Enamorada De La Nada.

Ruptura.

Volvamos al dia en cual se volvieron a hablar.

- Hola Agos - Envía Leo.

Agostina al recibir ese mensaje comienza a llorar, como explicarle todo lo que pasó en menos de dos semanas, miles de formas para contarle se le pasaron por la cabeza pero ninguna pudo concretar. Hablaron como siempre lo hicieron, se pidieron disculpas y todo se normalizo, ¿pero cómo poder estar bien cuando le ocultas la verdad ? Esa verdad que lo va a lastimar pero es necesario que lo sepa, al pasar los días Agostina no soportaba más la culpa, le estaba mintiendo a la persona que amaba.

Exactamente el 3 de marzo tomó coraje y se lo contó.

- Se que estoy rara, se que no te mereces lo que te voy a contar, yo no estaba en un buen momento, y te voy a pedir toda la vida perdón si es necesario. Escribió Agostina con los ojos llorosos.

Con eso comenzó su mensaje, solamente con eso se le rompió el corazón a Leo, ya se imaginaba lo que iba a venir, dejo que Agostina terminara su explicación y tomó la decisión de alejarse de ella. Leo la había escuchado hablar de Gastón miles de veces pero como su mejor amigo, y ahora era su novio. No podía entender cómo había pasado todo tan rápido, fueron solamente dos semanas y ya lo había cambiado. Cuestiono todo el tiempo que habían pasado juntos, todas esas charlas, todo ese supuesto amor que sentía. Ese día Leo terminó en una Clínica por un corte en la mano producto de un golpe a un vidrio, su pantalla de celular término toda astillada y el amor por Agostina se convierte en rechazo.

Por su lado Agostina no podia mas con la angustia, después de varias horas de contarle todo recibe un mensaje que decia :

" Entiendo que estabas mal, lamento mucho lo de tu abuelo, te amo a pesar de todo, y me hiciste muy feliz. " Leo ya en su casa, un poco más calmado ( por los remedios seguramente ) Después de enviarle ese último mensaje decidió bloquearla, tenia que pensar en todo lo que había pasado, después de tantos meses de relación, todavía no podía aceptar todo que había ocurrido...

Esas simples palabras destrozaron el corazón de Agostina, pasaron días y Leo seguía sin aparecer.