"Odia a mi familia"
Se sentía adolorido, cansado... no era tanto un dolor físico, era más bien una especie de cansancio mental. Poco a poco la fuerza comenzó a volverle a cada parte de su cuerpo, se sentía raro, como si se hubiera sobre-esforzado entrenando hasta quedarse exánime y ahora la energía le volviera a cada milímetro de su cuerpo de una manera lenta y sublime, pero a la vez sentía que otra fuerza lo jalaba para llevarlo con él y sumirlo en la inconsciencia, en una dulce y tentadora inconsciencia a la que era difícil resistirse.
"La muerte es fácil, apacible, la vida es más difícil"
Dicen que de las personas que se debaten entre la vida y la muerte, nueve de cada diez prefieren con total libertad dejar de luchar y sumirse en aquella inconsciencia... pero Son Goten no pertenece a esa mayoría, Goten siempre tuvo claro que él no era como el resto de las personas, su misma esencia lo hacía diferente, dentro de su propia naturaleza guerrera el deseo de luchar era algo innato y como plus tenía que en el poco tiempo que pasó con su padre, éste le enseñó a nunca rendirse ni dejar de luchar por más difícil que luciese el campo de batalla.
Y aun cuando la muerte se aferró en llevarse a un inconsciente Goten, hubo algo dentro de él que quería con todas sus fuerzas seguir viviendo, era una opresión en su pecho, un aviso de que aun no era tiempo porque había alguien esperándolo. Sí, había una pequeña princesa esperándolo, una princesa a la que Goten había esperado toda su vida, la espero desde antes que ella naciera, e incluso cuando Bra vino al mundo Goten esperó inconscientemente (y también de manera consciente) a que ella creciera para poder verla como suya, como su complemento, como su compañera, ella, la mujer de su vida: Bra Brief.
―No me dejes... ―y en medio de su inconsciencia, Goten pudo sentir como lo llamaban "no me dejes, no me dejes" repetían una y otra vez. Y eso fue lo que impulsó a Son a luchar, a librar una batalla más, esta vez por su vida, por las mujeres que amaba.
Y así, decidido a vivir, Goten sacó fuerza de sí mismo, y se alejó a rastras de aquella calma que tanto lo llamaba... lentamente comenzó a abrir sus ojos, su visión borrosa pronto comenzó a aclararse, al principio no supo donde se encontraba, por lo que buscó con la mirada hasta que se encontró con unos enormes y llorosos ojos azules que lo miraban con profundidad y en cuya mirada se expresaba con totalidad el sentimiento de angustia. Goten pudo ver como los ojos de Bra se llenaban de lágrimas en el momento en que ambas miradas se encontraron, y entonces lo sintió... a ambos lados de él, una mujer diferente sujetaba cada una de sus manos. A su derecha, Goten tenía a su hermosa princesa que tanto había esperado; y a su izquierda, Goten tenía a su madre Milk que lloraba, pudo ver en su mirada la desesperación, y supo que de ella era la voz que le pedía no dejarla sola. Goten sonrió levemente al tiempo que miraba a ambas mujeres, en ese momento su madre se abrazó a él con fuerza.
―Pensamos que era demasiado tarde ―decía Milk en medio de sollozos― pensamos que las semillas del ermitaño no servirían... pensé... pensé que te perdería. ―y en ese momento la mujer se quebró.
Para ese momento los recuerdos ya habían llegado a Goten, recordó a su hermano, la pelea con Trunks, y por lo que suponía había estado al borde de la muerte. Claro que había visto llorar a su madre en numerosas ocasiones, pero esto sin duda fue demasiado para Goten... recordó su infancia, en sus recuerdos de la infancia no predominaban los momentos felices, por el contrario la tristeza era parte de esas memorias infantiles que Goten tenía, recordaba aquellas noches en que su madre lloraba la falta de su padre, recordaba sentirse culpable por haber llegado al mundo en una situación no favorable ni emocional ni económicamente para la familia Son, y recordaba más que nada sus intentos por hacer feliz a su desdichada madre. Él nunca fue tan inteligente como Gohan, nunca pudo obtener excelentes notas que hicieran sentir orgullosa a su madre... se sentía mal... y sin embargo se sentía unido a ella, la quería ¡claro que la quería! Y trataba de comprenderla a ella que todo le dio, y comprendía que Milk había perdido a Goku y ahora para siempre, y comprendía el dolor que debió haber imaginado de perderlo también a él mismo, a su hijo menor... y en ese momento supo que él sería diferente, ya lo sabía pero en ese momento Goten tuvo la certeza de que él no abandonaría a su madre...
―Nunca me perderás... ―fue lo que le dijo antes de abrazar a Milk contra él― nunca, mamá.
Bra miraba la escena con sus profundos ojos azules, estaba feliz como nunca antes lo había estado, estaba feliz como solo puedes estarlo después de haber superado la más grande de las tristezas.
Goten miró a su alrededor y se dio cuenta de que estaba en la habitación que compartía de chico con su hermano...― Gohan... ¿qué te ocurrió? ―pensó con pesadez. Ladeo su cabeza para olvidarse de preocupaciones y miró alrededor suyo hasta que se topó con Bra, pudo ver que esta había estado llorando, sus ojos azules lucían irritados, él le sonrió con ternura y en automático las mejillas de ella se colorearon.
―V-voy a avisarles a todos que estas b-bien... ―dijo Bra pues pudo ver la mirada suspicaz que Milk le dio.
La princesa bajó corriendo las escaleras de la pequeña casita estilo clásico para toparse con la mirada sonriente de su madre, en sí ya todos los presentes habían o sentido el ki de Goten o escuchado su potente voz, por lo que ningún aviso fue necesario, ya todos estaban calmados de que el joven Son estuviera sano. Bra se abrazó a su madre que al verla fue a recibirla y después dio una mirada a los demás, las cosas aun no estaban del todo bien... pudo ver a Pan y Videl sentadas en el sofá, ambas se mantenían abrazadas y muy unidas, Trunks estaba sentado en el borde del sofá, su lenguaje corporal diría que estaba protegiendo a Pan aunque su mirada y pensamientos parecían estar en algún lejano lugar. Bra suspiró, quizá las cosas lucieran difíciles pero estaba segura de que todo estaría bien, después de todo ella misma acababa de pasar por un momento terrible saliendo victoriosa... fue en ese momento que la mirada de la princesa se topó con la de su padre, seguro para ese momento ya todos habían notado que había algo más entre ella y Goten y no estaba segura de cómo reaccionarían.
―Gracias, papá... ―fueron sus palabras.
―Hmmp, yo no hice nada...
―Si claro que sí ―dijo Bra― tú lo salvaste, tu llegaste a mí justo cuando te necesité, como siempre lo has hecho, como siempre lo harás... y sé que gracias a ti Goten está vivo, todos estábamos en shock, y si tu no hubieras reaccionado para darle las semillas del ermitaño quien sabe que hubiera pasado ―Bra frunció el seño y suspiró para evitar que sus ojos se humedecieran, con solo pensar en la posibilidad de perder a Goten su alma sufría― así que ¡gracias!, gracias papá.
Bra esperó ver la desaprobación de Vegeta, pero por el contrario pudo ver en su mirada un gesto de complicidad y comprensión acompañado de una casi imperceptible sonrisa. Sí, la princesa estaba segura de que todo estaría bien.
Gohan se sentó en el suelo, en el suelo tan sucio como él... sabía el lugar donde estaba, era el lugar donde todo comenzó...
Al menos todo comenzó ahí para él, conocía a la perfección el lugar donde estaba, rodeado de montes y de viva naturaleza en todo su esplendor, era ahí donde comenzó su entrenamiento hace ya tantos años, pero aun recordaba el miedo que sintió cuando su maestro lo abandonó a su suerte para ver si tenía o no madera de guerrero. Gohan cerró con fuerza los ojos mientras pensaba en aquellos días, ¿Dónde había quedado aquel niño llorón? Sin duda mucho había pasado ya, había vivido mucho para llegar hasta donde se encontraba ahora, ¿pero de qué servía? si igual era un idiota...
Pensó en aquel niño miedoso que solía ser, en las peleas que había librado, en cómo una vez fue el hombre más fuerte al derrotar a Cell... en ese momento se le vino a la mente Trunks, no el Trunks que momentos atrás había estado dispuesto a matar, si no aquel joven misterioso, solitario y triste que vino del futuro para cambiar la historia... ni en sus más bizarros pensamientos se le hubiera ocurrido atacar a aquel joven, y sin embargo momentos atrás había golpeado con todo su odio a su homólogo de esta época. Gohan sonrió levemente sintiéndose miserable, él sabía que en ese futuro del que venía Mirai Trunks, ambos habían sido muy unidos en una relación Maestro-alumno, Gohan sabía del cariño enorme que ambos se tuvieron y también sabía que era algo que él mismo nunca comprendería puesto que no vivió aquellas situaciones... en parte eso era lo que más le dolía, siempre le tuvo un cariño especial a Trunks derivado de aquella noción de saberse querido por él en la otra línea temporal, Gohan siempre le dio cierta consideración especial a Trunks debido a que aun como un niño quiso mucho a su contraparte y tenía buenos recuerdos de aquellos días de pelea contra Cell... Sí, Gohan confiaba en Trunks y se vio traicionado al saber que él se había involucrado con su hija, fue eso lo que le pesó, la traición. ¿Y que si sintió celos? Pues claro que lo hizo, porque aunque no lo admitió en el momento, lo pudo percibir... Pan y Trunks siempre se entendieron muy bien, cosa que ni él mismo hizo con su hija... amaba a Pan, era su mundo, pero nunca pudo entenderla del todo, incluso creía que su propio padre, Goku, la entendía mejor. De cualquier modo, eso no lo excusaba de lo que había hecho, había atacado a Trunks, lo había atacado con toda su ira, ¡y lo volvería hacer!, lo volvería hacer era lo peor... Gohan era consciente de que sus sentimientos lo traicionaban, siempre reprimía sus sentimientos antes que todo, pero eso mismo provocaba que cuando los dejaba salir, salían de una manera intensa y mortal, aumentando su ki enormemente y nublando su razón. Pero ni eso justificaba sus actos, con solo pensar en que pudo haber perdido a su hermano, Gohan se sentía miserable, la peor persona en el mundo, ¡la peor! No es como si hubiera tenido la relación más fraternal con Goten, pero claro que lo amaba, después de todo era su hermanito y por eso mismo le dolía haberlo lastimado. Claro que podía sentir el ki de Goten, sabía que estaba vivo y daba gracias a Kami-sama porque así fuera, no hubiera podido soportar perderlo a causa suya.
Gohan cerró los ojos, deseando que nada hubiera pasado, deseando en parte volver a ser ese niño pequeño alejado del dolor y maldad humana... pero eso ya no podría ser. Se preguntó donde había quedado aquella inocencia, ¿Dónde? Recordó a su siempre sobreprotectora madre, sus días de instituto con Videl... pero sobre todo a él, recordó a su maestro, recordó al Señor Piccolo que tanto le había enseñado y que seguro ahora estaría decepcionado, muy decepcionado...
―No, no lo estoy...
Y los ojos de Gohan se abrieron en señal de sorpresa al escuchar esa voz que conocía a la perfección... con rapidez buscó a su alrededor, pero era en vano, el mismo sabía que ya no podría ver a aquel que lo llamaba.
―No lo estoy, no estoy decepcionado de ti...
Pero si podía escucharlo, Gohan lo escuchaba, escuchaba la voz de su maestro, esa voz sabia que tanto anhelaba escuchar. Y sin embargo no podía creerlo, tenía seis años sin escuchar esa voz, sin sentir ese cariño, esa seguridad...
―Jamás podría estar decepcionado de ti.
―S-s-señor Piccolo... ―y los ojos de Son se llenaron de amargas lágrimas, ¡era real! Era su maestro que le hablaba y podía escucharlo, mas no verlo, y aun así eso era demasiado para lo que él creía merecer.
―Gohan... ―respondió, en la voz del Namek el tiempo no había pasado, todavía podía percibirse aquella vitalidad que imponía autoridad― después de todo sigues siendo un niñito llorón... ―le dijo con cierta ironía. Sí, hay algunas cosas que nunca cambian.
Gohan sonrió con melancolía mientras se levantaba para mirar al horizonte, el sol se estaba escondiendo y él estaba más perdido que nunca― ¿Qué debo hacer...? ―preguntó al cielo.
―Primero, dejar de llorar... después puedes recapacitar y volver... Gohan ―decía la voz de Piccolo con firmeza― no hagas una tormenta en un vaso de agua.
―E-es mi hija... ―dijo el hijo mayor de Goku sintiendo una opresión en su pecho.
―Y porque es tu hija debes velar por su felicidad... debes comprender, debes saber perdonar y también debes saber pedir perdón...
Hubo un silencio entre ambos. Sí, a veces las palabras sobraban, y aunque lo más probable es que Gohan y Piccolo quisiesen decirse muchas cosas, sabían que no era necesario, porque ambos sabían lo mucho que se apreciaban y significaban para el otro.
―Gracias... ―fue la conclusión de Gohan. Sin muchas palabras, su maestro le había hecho caer en cuenta de su error y le había dado un poco de luz en medio de oscuridad, Piccolo le había brindado ese apoyo que tanto necesitaba.― Gracias por todo. ―recalcó la palabra "todo", sabía que esa podría ser la última vez que hablaran, por lo que quería agradecerle todo, desde su niñez hasta ahora y lo que viniera. Jamás tendría palabras suficientes para decirle lo mucho que le agradecía, lo mucho que lo admiraba y sí, lo mucho que lo quería.
―Por nada, hijo... ―"hijo" sí, eso era Gohan para Piccolo.
―Papá... ―sí, eso era Piccolo para Gohan.
Se querían, y siempre se tendrían el uno para el otro, como una familia, como lo que eran.
Se comprendían, y así como alguna vez Gohan fue el único en comprender al "temible" Piccolo Daimaku, ahora también trataría de comprender este insólito romance que surgía entre su hija y Trunks Brief. Gohan recordó como su madre le prohibía a toda costa convivir con los "rebeldes" amigos de su padre, y peor aun con el "malvado" Piccolo, y sin embargo eran buenas personas... tal vez él estaba cometiendo el mismo error que Milk y de maneras más graves. Trunks era un buen tipo y merecía al menos ser escuchado...
El saiyajin suspiró, podía sentir junto a él la esencia de su maestro y se sentía seguro, cuanto le pesaba que éste hubiera muerto por el bienestar de la Tierra.― ¿Nos volveremos a ver? ―fue la pregunta que Gohan hizo. En su voz se percibía la melancolía y la esperanza.
―Tenlo por seguro. ―y eso fue lo último que el gran Piccolo le dijo a su hijo, aquel hijo del que siempre estaría orgulloso.
Gohan espero, pero igual sabía que aquella espléndida conversación había concluido. Suspiró y agradeció a los dioses por darle la oportunidad de volver a escuchar las siempre sabias palabras del señor Piccolo. Una vez que se hubo tranquilizado, se levanto y emprendió el vuelo, había cometido graves errores, pero sería aun peor quedarse sin hacer nada, tenía que enfrentar y solucionar sus problemas, tenía que ser fuerte y valiente como le habían enseñado, como quería serlo, como era. Aumentó su ki y se dirigió a la montaña Paoz no sin antes darle una última mirada a aquella llanura, aquellas tierras donde una vez fue llevado para que dejara de ser un niño llorón y donde aun ahora aprendía lecciones para de nuevo volver a dejar de ser un niño llorón y encontrar la fuerza y sabiduría para guiar a su familia.
―Gracias, señor Piccolo...
Pudo ver a su pequeña princesa parada afuera de su casa mirando el atardecer. El viento hacía que sus cabellos azules revolotearan, cosa que la hacía ver aun más tierna. A paso lento, se acercó a ella y la abrazó por la espalda.
Los ojos de Bra se llenaron de lágrimas. Goten la volteo para que quedara frente a él y la pudiera besar. Besó a Bra despacio, sin prisas, tendrían ya toda una vida para besarse... tampoco le importó que alguien dentro de su casa pudiera verlos, ¿Qué más daba?, había estado a punto de morir, y ahora que la vida le daba otra oportunidad estaba dispuesto a aprovecharla al máximo. Iba a ser feliz junto a Bra, de ahora en adelante, ¡para siempre!
Bra se despegó de él para mirarlo a los ojos... y tuvo miedo, miedo de despegar la mirada de él y que al volver a mirarlo ya no estuviera... normalmente Bra no tenía miedo... su padre, su hermano, había personas que siempre estarían ahí para protegerla... y sin embargo ahora tenía mucho miedo, ¡terror!, se encogía de miedo con solo imaginar perder a Goten, nunca en su vida había estado tan preocupada hasta que pensó que lo perdería para siempre. No le importaba que no estuviese con ella, no importaba ya que él siguiera con Pares... que Goten estuviera vivo era lo único que bastaba para que Bra fuera condenadamente feliz.
Goten miró con ternura a su princesa y con la yema de su dedo índice le limpió sus lágrimas. Ella, Bra Brief, era todo lo que él necesitaba para ser feliz.― No llores ―le dijo, él que estaba tan feliz de tenerla a su lado no soportaba la idea de verla llorar.
―P-pensé que te perdería... ―dijo Bra, bajando su mirada.
―Nunca... ―le dijo Goten, aferrándola más contra sí― escúchame bien, nunca me perderás.― Te amo. ―sentenció y después la volvió a besar como si con ese gesto pudiera exteriorizar sus sentimientos.
Ambos caminaron juntos, tenían tanto que decirse. Entre llantos, Bra le expresó lo terrible que se sintió al pensar que lo perdería, le dijo como su corazón se oprimía con solo imaginar la vida sin él... y le dijo que pese a todo prefería su felicidad, que no le importaba sacrificarse si con eso Goten era feliz.
―¿Q-qué? ―Goten casi se cae de espaldas cuando vio a Bra llorando porque creía que él prefería a su ex-novia Pares antes que a ella― ¿Pares? ―le dijo y entonces no pudo contener sus carcajadas.
―¿Qué es tan gracioso? ―dijo la chica de cabello azul algo molesta.
―Bobita... ―le dijo Goten para después darle un ligero beso en los labios― no puedo creer que siquiera pensaste que preferiría a alguna mujer antes que a ti... Bra, tú lo eres todo para mí, siempre lo has sido y siempre lo serás.
Ambos jóvenes se miraron. En sus ojos podía verse la decisión de cada uno de permanecer al lado del otro. Se querían, se necesitaban. Soledad era lo que experimentaban cuando no estaban con el otro. Alegría era lo que sentían al estar juntos. Y amor era una palabra muy chiquita y simple como para expresar todos los sentimientos que su alma acogía. Se volvieron a besar y en ese beso sellaron toda su vida, consagrándola al otro. Ahora tenían la seguridad de su amor, la seguridad de ser correspondidos y de que pasase lo que pasase estarían juntos por siempre.
―Lamento haberte preocupado... ―dijo Goten sin dejar de abrazar a su princesa.
―C-con solo pensar que te perdería sentí que yo también moriría. ―dijo Bra y sintió como Goten la pegaba más a su pecho.
―Pues estabas equivocada... ―dijo el saiyan mientras besaba su coronilla― no me perderás, ¡nunca! Te he dicho que te amo y ni aunque quieras me iré de tu lado.
Bra comenzó a reír y volteó a mirarlo― Me parece perfecto Son, porque yo tampoco tengo la mínima intención de alejarme de ti ―ambos se sonrieron― y también te amo, desde siempre.
Ya todo estaba dicho, y esa felicidad que por tanto habían buscado al fin se ponía ante ellos. No, la felicidad siempre estuvo ahí, pero era hasta ahora que podían verla y acogerla.
En ese momento, tanto Goten como Bra sintieron el ki de Gohan aproximándose. Bra frunció el seño, pero Goten la acunó diciéndole que todo estaría bien. Ambos se dirigieron de vuelta a la casa Son, este era había sido el día más largo y raro de sus vidas, y aun no terminaba. Pero estaban felices, el mundo podía joderse y ellos seguirían felices porque se tenían el uno al otro. Lo que tanto habían estado buscando al fin lo tenían con ellos.
Las dos familias se encontraron frente a frente. Milk, Videl, Gohan, Goten y Pan... frente a ellos Bulma, Vegeta, Bra y Trunks. Son con Brief, Brief con Son. Ambas familias habían pasado por mucho desde hace ya varias décadas. En un inicio, pudo decirse que fue la amistad de Goku con Bulma la que ligo a ambas familias, incluso algunos podrían pensar que a falta de Goku se desparecería el vínculo entre ambos clanes, pero no era así... eran más cosas las que unían a los Brief con los Son, tenían por ejemplo la amistad entre sus hijos, Goten y Trunks eran incondicionales e incluso en aquel futuro apocalíptico fueron Mirai Gohan y Mirai Trunks quienes se vincularon; estaba también la fraternidad entre Pan y Bra como otra prueba de la unión de las familias... bah, incluso el mismo Vegeta a estas alturas no podría negar que le agradaba Kakarotto (sí lo negaba, pero ya todos sabían que era una falacia). Estas y más cosas eran las que unían a ambas familias, claro que por más que quisieran no podrían separarse, después de todo su misma sangre los llamarían, porque ambas familias: Son y Brief, son los descendientes de la raza guerrera más poderosa, los saiyajines. Aunque su ascendencia era lo mínimo que los unía y seguro que a falta de esta igual se hubieran encontrado.
Gohan quiso decir algo, quería pedir perdón, iba a arrodillarse ante todos si fuera necesario; pero se vio interrumpido por una voz que parecía dirigirse a todos como si de un oráculo se tratara.
―Vinculación ―y era la voz de Vegeta la que hablaba.― los saiyans nos vinculamos con otros de nuestra raza. ―al decir esto, le dio una mirada rápida a los cinco saiyans que se encontraban en la habitación, poniéndoles más atención a los cuatro más jóvenes.
―¿Vinculación? ―preguntó Bra y podía percibirse su curiosidad, era más bien una especie de interés.
―Vinculación, unión, enlace... ―replicó el saiyan mayor sin mirarlos, estaba más bien abstraído en sus propios pensamientos― supongo que los humanos cursis lo llamarían destino o algo así. Es algo innato, desde que los saiyans nacen, forman vínculos con alguien en específico de su misma estirpe, puede ser alguno de sus padres o hermanos, se diría que ambas personas vinculadas están hechas de lo mismo.
Todos estaban intrigados ante la conversación de Vegeta, ¿unión, vinculación? Era algo increíble, pero bueno, sus propias vidas eran en sí algo ya increíble.
―Ey tú, mujer ―dijo refiriéndose a Videl, la aludida se sobresaltó y solo frunció el seño mientras lo miraba con curiosidad― ¿acaso crees que tienes buena comunicación con tu hija o que te entiendes con ella? Bah.
―¿Ah? ¿Con Pan? Pues claro que la entiendo, es mi hijita y además...
―No ―Vegeta interrumpió de manera brusca a Videl― no dudo que la quieras y todo eso... pero
Tipos de familias ni tú ni Gohan pueden comprenderla, simplemente porque son diferentes.
Esta vez, fue Gohan quien miró con confusión a Vegeta.
―Kakarotto... Pan formó un vínculo con Goku ―los presentes se quedaron embobados― Oh vamos, me dirán ahora que nunca se dieron cuenta de la empatía que esa chiquilla siempre tuvo con Kakarotto.
―M-mi abuelito ―Pan no pudo continuar hablando, se quedó anonadada. ¿Vinculación? ¿Por qué Vegeta les decía todo eso ahora? Tantas preguntas y tan pocas respuestas para la menor de los Son. Y sin embargo, Pan no estaba sorprendida, era como si siempre lo hubiera sabido, claro que se sentía conectada a su abuelito Goku, ambos eran tan parecidos, se entendían a la perfección era, era como sí― Como si nuestras almas estuvieran hechas de lo mismo.
Todos voltearon a ver a Pan, todo comenzaba a tener sentido ahora, desde niña ella nunca fue parecida a sus padres... a su madre le dolía ver que Pan no era cercana a ella; y Gohan en ocasiones perdía los estribos al ver que su hermosa hija era una guerrera totalmente opuesta a él, y sin embargo tan parecida a Goku. Sí, todos sabían que Pan y Goku eran iguales, ambos tenían el mismo corazón.
Bra sonrió― Ah, entonces yo estoy vinculada a papá ―dijo como si fuera la cosa más simple del mundo― siempre lo supe, somos iguales.
Todos rieron, porque sí, Bra estaba forjada con el mismo material que Vegeta, eso lo tenían claro. El saiyan mayor solo dio una mirada de orgullo a su pequeña hija, ella era su todo, su conexión era algo de lo que él más valoraba.
―Oye papá... Trunks y Goten ¿ellos a quien están conectados? ―preguntó Bra curiosa y sonriente, olvidándose por completo de las lágrimas que horas atrás había derramado.
―Hmmpp, no todos los saiyans se vinculan con alguien de su familia... a veces las cosas cambian dependiendo de la situación y las experiencias vividas ―Vegeta pauso unos segundos como pensando como continuar, hablar y dar explicaciones no era lo suyo― Mirai Trunks, en su línea de tiempo desarrollo la unión con Gohan, era un vínculo enorme e intenso, ambos se conectaron debido a las circunstancias, ambos se volvieron el mundo del otro... y sin embargo, en esta línea temporal Gohan y Trunks no están vinculados. No todos los saiyans desarrollan un vínculo, pero...
―Pero ―dijo Gohan que comprendía para donde iba toda esta conversación.
Vegeta se río irónicamente, casi se estaba burlando de Son Gohan y en su propia cara― Eres tan ingenuo, no cabe duda que eres el hijo de Kakarotto... pero aunque te hubieras dado cuenta hace años no hubiera servido de nada. El vínculo no se rompe ni con la muerte... y si aun si lo hubieras matado eso solo la hubiera lastimado hasta matarla de dolor.
Gohan frunció el seño y bajó la mirada. Esto no se lo esperaba, y no sabía si podría resignarse.
Bulma miro a su pareja, cuestionándolo.
Vegeta resopló― Los saiyans, también se vinculan con sus parejas... ese vínculo "romántico" entre dos saiyans se crea desde que nacen... no importará la cercanía, ni la diferencia de clase, tampoco si es entre dos hombres o dos mujeres... ¡mucho menos importará la edad o si sus familias son amigas! ―esto último lo dijo con ironía― una vez que dos saiyans se vinculan y se unen es para siempre. Separarlos solo los destruiría. Y antes de que hagan más preguntas tontas se los diré, sí, Pan y Trunks están vinculados así como Bra y Goten.
La brusquedad con que lo dijo le cayó como millones de baldes de agua fría a todos los presentes. Todos reaccionaron de manera diferente, desde la sorpresa, hasta el miedo, pero claro que también estaban felices, sobre todo los cuatro saiyajines jóvenes que ahora comprendían el porqué de sus sentimientos.
Bra se sonrojó y miró al piso, no sabía ni que decir...― e-entonces... entonces papá, ¿tú lo sabías?
Vegeta vio que su hija estaba nerviosa, lo menos quería era que ella estuviera asustada, después de todo, Bra había sido la única persona en el mundo que jamás mostró temor o repulsión hacia él, más allá del vínculo padre-hija, Bra siempre pudo ver más allá de las barreras de Vegeta para ver en su corazón― Por supuesto que lo sé ―le dijo con calma― siempre lo supe...
Bra se quedó boquiabierta al igual que Goten quien tragó saliva pensando en lo que podría ocurrir ahora que se sabía lo suyo con Bra.
―Dios, a penas declaré mi amor a Bra y ya tendré problemas con el señor Vegeta.
―Hmmpp... y aunque sé que ese insecto no merece a mi hija y conservaba la esperanza de que no se aceptaran, me resigné desde hace ya varios años.
Todos lo miraron sorprendidos, y Bra que comprendía a su padre, supo que por eso la había obligado a entrenar junto a Goten... Vegeta quería lo mejor para ambos y a su modo los obligó a sacar lo mejor de sí mismos. Bra no pudo evitar sonreír, ella conocía a su papá y sabía que por más que lo dijera, él no odiaba a Goten, estaba segura de que hasta cierto punto lo veía como un hermano de Trunks, como otro de sus hijos, porque Vegeta sabía lo que se sentía ser abandonado por tu padre, y por eso mismo intentó comprender a Goten en su infancia.
El príncipe le devolvió la sonrisa a su hija, en el fondo sabía que nadie podría amarla más que Goten. Sabía que la felicidad de su hija Bra estaba junto a Goten y por eso los aceptaba, porque quería que Bra fuera feliz.
Y eso era algo en lo que Gohan a penas caía en cuenta... desde el principio siempre puso su felicidad antes que la de Pan... él quería tener un hijo para que fuera muy inteligente, para que con la Tierra en paz pudiera dedicarse a sus estudios sin interrupciones y ser tan inteligente como él y Videl... pero Gohan estaba equivocado, los hijos no se tienen para sentirte orgulloso de ellos –eso es ya algo innato- los hijos tampoco se tienen para llenar huecos, mucho menos para sanar heridas o para conseguir cariño... los hijos tampoco se tienen para hacerles compañía a sus hermanos o padres... y es una atrocidad tener hijos para reparar un matrimonio. Los hijos se tienen para hacerlos felices a ellos mismos y punto; si tienes un hijo es para que tu hijo sea feliz y no tú. Gohan sonrió con melancolía y caminó unos pasos, alejándose del resto de la gente... todos estos años había estado equivocado... en cierto modo siempre le dolió que Pan se entendiera más con su padre que con él mismo... y quizá ahora ya era tarde para reparar todos sus errores.
―Creo que es mejor que nos vayamos ―Bulma había estado extasiada con lo de la relación de su hija con Goten, la verdad es que le fascinaba la idea de ver a su hija con el hijo de su mejor amigo... y sin embargo, sabía que este no era el mejor momento para celebrar, podía ver la tensión que la familia Son vivía. Bra y Trunks asintieron y junto con Vegeta todos se marcharon a la corporación cápsula.
Los Son se quedaron solos en su casa... se sentía un ambiente triste, era como si la familia entera estuviera de luto, y bueno, después de todo momentos atrás uno de ellos casi pierde la vida... ¡Pero Goten estaba vivo! Por lo que no había motivos para desfallecer. Esa fue una noche larga, ninguno de ellos durmió hasta que los primeros rayos del sol salieron. Toda la madrugada se dedicaron a hablar, a decir lo que nunca habían dicho. Comenzando por los reproches de Gohan hacía su madre por nunca darle elección en su carrera y futuro y por presionarlo siempre en sus estudios; pasando por lo mal que siempre se sintió Goten por su abandono paterno; y ya casi entrada la mañana Pan habló con sus padres sobre lo mucho que quería estar con Trunks y lo mucho que la lastimarían si no le cumplían ese deseo. Esas horas fueron difíciles, pero muy valiosas para los Son, fueron horas de llanto y enojos, pero que al final los hicieron crecer como familia y ayudaron a sanar todas sus heridas, desde las más viejas hasta las más recientes. Nunca es tarde para decir lo siento, nunca es tarde para decir te amo, nunca es demasiado tarde para perdonar y ser perdonado.
Gohan comprendió que su felicidad no era la felicidad de Pan... pero que por el contrario, la felicidad y plenitud de su hija sí serían su propia felicidad. Comprendió que debía darle una oportunidad a Trunks, que por el simple hecho de ser persona merecía una oportunidad como todos. Y comprendió también que su hija ya sufría y tenía demasiadas desgracias como para que encima él mismo se convirtiera en un dolor de cabeza para ella. Gohan comprendió y cambió... su intención nunca fue dañar ni a Pan ni a Goten, ni siquiera a Trunks en el fondo, lo suyo era ignorancia, no maldad. Gohan ignoraba que les hacía daño.
Al llegar la mañana, Milk trajo mantas para todos y se quedaron dormidos casi hasta las cuatro de la tarde, todos los Son juntos en la misma sala... amontonados en los sillones, felices y queridos de nuevo, con las heridas ya curadas. Como gatitos se pateaban, roncaban, babeaban y hablaban entre sueños, sueños que por su puesto eran felices, eran metas y anhelos que querían cumplir y que seguro pronto conseguirían.
Y los dioses son buenos, Kami-sama es bueno, porque en algún lugar del universo, cierto hombre estaba observando con orgullo como su familia era reparada.― Los amo ―fueron las palabras de aquel hombre que deseaba participar de aquellos abrazos y reconciliaciones, de aquel hombre en el cielo que quería también pedirles perdón y perdonarlos... aquel hombre que con una sonrisa veía cada vez más próximo su reencuentro con los suyos.
Los días habían pasado, y todo se había calmado ya. Parecía increíble que semanas atrás hubieran estado a punto de matarse. Pero eso ya era un simple mal recuerdo... el futuro que tenían por delante era maravilloso y no dejarán que nada ni nadie lo dañase.
En el balcón de una pequeña habitación, dos jóvenes amantes compartían el atardecer. Pan sentía el viento rozando su cara y revolviendo sus cabellos, podía sentir tras de ella a Trunks, su esencia, podía sentir ese par de fuertes brazos rodeándola... y no necesitaba verlo porque lo sentía, ¡sentía la felicidad! Todo había valido la pena para llegar hasta ahora.
Trunks se sentía dichoso, la tenía con él. Al final, Gohan aceptó su amor por Pan, tuvo que explicarle y contestar todas sus preguntas y reclamos, pero valió la pena.
―Cuando Bebi te poseyó... tu no intentaste matarme ―dijo Pan de repente, sabía que su comentario estaba totalmente fuera de lugar, pero eso la inquietaba... en aquella pelea, sus padres mismos habían tratado de matarla por ser del bando contrario. Y sin embargo Trunks no la atacó directamente.
―Debe ser porque estamos vinculados ―dijo Trunks con una sonrisa mientras la acercaba más hacia él― creerme que ni con mil posesiones te dañaría, ni aunque tuviera una horrorosa "M" en mi frente dañaría a mi pequeña. ―Trunks sonrió más fuerte, en aquella pelea fue precisamente Pan quien le dio fuerza para resistirse a Bebi, en aquella pelea fue él el único saiyan que logró oponer resistencia y todo gracias a esa niña. Trunks lo tenía claro, Pan lo volvía fuerte, lo hacía una mejor persona... sin Pan no había Trunks y sin Trunks no había Pan. Pensó en todo lo que había vivido con ella, desde que era un bebé y la tenía en sus brazos, hasta ahora que era una mujer y también la tenía en sus brazos pero de una manera totalmente diferente. En cierto modo él la crío siempre, la crío para tenerla aquí y ahora para él, con él, para protegerla, para hacerla feliz. No importaba como, no importaba cuando, él la curaría, curaría su enfermedad para hacerla totalmente feliz, así le llevara una vida, él haría de Pan la mujer más dichosa del universo.
―Te amo.
Pan se sorprendió con las palabras de Trunks, aun le costaba creerlo, pero él se lo repetía tan seguido que estaba por creerlo, por creer que esa felicidad era en verdad suya.― Yo también te amo. ―le respondió.
En las palabras de ambos había una sinceridad infinita. Entonces, ambos comenzaron a pelear por lo mucho que se amaban, cada uno alegaba amar más al otro. Al final Pan terminó dejando ganar a Trunks, aunque estaba más que segura que era ella quien amaba más.
Trunks se sentó en la pequeña banca en el balcón de la habitación de Pan y después la sentó a ella en sus piernas, entrelazó sus manos con las de ella mientras la abrazaba por detrás y la acunaba en su regazo. Ya no hablaban, pero sentían al tocarse un susurro persistente de sus corazones, un hermoso llamado de sus almas que al fin estaban en paz porque ambos estaban juntos. Trunks unió sus labios con los de Pan en un beso, ella también lo besó a él. Y en ese beso, se reforzó la unión de su pasado, su presente y su futuro, los sueños y anhelos de ambos se fundían en cada beso, en cada éxtasis.
El universo está lleno de personas y entre estas personas hay diferentes tipos de familia.
Están por ejemplo los Brief, orgullosos, fuertes, extrovertidos, dominantes, quieren siempre tener el control sobre todo y sobre todos. Y sin embargo su corazón es muy bueno, tal vez no de la manera esperada pero ellos siempre estarán ahí cuando sus seres los necesiten.
Está también su contraparte, los Son... introvertidos, persistentes, tímidos, alegres pero serios y también muy fuertes. Ellos son una dulzura de personas, pero si los dañas y los haces enojar desearás no habértelos cruzado jamás. Ellos son una familia, sin importar que su patriarca este ausente son una estirpe que ahora está más fuerte que nunca.
Y sin embargo esas dos familias son de lo más común... existen en el mundo otras familias diferentes: Familias con solo una madre y su hijo o solo un padre y su hijo como era la familia de Mr. Satán y Videl. Familias de solo hermanos. Familias de niños que viven con sus abuelos o con otros familiares. Existen también familias con dos papás o dos mamás, que solo son personas que aman y deciden estar juntos por siempre. Están también las familias que no tienen lazos sanguíneos entre sus integrantes, Goku no era biológicamente el nieto del abuelo Gohan y sin embargo eran una hermosa familia; Ten Shin Han y Chaoz tampoco tienen lazos sanguíneos y sin embargo son una familia; ¡incluso el mismo Gohan y Piccolo eran como una pequeña familia!. En el futuro, Mirai Gohan y Mirai Trunks también eran una familia.
Las familias son distintas, ninguna menos importante que otra, ninguna menos intensa que otras, simplemente diferentes. Todo el mundo tiene problemas con su familia, diferencias, malentendidos, lo importante es resolver los problemas porque después de todo, esa es tu familia, con sus defectos o virtudes esos son los seres que te aman.
Cuando dos personas se enamoran, se crean lazos entre sus familias, sus destinos se entretejen... justo como ahora pasaba con la familia Son y Brief, los destinos de las dos familias ya estaban entrelazados, y ahora con las relaciones de Goten y Bra, y Trunks y Pan, ambos destinos se unirían aun más.
Los cuatro jóvenes saiyans estaban seguros de una cosa, no era su vínculo lo que los unía... aun si fueran simples humanos, aun si sus familias no se hubieran conocido, ellos se hubieran encontrado y se hubieran amado."No sé de lo que estarán hechas las almas, pero la suya y la mía, están hechas de lo mismo"
Emily BrontëNota
Hola amigos se preguntarán por que me demore tanto la razón es que son más de 6654 palabras escritas y esto que es sólo el primer capitulo del maratón
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A Ciegas 2||TrunksxPan||
Random~TRUNKSxPAN~ Voten comenten y comparte Hola mis personas desconocidas que leen aquí la 2 temporada de Mi dolor Mi vida 2 los espero que lean la historia La historia de pan cambiara mucho y la nueva pelea se desatará desde ahora No sabes...