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Amaneció. Se levantó de la cama y se colocó el uniforme, después bajo a desayunar sin dirigirle la palabra a Thot.
Daniel y Cleopatra emergieron de la nada.
-Escuchen- dijo el jefe - Los novatos ya están listos, ellos esperan en la esquina Norte, permanecerán ahí desde la hora de entrada hasta la de salida, si necesitan algo, diganselo a ellos y ellos me lo dirán.
Ambos afirmaron con la cabeza.
-Deben irse, si esto sale bien, hoy tendrán una recompensa - agregó Cleopatra.
Los chicos salieron de la mansión y subieron a la camioneta ahora conducido por la chica que estaba aquel día en la oficina, uno de los chicos que estaba con ella, ahora era su copiloto y el otro chico estaba sentado junto a Baset y Thot. El viaje fue eterno, nadie dijo palabra alguna.
Bajaron de la camioneta y se dirigieron al colegio. Baset aun no tenía un plan y el tiempo se agotaba.
Faltaban sólo 10 minutos para la hora del almuerzo, Baset no tenía más tiempo, debía actuar de una vez por todas.
-Thot- pronunció mientras lo tomaba de la mano y se ponía frente a frente con él - Escucha, sobre lo de anoche, no fue mi intención decir todo eso, estaba muy molesta es todo.
-Descuida, yo fui el primero en decir estupideces - dijo con la cabeza baja.
-Entonces, creo que estamos a mano.
-Si, eso creo - suspiro y levanto los hombros.
Caminaron en dirección a la cafetería donde Baset seguro se encontraría con Elliot. Antes de llegar, Baset tomó a Thot y lo ínsito a entrar a la bodega, era un lugar lleno de polvo e irónicamente de cosas para limpiar, nadie entraba ahí, nadie excepto las personas que aseaban el colegio, pero lo hacian desde muy temprano.
Baset se lanzó a Thot y comenzó a besarlo con brusquedad. El la tomó de la cintura y cada vez la atraia más hacia su cuerpo.
-Lo siento, perdoname- dijo Baset en medio del intenso beso.
-Olvidemos todo - respondió el chico.
-Creo que esto no lo olvidarás - dijo Baset y Thot sonrió pero jamás imaginó que Baset golpearía su nuca tan fuerte que lo dejaría inconsciente.
Con lágrimas en los ojos la chica le sujeto las manos y los pies con un pedazo de soga que encontró, además cubrió su boca con un cuadro de tela y salió de ahí lo disimulada posible. Con Thot fuera del camino las cosas serían más sencillas.
Camino nerviosa hasta la cafetería y diviso a Elliot en la fila para ordenar café.
-Hola- dijo el chico con una gran sonrisa.
-No hay tiempo de explicaciones, debes venir conmigo - dijo Baset casi en una orden.
Elliot salió de la fila, había notado una pizca de terror en el rostro de la chica y rápidamente ingirió que algo estaba mal.
-¿,Que pasa?- cuestionó en tono serio y con la mirada frágil.
-Tienes que venir conmigo, debemos salir de aquí, por favor confía en mí - suplico Baset casi con el llanto en el rostro.
-Rebeca tienes que explicarme lo que está pasando - dijo Elliot caminando junto a Baset que enseguida se puso en marcha a la puerta principal.
Sin decir nada, salieron de la escuela y se dirigieron en dirección contraria de donde estarían los tres novatos.
-Rebeca-pronunció Elliot.
Baset se concentraba en buscar algún medio seguro para huir, tomar un taxi era muy arriesgado. Lo único que encontró fue una motocicleta estacionada en la tienda de autoservicio que estaba junto al escuela.
-Escucha, tomaremos esa motocicleta y saldremos de aquí, llegaremos a un lugar que sirva de refugio y te explicare todo- comento Baset con seguridad en la voz pero pánico en el rostro.
Elliot estaba tan confundido que no alcanzó a pronunciar una sola palabra cuando la chica ya caminaba hacia la motocicleta con un fino cuchillo que extrajo de su mochila.
Introdujo el artefacto en donde debía ir la llave y se montó en el vehículo logrando encenderlo. Enseguida el dueño salió corriendo de la tienda, enfurecido y lanzando maldiciones.
-Sube ya- ordenó Baset.
Elliot ahora había entrado en pánico, subió a la motocicleta sólo por una razón, no quería hacer el dilema más grande, debía subir o el dueño no dudaría en hacerlo pedazos, ya era obvio que se conocían y eran cómplices en todo eso.
Una vez que Elliot estaba arriba, Baset arranco a toda velocidad. Su cabello negro fue lo último que el enfurecido hombre alcanzó a distinguir.
-Rebeca, estas consciente que en unos minutos tendremos una fila de patrullas tras nosotros ¡ robamos una motocicleta!- grito Elliot para hacerse escuchar sobre el viento causado por la velocidad.
-En unos minutos ya no estaremos aquí - dijo Baset. - Sujetate bien.
Elliot no lo pensó dos veces y abrazo la cintura de la chica con más fuerza, no quería caer eso era un hecho. Pasaron varias curvas pero el verdadero problema era el acantilado sobre el que estaba construido el camino. No había muchos vehículos en ese camino, nadie quería enfrentarse a una posible muerte segura, sin embargo algunos comerciantes debían pasar por ese camino, era la única forma de llegar al muelle.
Baset freno de golpe y Elliot casi cae. Enseguida ambos bajaron de la motocicleta.
-¿Estas loca? Exigo una explicación, quiero volver al colegio y no verte jamás en mi vida- Elliot estaba bastante alterado, confundido y enojado. Baset había consumido ya toda su paciencia.
-Calmate- ordenó Baset en tono autoritario.
-¿Que me calme? Estas muy equivocada, acabamos de robar una motocicleta y me trajiste a la nada, ¿que vas a hacer? ¿asesinarme?- el sarcasmo era evidente.
-Acabo de librarte de algo peor.
-¿De que hablas? - Elliot tenía las manos en la cabeza y contenía las ganas de gritar como una niñita - Explicate ahora.
Pasaron dos camiones de carga que opacaron la voz de Baset así que comenzó de nuevo.
-Trabajo para Daniel, es un completo idiota, hay casi ochenta chicos en la mansión, ahí es donde vivimos, todos llenamos por diferentes circunstancias y la misión que Daniel me encomendó a mi y a Thot...
-¿Thot?- arqueo las cejas.
-Si Thot, el otro imbécil que tambien debía llevarte a la mansión.
-¿Que?, ¿quieres secuestrarme?
-Precisamente por eso estamos huyendo, en cuento Daniel se entere que no seguí el plan, tratará de matrme y a ti te llevará a la mansión así que es mejor que nos alejemos lo más posible de la ciudad.
Elliot trataba de procesar todo, era demasiado extraño y confuso, aún no podía creer lo que estaba pasando.
-¿Como se que no estás mintiendo?- Elliot estaba a dos segundos de explotar.
-No me llamo Rebeca - dijo con la cabeza baja- Me llamo Melody, hace años llegué a la mansión de la misma forma que tu lo harías. Perdí todo, mi vida, mi familia, mis amigos todo, no estaba dispuesta a arruinarle todo eso a alguien más. Daniel ni siquiera me dejó conservar mi nombre, me apodo Baset, y nadie podía mencionar mi verdadero nombre, eso lo hace con los que el llam Los Mejores, ya te lo explicaré.
-¿Baset? ¿Como la diosa egipcia?
-Si.
-Y supongo que Thot es otro de esos estúpidos apodos.
-Asi es.
-Ahora entiendo el significado del brazalete, no es una baratija como dijiste, es como una etiqueta.- todo comenzaba a tomar sentido para Elliot, estaba casi seguro que Baset, Melody o Rebeca, quien quiera que fuese esa chica, no mentía.
-Debemos irnos.
-¿A donde?
-Al muelle, con un poco de suerte quizá podamos subir a un barco.
-Espera, que hacemos con la motocicleta, ¿no tiene combustible?
-Solo un poco, pero estamos cerca y hay que llamar la atención lo menos posible, ayudame con ella. Baset extrajo el cuchillo y lo guardo nuevamente en la mochila.
Juntos arrojaron el vehículo por el barranco, poco a poco se destruyó hasta quedar irreconocible.
-Y entonces, ¿como debo llamarte?- cuestionó Elliot.
-Melody, ese es mi único nombre.
Enfilaron hacia la costa donde apenas se divisaban algunos barcos.
-Bien, "Melody" confiaré en ti, pero creo que tendré que conocerte de nuevo, tengamos un trato.
-De acuerdo.
-Si pregunto algo, quiero una respuesta, no me ocultaras nada de ahora en adelante, si cumples con eso no iré con la policía en cuanto pueda y haré lo que tu digas.
-Creeme que ir con la policía sería una suicidio, de esa forma Daniel averiguaría donde estamos y sería nuestro fin.
-Estoy hablando de la policía.
-Y yo de un ejército de adolescentes perfectamente entrenados.
Llegaron hasta la costa, la arena estaba caliente y el olor a agua salada combinaba perfectamente con el cálido viento.
-¿Ahora que sigue?
-Subiremos a un barco y saldremos de la maldita ciudad antes de que Daniel nos encuentre.
-Bien, pero, ¿cual es el plan?.

BasetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora