PLUMA DE CRISTAL (1ra Parte De ENTRE TUS ALAS)

Extraños sueños

-Vaaal!!!!  Basta....  Tengo sueño,  mañana hay clases y ya te odio!! - Jake se quejaba de la evidente paliza que le había dado en Mario Kart.

-De acuerdo,  de acuerdo - dije mientras soltaba el control- pero lo dejo solo por que son las tres de la mañana- dije mirando mi reloj. - eres un llorón. -

-Solo ganaste por que estoy cansado- refunfuñó.
- ah!!!...  Entonces vives cansado- le dí  un beso en la frente- buenas noches nene!! -
-Buenas noches nena-.  Al escuchar la palabra "nena", unos ojos celestes vinieron a mi mente,  mientras recordaba la cara del nuevo.  Sacudí mi cabeza y salí de la habitación.

Me dirigí hacía el baño,  me lavé los dientes y ya estaba saliendo cuando me choque con Jake en boxer...  Si, boxer..

- Perdón - dijó despeinandose involuntariamente.  Me encantaba ese gesto suyo,  era simplemente cautivador.

- Perdonado- dije apoyando una mano en su hombro y alejandome hacía mí recámara.

Me saque el pantalón y las medias, me dejé la remera y me metí dentro la cama.

El sueño llegó rápido y extraño.

Un campo verde se extendía ante mí,  camine sintiendo el pasto entre mis pies.  A lo lejos divisé un gran árbol y decidí acercarme a él.  Al llegar a los pies del árbol,  pude notar lo grande y grueso que era,  un gran y viejo roble.

Acerqué mi mano y toque el tronco,  éste estaba humedo,  como si lo hubieran mojado;  levanté mis manos y pude observar un liquido en él,  supuse que sería la savia del árbol,  pero mirando más detalladamente pude ver que era sangre.

Retrocedí asustada y levanté mi vista hacía las ramas.

Las hojas,  que en un principio eran verdes,  se estaban tiñendo de negro y se estremecian fuertemente,  como si un viento que yo no sentía,  las hiciera temblar.

Las ramas empezaron a estremecerse más  fuerte y un susurro lejano,  casi inaudible empezó a llegar.

Un lamento que llegaba de la nada,  hacía que mi corazón temblara.  Sentía una ganas enormes de llorar y no sabía exactamente porqué.

El árbol se estremeció aún más,  la sangre que brotaba de la corteza caía hacia el pasto como lagrimas.

Y una hoja cayó lentamente...  Alcé mi mano para atraparla.

Cuando llegó a mi,  un choque de electricidad inundó mi cuerpo y pude observar que en realidad no era una hoja...  Era una pluma.

Una pluma azul blanquecina,  casi transparente,  pero manchada de sangre...

Desperté sobresaltada y con la respiración entrecortada;  sentí mi cara mojada y cuando pase mis dedos por mis mejillas pude sentir mis lágrimas.

Había llorado de verdad,  mi corazón me dolía, como si tuviera una gran pena;  sin entender porqué,  seguí llorando,  consciente que me veía estupida llorando por un sueño.

Miré mis manos,  buscando la hermosa pluma que había visto en mi sueño  y aunque sabía que la había  soñado,  me dolió aún más el no verla entre mis manos.

Intenté relajarme,  tomé varias bocanadas de aire y me levanté de la cama con dirección a la cocina. 

Necesitaba agua o jugo o lo que sea...
Baje las escaleras y lentamente encendí la luz de la cocina;  abrí el refrigerador y ví la caja de jugo que se encontraba dentro.