El Comienzo

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-CUIDADOOO!!! -

Escuché esa palabra por decima quinta vez el día de hoy y ni siquiera eran las nueve de la mañana.

Rodé mis ojos mientras veía a Jake correr tras de mí - Eres un exagerado- le dije. El automóvil estaba al menos a un metro de distancia; podría haber cruzado la calle tranquilamente.

- Contigo no se puede- dijó enojado - es que realmente quieres morir?? -
-No me habría pisado - resoplé mientras el automovil pasaba por nuestro lado, con un no muy feliz conductor que gritaba algo, probablemente alguna palabrota - estaba a kilómetros de distancia- le Sonreí a Jake mientras me sujetaba del brazo que me había ofrecido como medida de seguridad.

-Tenemos que cambiar tu idea de medidas métricas - me respondió con una sonrisa. - En serio Val... Creo que tu ángel se resignó a no cuidarte. -
-No empieces con eso Jake- resople enojada. Odiaba hablar de cosas tan... Falsas. - No quiero volver a pelear contigo si? Dejemoslo así. -

No tenía ningún problema en que Jake creyera en ángeles y demonios; como buen católico que era, el creía en el infierno y el cielo y la batalla entre Dios y Lucifer, y que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza y demás vainas, pero yo, yo no creía en eso. Sí creía en el bien y el mal, pero pensaba que eran las elecciones que cada quien hacía, lo que es bueno para algunos, es malo para otros; pero por sobre todo, yo no creía en ángeles y menos en ángeles guardianes.

-Vamos Val, no puedes pensar que somos los únicos seres en el inmenso universo- ya salía su lado investigativo, tratando de lavarme el cerebro.
- Claro que no somos los únicos- respondí - creo en los OVNIs... basta Jake... Por favor- supliqué - si existen los ángeles y más los guardianes, sabes que el mío me abandonó el día del accidente. -

Listo... Lo dije. Sabia que solo con nombrar el accidente, Jake no diría nada más durante todo el día; ese era un tema que ni él ni yo queriamos tocar.

Aún luego de 12 años, era dificil hablar de ese tema; era algo que nadie en casa quería recordar.

Cuando tenía cinco años, viajamos a las afueras de la ciudad con mis papás y mis hermanos a visitar a mi abuela. Fue un fin de semana magnífico, reímos y la abuela siempre nos preparaba lo que queriamos.

De vuelta a la ciudad, empezó a llover por lo que era difícil para papá ver la carretera, así que condujo con cuidado; pero eso no fue suficiente.

No sé si reventó la rueda o algo se cruzó en la carretera o simplemente mi papá perdió el control del volante, pero nos desviamos del camino y mientras mi padre intentaba controlar el automóvil, dimos dos vuelcos de campana hacia un costado.

Mis padres murieron en el accidente.

Mis hermanos y yo llegamos al hospital. No me acuerdo como o quien nos llevó ahí; estaba aturdida por las vueltas y los golpes que nos habíamos dado, lamentablemente mi hermano mayor murió en el hospital; algo sobre un pulmón colapsado.

Mi abuela era ya muy mayor para cuidarnos a Roberto y a mi, por lo que el Estado pensó en mandarnos a un hogar de acogida.

Esperamos tres días ahí, hasta que el hermano de mi papá nos fue a recoger, pero él dijo que no podia cuidarnos a los dos, asi que solo podría llevarse a mi hermano o a mi. Luego de discutirlo, aunque nunca discutimos nada, mi tío decidió adoptar a mi hermano, por lo que yo me quedaría en la casa hogar.

Ahí es cuando Jake y su familia forman un papel importante. Nuestras familias siempre habían sido amigas; por lo que los papás de Jake y Drew decidieron adoptarme a mi.

Y aquí estamos, 12 años después, yo vivía con la familia Mathews y no tenía ni la menor idea de como o donde estaba Roberto.

-Vamos, antes de que lleguemos tarde- dijo Jake mientras cruzamos la calle hacia la escuela.

PLUMA DE CRISTAL (1ra Parte De ENTRE TUS ALAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora