El Rey Y El Plebeyo

El Caballero "Ideal"

Ethan

Un somnoliento bostezo salía de mi boca, las aves cantaban, la luz entraba por el medio de las cortinas que tapaban la gran ventana de aquella habitación.
El sueño se había alejado de mi y, a pesar de que tenía la más cómoda almohada, no podía volver a conciliar el sueño así que decidí hacer lo de siempre, restregar mi cara en la almohada y levantarme aunque por un segundo recordé que no había dormido en una almohada, levante la mirada y lo que me temía, estaba ese gran oso viendome, el tenía un sonrojo tan intenso que se podía ver a través de todo el pelo que tenía en su linda cara.

- Eh... Yo.
- Tengo que irme -Me interrumpió- ¿Podrías bajarte, por favor?
- Claro -Me quite de encima- Disculpa.

No dijo nada, solo salió a paso veloz y algo torpe de ahí, "Diablos" fue lo único que pude decir, la verdad no es la primera vez que arruinó un momento con alguien y no creo que sea la última vez que ocurra.
Encontré mis prendas después de un rato, estas estaban lavadas y tendidas en el jardín trasero, olian muy bien para mi gusto, sin tiempo que perder me puse mi ropa y me dispuse a salir del castillo pero alguien me detuvo retorciendo mi brazo.

- ¿Que hace un pueblerino aquí? -Pregunto una voz de tono grave, podría decirse que se trataba de un ser mucho mayor a mi- ¡Responde! -Ordenó.
- Yo... ¡Agh! Solo vine por mi ropa ¡Sueltame! -Me acorralo, torciendome el brazo, por más que tratará de safarme me era imposible, al igual que me era imposible ver quien me tenía en tan dolorosa condición.
- Oh si, así que eres tú ¡Ha! -Me soltó y esbozó una sonrisa de incredulidad- ¡Tu! Eres el héroe que a salvado al rey -pude ver que era un tigre blanco, de aspecto mayor, aproximadamente 45 años.
- Si, he sido yo
- ¡Wow! -Expresó, sarcástico- Esperaba a alguien más fuerte o sorprendente, pero tu, no te asemejas nada a lo que esperaba.
- Bueno, lamento no ser lo que usted esperaba, pero no tiene que portarse así conmigo, yo ni siquiera lo conozco - Dije frunciendo el ceño.
- Soy Sir Baltazar De Wulfric, Segundo, a tu servicio -Dijo haciendo una reverencia.
- Soy Ethan Amadeo Leroy Nikan, un gusto -le extendí la mano.
- Hum -rechazo mi saludo con una mirada indiferente -Y dime ¿Como fue que alguien como tu...-Me señaló - logró salir con vida de la situación en la que estaba?
- No entiendo a que se refiere -Conteste molesto.
- Vamos ¿Acaso me dirás que sólo pensaste en lanzarle tu espada?
- ¿Y como sabe usted eso? -Pregunte con un gran coraje.
- Uno de los caballeros del rey vio como combatían tu y esa... Chica y debo decir que lo que hiciste fue PA-TE-TI-CO.
- ¿Y usted que sabe de combates? -Gruñi, estaba a punto de golpearlo.
- Yo, mi querido niño, he entrenado a cada granuja que ha querido servir en la guardia real y aquí no hacemos ese tipo de tonterías.
- ¿Así que le gusta jugar "espadasos" con cada tipo que quiera ser caballero? ¡He! -Refunfuñé y me cruce de brazos.
- ¡Exacto! ¡Así como lo hice con tu padre!
- ¡No se atreva a hablar así de mi padre!
- ¡LO HAGO SI SE ME DA LA GANA! Es más, yo si conocí a tu padre, Gregorio Leroy Atzum
- ¡Si! Era uno de los mejores caballeros que pudo tener este castillo, incluso ¡Mejor que usted!
- ¿Ah, si? Recuerdo que le encantaba acostarse con cada uno de los de la guardia real, era la puta de todos, así es como lo recuerdo.
- ¡Eso no es cierto!
- Y por lo visto, es hereditario ¿No? -Sonrío de forma arrogante- Dime ¿Te gustó acostarte con él?
- Yo... No se de lo que usted está hablando -Dije desviando la mirada.
- Por favor, se que dormiste en la cama del rey ¡He! ¿Dime, es bueno? ¿O acaso te gustaría hacerlo con alguien más experimentado? -Se acercó hacia mi- ¡Contesta maricon de mierda!
- ¡ES SUFICIENTE! -Oi gritar a alguien y al voltear vi a Mark, caminando hacia nosotros muy enojado- Baltazar, entre Ethan y yo no a pasado absolutamente nada, en lo que a mi concierne tu no tienes nada que hacer preguntando a personas ajenas sobre mi vida sexual.
- Lo siento majestad -bajo la cabeza en señal de arrepentimiento.
- Ahora, Sir Baltazar yo le pido que desde este momento entrene al joven Ethan -Me señaló con la mano- Le pido que por favor lo convierta en uno de sus mejores caballeros, por que, desde hoy el será mi nuevo escudero personal.
- Usted... -Levantó la vista y me miró incrédulo- Está jugando ¿Cierto?
- Al contrario, he decidido que es uno de los mejores candidatos que hay para el puesto.
- Pero... Señor, cualquiera de mis caballeros...
- Ninguno, Baltazar -interrumpió al tigre- ninguno de ellos pudo completar ninguna de las más simples "tareas" que se les fueron impuestas para querer ocupar ese cargo.
- Pero, este bufón -Me señaló- no tiene lo necesario para el trabajo, majestad, por favor, no cometa una tontería.
- Es suficiente -hizo un gesto de alto con la mano- No te estoy pidiendo tu opinión, es una orden.
- Si... Majestad -Refunfuño entre dientes.
- Bien, entonces, que empiece el entrenamiento.
- Hoy no puedo -Dijo el tigre- Tendrá que esperar hasta mañana -Dijo y se retiró.
- Bien, comienza mañana a primera hora y Ethan, es mejor que vayas a ver a tu madre, ella estaba preocupada -El oso se dio media vuelta y se dispuso a irse.
- Gracias -Dije, lo abrace por detrás un momento y salí corriendo con dirección a mi casa.

Mark
No puedo creer que aquél contacto me haga sentir tan seguro, como si todo estuviera bien, sin preocupaciones, ni miedos, es tan... Extraño, camine adentro del castillo, recorría el lugar sin dejar de pensar en lo ocurrido, fui, autoritario y como si fuera poco, no sentía que hubiera pedido que Ethan realmente fuera mi escudero por un ser buen guerrero, lo es, pero no fue la razón principal, siento que era más cómo un capricho para tenerlo cerca, no lo sabía con certeza.

- ¡Hey! -Alguien me saco de mis pensamientos.
- ¿Eh? -Voltee la cabeza para encontrarme con Phil, quien, estaba muy sonriente- ¿Que pasa hermanito? - Conmigo nada, pero tu, estas mas distraído que Pit cuando ve a una chica.
- Lo siento... He estado pensando en muchas cosas.
- ¿Tiene que ver con ese Tiburón que estuvo aquí? - Se recargo en la pared de piedra y me lanzó una mirada de "¿Tengo razón?".
- No, no es eso -Desvíe los ojos.
- ¡Vamos! No me engañas y lo sabes.
- ¡Shhh! No subas la voz - Mire hacia todos lados cerciorandome de que no hubiera nadie- Vamos a mi habitación.

No le di tiempo a Phillip ni de contestar y lo jale del brazo llevándolo por todo el castillo hasta llegar a mi habitación.

- Bien, aquí podemos hablar -Dije mientras cerraba la puerta.
- Entonces... Yo tenía razón, si pensabas en el -Dijo mientras se sentaba en la cama.
- ¿Y como estas tan seguro? -Pregunte cruzandome de brazos.
- Pues, te salvo; buscaste como loco un remedio para un veneno tan fuerte como ese, sabiendo que el único remedio era una de las flores que mamá plantó y le tienes tanto aprecio al jardín que ella cuidaba, que tu no te atreverias siquiera a arrancar la más mínima flor; lo dejaste dormir en tu cama junto a ti y... Lo más importante, le diste un beso.
- ¿Has estado espiandome de nuevo?
- Peter me dijo que lo hiciera, quería que estuvieras bien y no te pasará nada, pero, por lo visto, has estado más que bien, yo diría que perfecto ¿O me equivoco?
- Es... Mentira -Dije desviando la mirada.
- ¡Por favor! Mark, eres terrible para mentir.
- Gracias -Rode los ojos- Me llevan diciendo eso mucho tiempo.
- Vamos hermanito, no importa si te gusta un hombre, recuerdas, nosotros no somos prejuiciosos, incluso papá decía que fuera quien fuera que nosotros amaramos, el no iba a juzgarnos.
- Pero... Tengo miedo -Dije clavando la mirada en el piso.
- ¿De que?
- No lo sé -Me tire sobre la cama- No lo sé, es lo peor de todo.
- Tal vez de que no sea tal y como piensas, de salir lastimado -Se tiró junto a mi.
- Tal vez
- Oye, ve el lado positivo, si terminan podrás pasar tiempo con Pit para superar su ruptura -Carcajeo un poco.
- ¡Hey! Bueno, tienes razón nadie tiene tanta experiencia con las rupturas que el ¡Jajaja!
- Ves, ya lo tienes, ahora, tengo que irme, tengo un compromiso muy importante -Se levantó de la cama.
- Ah... -Me levante- Dejame adivinar, vas...
- ¿A molestar a los guardias? -Me interrumpió- ¡Que va! ¿Me crees capaz de hacer algo tan infantil como eso? -Hizo una cara de inocencia.
- Pues preguntale a ellos y a las veces que te han perseguido.
- Me conoces bien, bueno, suerte con tu Caballero "Ideal" ¡Jaja! -Se burló.

Salió de la habitación dejando la puerta abierta y a mi con grandes dudas que fueron interrumpidas por una de las sirvientas que tocaba.

- Señor -Dijo y me levante de golpe.
- ¿Si? Ariana -Ella es una gata de color blanco y manchas negras, algunas en la cara.
- Los guardias me han pedido que le dijese, que un aldeano intenta entrar al castillo y dice conocerlo.
- ¿Es un Tiburón y se llama Ethan?
- Mhm -Asintió con la cabeza.
- Dejenlo pasar, por favor.
- Por supuesto, alteza.

Se fue, cerrando la puerta, dejándome solo y por unos minutos reflexione sobre todo lo ocurrido. No pasó mucho tiempo para que la puerta de habitación volviera a sonar, decidí ponerme de pie y abrir esta solo para ver a Ethan.

-He vuelto -Dijo y me dedico una sonrisa.
- Perfecto, te enseñaré tu habitación -Salí de la recamara completamente.
- De... De acuerdo.

Asentí con la cabeza y me dirigí a  abrirle la puerta del lado izquierdo junto  a mi habitación e indicando que entrará.

-Está será tu recamara, como mi escudero deberás estar a un lado para protegerme en caso de emergencia, sin embargo no creo que eso pase en algún momento -Le dije mientras el  cargaba un baúl y lo dejaba a un lado de la cama.
- De acuerdo alteza -Hizo una reverencia.
- Tu... Puedes llamarme Mark, si lo deseas
- De acuerdo... Mark.
- Bien ¿necesitas alguna otra cosa?
- Estoy bien, gracias.

Decidí arriesgarme por una vez y me acerque un poco, acto seguido, le di un fuerte abrazo, el solo lo correspondió. Duro unos pocos segundos y después me dirigí a la salida no sin antes decir "gracias y buenas noches".