Le expliqué a Martina como habían sucedido las cosas y ella me escuchó tranquilamente -¿Eso quiere decir que te gusta?- preguntó ella con tono escéptico -¡Son hermanos!- volvió a decir -No somos hermanos- ella volteó a mirarme con indignación -Al menos no es incesto- aclaré -... aaay Martiina no sé, quiere decir que esto es extraño y... - Martina miraba el suelo y negaba con la cabeza -esto está mal y lo sabes, tienes que pararlo porque los van a matar a los dos... se supone que tu eres la madura en este grupo, actua como tal- nos quedamos en silencio porque Rodrigo entró a la casa de la piscina y se sorprendió al vernos allí -¿Todo bien?- Martina asintió y se levantó -Sii..- respondió ella y volteó a mirarme, -de acuerdo vamos a ver cómo marchan las cosas.. voy por más bebida, te espero afuera no tardes- mirándome fijamente y haciendo enfasis en la ultima palabra, pasó cerca de Rodrigo, lo besó y salió, yo respire profundo <<Bueno, al menos no me matara esta noche>> pensé.
Me levanté de donde estaba sentada, tomé mi celular y caminé hacia la puerta de la casa -¿todo bien?- volvió a preguntar y yo no levanté la vista de mi celular, jamás me había sentido incómoda de estar en la misma habitación que él, ni aun sabiendo que había hecho alguna travesura que lo haría enfadar, solo asentí con la cabeza -Alejandra...- regresé a mirarlo -podemos dejarlo así por hoy, si quieres mañana seguimos confundiendonos o matandonos, o jugando...- él bajó la cabeza y miró sus pies -mañana me voy- yo respiré -no es cierto, los boletos están comprados para el martes- respondí -por favor... podemos hablar antes de que te de amnesia por la mañana- y me detuve en la puerta -no es amnesia, es que creo que hay cosas que no tienen sentido hablarlas- él se acercó me tomó por el brazo y yo me alejé -no haré nada, solo quiero cerrar la puerta para que nadie escuche-
Rodrigo cerró la puerta y me llevó hasta la cocina, la casa de la piscina era eso una casa, una pequeña cocina comedor, dos habitaciones y dos baños. la cocina tenía una mesa de granito y allí me apoyé en ella -No creo que nadie escuche, podemos hablar afuera- intenté escapar pero él me lo impidió -¿Daniela?- dijo él -¡Claro.... la cosita!- dije irónicamente y de alguna manera soné a mujer celosa <<Si, claro! lo único que te falta hacer hoy es una escena de celos>> -Sabes que no es nada importante- yo levanté mis manos - no tienes que explicarme nada- él respiró profundo -Lo sé pero quiero hacerlo... siento que debo- Daniela tocaba la puerta insistentemente -¿Rodrigo?...¿Estás ahí?- yo comencé a frotarme las manos como hacía cuando me ponía nerviosa, que íbamos a decir si nos encontraban ahí encerrados -¡Tranquila!- me dijo sosteniendo mis manos con las suyas -Se cansará y se irá- yo instintivamente me solté de su agarre y me alejé de él, halé una silla del otro lado de la mesa y me senté, mientras más distancia para mi mejor -Entonces... ¿de qué quieres hablar?- pregunté tratando de sonar lo más despreocupada y cómoda posible, Rodrigo se quedó parado mirando sus manos y le costó unos minutos asimilar mi pregunta -¡Pues de lo que sucedió ayer... y lo que casi pasa hoy!- Yo tragué grueso, pero mi celular sonó, miré la pantalla y era Luis, le hice señas para que hiciera silencio -¿Luis?-Rodrigo giro los ojos -No me he ido, estoy aquí en la casa de la piscina buscando unas cosas.. Si claro dile que ya voy- Yo miraba sus reacciones -¿Por qué no quieres hablar?- preguntó como para que no sólo yo lo escuchara, yo le hacía señas para que hablara más bajo -¿Te preocupa que escuche?- volvió a decir, yo lo miré y tapé el auricular -¿y es que acaso a ti no?- susurré, pasó las manos por la cabeza, se frotó la cara y se apoyó en el mesón de granito y me miraba fijamente, yo seguí tratando de cortar la llamada -cuelgas o te quito el teléfono Alejandra- dijo nuevamente, yo negué con la cabeza y seguí hablando.
Rodrigo se levantó y me quitó el telefono, colgo la llamada, me regresó el celular y se quedó ahi parado mirandome. yo no podía creer lo que había hecho -Eres tan pero tan maduro- el respiró profundo y apoyó los codos sobre la mesa acercando su cara más a la mia -Me vas a escuchar- dijo tan cerca de mi , que juro pude sentir su aliento caliente en mi boca, yo baje la cabeza y me miré a la mesa porque su cercanía me desconcertaba -No tengo nada que escuchar- dije y empuje la silla y me puse de pie -No te estoy preguntando- dijo tomandome la mano y halandome hasta él, rodeo mis brazos con los suyos y nos puso frente a frente -¿Por qué tienes que esta halandome todo el tiempo?... Rodrigo no tenemos nada de que hablar... mejor dicho yo creo que es mejor que no se toque el tema... además esto de que estes tan cariñoso me da como grima- dije yo tratando de safarme de su abrazo y tratando de sonar segura y que no se notara en mi voz lo nerviosa que me tenia tenerlo tan cerca -Yo sé que te doy grima, es más también llegué a pensar que lo que sentía yo era grima...pero ahora no sé- Rodrigo me miraba y yo me removia para soltarme de su agarre, puedo decir que se estaba divirtiendo de ponerme nerviosa -En serio Rodrigo ya basta, suéltame que me quiero ir- él aflojó los brazos y yo aproveché la oportunidad para soltarme y alejarme -Está bien, quieres hablar... habla, te escucho pero lo más rapido posible quiero ir afuera- dije tratando de sonar lo más tranquila posible. Rodrigo, se recostó a la mesa de la cocina y cruzo sus brazos sobre su pecho, yo trataba de mantenerle la mirada pero no podía, me miraba de arriba abajo -Mira lo que pasó...- comenzó él -Lo que pasó debe quedar como un momento de los tragos, tu estabas bebido yo también he bebido... si he bebido, no me mires así y ya pasó y no se debe tocar más el tema- El suspiró -ayer tu no habias bebido- puntualizó, yo lo miré -Es verdad pero piensalo, así es mejor...o sabes que mejor no lo pienses mucho.. Mira Rodrigo por primera vez en nuestra vida podemos tener una conversación y ambos sabemos que lo de ayer y lo de hoy no debió pasar- me quedé callada para ver si decía algo más -¿estás de acuerdo?- él solo miraba al piso -tomaré eso como un si- di la conversación por terminada y me dispuse a salir de la cocina, cuando pase a su lado me tomó la mano y yo me detuve -¿Segura?- yo ni voltie a mirarlo, solo seguí caminando y sali de allí.
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Ámame si puedes
Romance¿Cuando debemos decir alto a aquello que amamos pero que nos hace daño? Alejandra y Rodrigo han pasado toda su vida peleando, compitiendo y retándose... desde niños su diversión era desquiciar al otro completamente, pero cuando crecen y la atracción...