Los días y semanas pasaron, y sin apenas enterarme por el trabajo y demás pasaron otros tres meses y medio.
Eran finales de Mayo y ya faltaban dos semanas para estar de nueve meses, Anthony nacería para principios o mediados de Junio, según dijo mi ginecóloga.
Hoy hacía un día cálido y paseaba por la Piazza Navona dirección a Via dei Coronari lugar dónde en esta época hacían la Mostra dell'Antiquariato o fiesta de antigüedades, aproveché esta fiesta para comprar cosas para la habitación del bebé, aún me parecía raro que dentro de poco tendría un pequeño entre mis brazos, por el cual debería de preocuparme en darle la mayor atención y cariño del mundo en los próximos años.
Seguía sin saber nada de mi familia y no me atrevía a llamarlos por si Tayler me localizaba, Michelle me estaba ayudando mucho con el embarazo y nuestra amistad era muy fuerte. No tenía coche conque volví andando a casa pasando antes por el centro comercial, ya que el olor a Kebab de uno de sus restaurantes, me abrió el apetito.
Cuando llegué a casa me tumbé un rato a descansar en el sofá y sin apenas darme cuenta me dormí.
Estaba en una cama enorme con cortinas de seda iguales que las que salen en las películas de la realeza en la Edad Media, había un chico sentado en la cabecera de la cama con su espalda desnuda sobre ella, sus brazos los tenía cruzados y parecía que estaba completamente desnudo, miraba en mi dirección mientras yo me acercaba a su posición con paso firme y corto, miré su perfecto dorso, su mentón y me detuve en sus labios que me llamaban a gritos, me relamí por la anticipación y sin mirarlo a los ojos lo besé, sus manos pronto estuvieron rodeando mis caderas para profundizar más el beso, como acto reflejo me puse a horcajadas sobre él notando en ese instante su erguido miembro contra mi sexo, lo que me hizo gemir sobre su boca, poco a poco subió sus manos a mis muslos subiendo a su paso mi pequeño camisón.
Sus labios bajaron a mi cuello, el cual mordió y lamió a su antojo, sus manos se movieron hasta mi desnuda intimidad, con dos de sus dedos abrió mis labios, mientras la otra mano acariciaba mi clítoris se movió un poco y cuando creyó oportuno me embistió de forma brusca, ante ese acto gemí y aún con sus dedos abriendo mis labios me penetró de forma cada vez más rápida, nuestros gemidos, cada vez eran más altos, al igual que los gritos.
-Más-gritaba yo subiendo y bajando por su longitud, la cual resbalaba por mis jugos-
-Claire, me vuelves loco-decía el enmascarado-
-Más fuerte por favor, quiero sentirte más profundo-dije aún más rápido, ya que estaba a punto llegar al culmen-
-No te corras aún-me pidió-
-No puedo-dije con lágrimas en los ojos por el inmenso placer-
-Sé que puedes cariño, hazlo-dijo saliendo de mí-
Las lágrimas salían de forma atropellada de mis ojos, por la separación, mi sexo estaba hinchado y quería explotar. El enmascarado se puso de rodillas, se puso a mis espaldas y me penetró desde atrás haciéndome gritar de placer, sus embestidas cada vez eran más rápidas y profundas y me estaban llevando camino al infierno por el calor que sentía en mi bajo vientre.
-Mmmmm, me voy a correr, vente conmigo por favor...-jadeé con otra rápida y profunda estocada-
-Te dije que disfrutarías conmigo Claire.
-Déjate de tonterías Sullivan y termina de follarme-grité, cuando Brian dio su última estocada en mi interior, haciéndome tener el mayor orgasmo de mi vida-
Antes de terminar mi orgasmo, volvió a penetrarme a la vez que metía uno de sus dedos en mi ano, provocando que mi orgasmo se alargase más aún.
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Vidas Secretas
RomanceClarie es una abogada muy importante de Miami, está tan inmersa en su trabajo, que a sus 23 años sigue siendo virgen.¿qué pasará cuando conozca al hermano de su compañero y mejor amigo en sus vacaciones? Aviso:Contiene escenas de sexo no aptas para...