Segundo Dìa de Trabajo

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Martes, segundo día de trabajo, a pesar de que solamente el día de ayer fue mi primer día de trabajo, ya me siento adaptado, el trabajo fluye a pesar de la gran cantidad que tenemos. Nos estamos llevando genial en el equipo, siempre que uno ocupa ayuda la pide, si uno ya termino su trabajo, busca en que ayudar a otro compañero.

Mi tarjeta de empleado la que iba a tardar un tiempo en serme entregada, me la dieron hoy por la mañana, según, ordenes del jefe. Esto quería decir que ya estaba oficialmente contratado en la empresa, una preocupación menos, ahora seria mantener mi trabajo.

Esta vez venia sencillo, ya no venia con traje de vestir, si no una forma mas sencilla pero aun así con pantalon y camisa de vestir, mas no manga larga. Tenia como 1 hora de haber llegado a la empresa, estaba revisando y ordenando la carpeta en mi computadora, la cual iba a meter la información que a final de mes se solicitaba, cuando a mi extensión me marca gloria, pidiéndome que vaya a la oficina de connor.

Yo: chicos, tengo que ir a la oficina del jefe, cualquier cosa me avisan por un mensaje.

Bianca: de acuerdo jack, lo único pendiente es lo que estamos haciendo jessica, audrey y yo, así que todavía tenemos como dos horas mas, antes de darte terminado los documentos.

Yo: de acuerdo, ahorita los veo.

Cuando salí de mi oficina, sentí un poco de sueño, así que me dirigí hacia la maquina de café. Iba distraído viendo unos correos que me habían llegado en el móvil, que no me di cuenta quien estaba ahí.

Silvana: vaya, el nuevo anda desperdiciando tiempo.

Yo: ahh, señorita silvana, buenos días.

Silvana: buenos días, por favor no me digas señorita, dime silvana a secas.

Yo: no creo poder, no tengo la confianza suficiente, disculpe.

Silvana: entonces, ¿que haces desperdiciando tiempo? no me has contestado.

Yo: no estoy desperdiciando tiempo, siento un poco de sueño y vine por un café, voy hacia la oficina de su padre.

Silvana: te desvelaste jugando en la consola, viendo caricaturas o te daba miedo la oscuridad que no pudiste dormir, bebe.

Casi me suelto a reír cuando menciono eso, por dios, por quien me tomaba, yo no era un niño, de hecho se lo había demostrado tiempo atrás sin que ella supiera que era yo, bien que la hacia gritar en sus orgasmos, retorcerse en la cama, pero no era algo que quería que supiera, por lo tanto seguí con la indiferencia hacia su sensualidad y con el respeto por ser mi superiora, claro sin mostrar sorpresa alguna, le solté en forma calmada.

Yo: la verdad es que no, simplemente no me dio sueño, batalle para dormir, a cualquiera le puede pasar, no cree.

Silvana: debe ser por algo mas, estas contándome la verdad.

Yo: no tengo porque mentirle señorita, así que con permiso, paso a la oficina de su padre, que disfrute su café.

Al darme la vuelta escuche claramente el suspiro de frustración que soltó, ya me habían comentado, que silvana cuando se le metía entre ojos un hombre no paraba hasta que se acostaba con el o perdía el interés, pero nunca había encontrado un hombre que pareciera que ella le es indiferente, por lo tanto sus ataques eran así, a mi me daban risa, pero otros pensaban que me molestaban.

Cuando llegue al piso de connor, me acerque hacia gloria con una sonrisa sincera en mi cara, esa mujer por mas dura que decían que era, a mi me caía genial, era una mujer guapa, pero si, muy centrada en lo que hacia.

Yo: hola gloria buenos días, ¿como amaneciste hoy?

Gloria: hola guapo, amanecí bien muchas gracias ¿y tu?

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