Tomó la derecha.
Tomó la izquierda.
Tomó y tomó.
Se liberó del miedo y del insomnio y del tiempo
Descifró el código oculto en los ojos de la musa
Dispersó el enigma de la noche clara
tomó la derecha.
Destapando la botella de vino tinto invadió el olor
Seductor y con cizaña, embriagante y perfecto
Se acabó el amor, es decir, se acabó el vino
Tomó la izquierda
Desató su ira contra los papiros blancos
Perfumados en tinta negra fueron testigo
Los versos, quedaban manchados a las hojas blancas y entonces
tomó y tomó.
ESTÁS LEYENDO
Mil Y Veintiún Poemas Sin Leer ©
PoesíaCuarto poemario que escribo, todos los poemas aquí expresados son los que tenía bajo mi cama, en una libreta roja, en la oscuridad, nunca antes han sido leídos en voz alta, esto poemario es el otro yo.
