¿pero cómo demonios sabia donde vivía?

-Bueno pues hasta que nos veamos.- me coge del brazo haciendo que me hacer que a él y me deposita un beso en mi mejilla. Se acomoda en "su bicho" me guiña un ojo, hace rugir la moto y se va, dejándome con toda la entrega del mundo hacia él.
Abrí la puerta principal sin esperarme nada nuevo, el contestador sonó a mi paso.

¡Eres Mio Imbecil!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora