Pasando el Dia

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Ya había pasado una semana desde que contábamos con rose y anabelle en nuestra casa, parecería mentira pero rose nos ha hecho nuestra vida un poco mas fácil, en las mañanas desayunamos como se debe y en las noches cenamos en armonía, rose siempre tan amable y agradecida por todo lo que hemos hecho por ella y su nieta.

Casi siempre soy el primero en despertar, silvana siempre termina despertándose por mis caricias o porque según ella siente mi mirada como todas las mañanas y es que siempre me asombro de despertar a lado de esta hermosa mujer, para mi no hay nada mas perfecto que compartir mi vida con silvana, ella se ha convertido en mi todo.

Me encanta ver la forma en como se despierta, esta mujer hasta recién despertada para mi es la mujer mas hermosa y atractiva del mundo, con solamente movimientos involuntarios de ella logra que me excite, logra que siempre quiera mas de ella, que nunca este completamente satisfecho.

Silvana: algún día dejaras de verme cuando estoy dormida.

Yo: nunca, eres lo mas bello que tengo, aun me cuesta trabajo entender que eres mía.

Silvana: soy tuya y de nadie mas, tu eres mio y de nadie mas.

Yo: totalmente tuyo cariño, así deseo que sea.

Nos empezamos a besar demostrándonos todo el amor que nos teníamos, sus labios eran mi perdición, me podría pasar mucho tiempo besándolos y nunca me aburría, pero unos gritos de felicidad de una pequeña nos sacaron de nuestro beso, para luego reírnos al escuchar como rose regañaba a su sobrina por gritar así.

En esta semana que anabelle y rose llevaban con nosotros, silvana y la pequeña habían logrado una conexión muy grande e instantánea, desde el primer momento se llevaron muy bien, tanto que había veces que silvana llevara a la pequeña por una nieve, a comprar golosinas, de paseo, la habíamos llevado al cine y la niña salio encantada con su película animada de princesa, la llevaba al trabajo había veces, como ella era jefa, se podía dar ese tiempo, cosa que antes no hacia.

Nos levantamos para dirigirnos hacia la cocina, donde seguramente rose ya tenia preparado el desayuno y veríamos a anebelle como todas las mañanas viendo las caricaturas, también ya habíamos tenido que calmar a rose para que dejara andar libremente a la niña por la casa sin que la reprimiera, que usara la televisión si quería, en pocas palabras que tanto la niña o ella se tomaran la libertad de usar el departamento como si fuera propio.

Cuando llegamos a la cocina vimos a una rose de arriba para abajo, nos reímos un poco por que se veía increíble como una mujer con su edad tuviera tanta energía, yo creo que silvana y yo no podríamos ni hacer la mitad de lo que ella hace en un instante. 

Silvana: hola rose, buen día como amaneciste.

Rose: hola chicos, buenos días, todo bien y ustedes que tal, el desayuno pronto estará.

Silvana: gracias rose, eres lo máximo.

Yo: si sigues malcriandonos a como lo estas haciendo, tendré que dejar a silvana por ti rose, me lo estoy pensando.

Rose: tu ni por todo el dinero del mundo, dejas a esta belleza.

Yo: por todo el dinero del mundo no, pero por alguien que cocine como tu, capaz y si.

Silvana: amaneciste muy gracioso el día de hoy.

Yo: ya pues, ni por todo el dinero del mundo, ni por rose, ahora, donde esta la princesa de la casa.

Rose: viendo la televisión como siempre.

Silvana: ay rose, déjala, se ve tan adorable así, es un encanto de niña.

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