Lo sé pero eso si no podía prometerlo- me contestó Rodrigo cuando le reclame el besarme de nuevo, me miraba fijamente y al igual que en la noche mi cabeza me decía que corriera pero mi cuerpo no se movía, me quedé mirándolo y lo acerque con una de mis manos y él comenzó a besarme de nuevo. Yo coloque ambas manos sobre su cuello y me acerqué más a su cuerpo, sus manos bajaron por mi espalda hasta mi cintura, pasó sus manos suavemente por mi trasero y me levantó haciéndome rodear su cuerpo con mis piernas, me sujetó con su cuerpo y la pared por un momento y yo sentía como mi cuerpo se llenaba de adrenalina.
Rodrigo se apretaba contra mi y la pared, y me besaba con intensidad. Esta vez su lengua no pidió permiso para entrar a mi boca como anoche, sino que me invadía desesperadamente.
Me llevo hasta la cama y se sentó colocándome sobre sus piernas, sus manos se situaron en mi espalda baja y me apretaban hacia él. Rodrigo quería hacerme sentir que su cuerpo me reclamaba, me besaba con tanta fuerza que no podía ni pensar, sus manos iban de mi espalda a mi trasero y de mi trasero a mis piernas, y no lo hacía con desespero, cada caricia era delicada, calculada y me hacía sentir tan deseada, me estremecía... Rodrigo me dio vuelta y me recostó en la cama, sin separarnos ni un momento... de pronto el pánico entró en mi cuerpo <<QUE RAYOS ESTÁS HACIENDO...>> -Ro-Rodrigo- traté de decir separándome, pero el seguía besándome, me mordía suavemente la barbilla, lamia mi cuello y yo de verdad no quería que parara - Rodrigo- dije sin aire - esto...- el me miró a los ojos -esto está mal- completó, se levantó de un saltó haciéndome levantar con el -debería irme- yo asentí, él abrió la puerta y me dejó allí parada, escuche como abría la puerta de la casa de la piscina y salía de ella, yo me senté a respirar y a tratar de asimilar lo que había pasado o lo que estuvo a punto de pasar.
Me levanté y caminé hasta la entrada, cerré la puerta y me uní al grupo; él estaba conversando con mi hermano y sus otros amigos, levantó la cabeza me miró, yo me quedé helada y volteó la cabeza y siguió conversando. Yo tomé el vaso de las manos de Martina y me lo tomé sin respirar, todos voltearon a mirarme -¿Todo bien?- preguntó Martina, - Si, solo estaba acalorada... Vamos a la piscina?- la miré fijamente y ella sabía que no estaba preguntando -Si, vamos... vienen?- le preguntó a Luis y a José, ellos inmediatamente asintieron y yo comencé a caminar hasta la piscina sin siquiera mirar atrás, sabía que él me miraba pero en ese momento era lo que menos quería pensar.
Martina me lanzó al agua y luego saltó ella -¡¡¡¡ESTÁS LOCA!!!- Grité al salir del agua -OK explícate, porque estas actuando muy rara- Martina me miraba fijamente, <<¿Dios, debería decirle?>> -Alejandra, te conozco de toda la vida.. ¿qué pasó?- me hundí y volví a salir del agua -Te diré pero no puedes gritar, ni sorprenderte, ni decir nada o actuar impulsivamente- Martina me miró -Martiina, sino no te diré nada-, -está bien, está bien pero deja el misterio-la abracé y le conté al oido, ella abrió los ojos y me -¿Con quién, en qué momento?... porque que yo sepa José estuvo con Luis y conmigo todo el tiempo, además no te gusta nadie ¿o sí?- Martina hablaba tan rápido que no podía entenderla -Si te callas puedo decirte, pero si no me dejas- Martina me miró en silencio, -Fue con Rodrigo- dije bajito, Martina iba a voltear inmediatamente a buscar a Rodrigo pero yo salté sobre ella y la hundí hasta el fondo - ¡LO PROMETISTE!- Martina salió a buscar aire, - Ok lo prometí, pero acaso estás loca... tu y yo nos vamos ya de esta fiesta- Martina salió de la piscina -¡Dije que YA Alejandra Andújar, no es para mañana ni para más tarde es ahora, sal del agua!- yo nadé hasta las escaleras y comencé a subir -Ya te escuche, no debes gritarme... ¿Martina?- todos nos miraban, y él también -no diré nada hasta que me expliques... lo prometí pero luego de eso tomaré mis propias decisiones ¿ok?- yo asentí y la seguí sin mirar al resto que nos observaba.
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Ámame si puedes
Romance¿Cuando debemos decir alto a aquello que amamos pero que nos hace daño? Alejandra y Rodrigo han pasado toda su vida peleando, compitiendo y retándose... desde niños su diversión era desquiciar al otro completamente, pero cuando crecen y la atracción...