Una de noches tristes (Parte Dos).

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Jade.

Empecé a tener un pequeño ataque de pánico, respire hondo, creé un abanico con las manos, conocen la expresión "sudaba frío" pues yo era un paleta "Holanda".

Cheque las chucherías y aún había muchísimo que comer, había muchisimas canciones por escuchar, lo único que faltaba era el hoyo para que la tierra me tragara.

Librarte De Mi sonaba por lo alto, por lo que me permití bailar, y fingir cantar. El timbre sonó y el maldito hoyo seguía sin aparecer.

"Eres niña grande, tu puedes"

Me dije a mi misma.

Tome pasó firme hacía la puerta con la respiración acelerada.

Abrí y ahi estaba el con una remera blanca y su típico pans gris deportivo. La playera se pegaba a su cuerpo, sus brazos se veían mejor que antes, sus labios estaban algo rojos naturalmente.

"Epa despierta de tu trance".

-Hola-dijo el mirándome de arriba a abajo.

"¿Te cepillaste el cabello?". Pase las manos por mi cabello pero el seguía mirándome asi como sube baja.

-Hola, pasa-el desperto de su trance, emitió un pequeño "Ehh" y pasó. Cerre la puerta con seguro por si decidía escapar.

Broma.

-¿Y gustas cambiarte o así estás bien?-lo mire con el ceño fruncido, baje la vista a mi atuendo y me golpee mentalmente una y otra vez.

Mierda.

-Asi estoy bien-el asintió.

Nos sentamos en el sillón sin emitir dialogo alguno, bien esto era incómodo pero lo mejor para romper tensión es algo de comida. ¿No?.

-Toma y bebe lo que quieras, al menos de que estés cuidando la línea-bromeó y el ríe.

-No quiero perder la figura, pero haré una excepción por ti-río y reí. Esto aún era tenso.
Comi una cucharada de helado.

Nebraska sonaba a todo volumen, creando un ambiente más tenso aún, gracias Lucy Rose por aparecer en el momento equivocado.

Seguí comiendo helado, hasta que un poco cayó de mis labios a mi pecho. Lo traté de limpiar y me gane la mirada del chico a mi lado.

-¿Sabes cuál es la mejor manera de comer helado?-preguntó el con un tono cálido.

-Con galletas, supongo-me encoji de hombros.

-No-río un poquito.

-¿Entonces como?-en ese precisó instante la voz de Kris Allen inundó mis oidos. Bellísimo.

-Asi-metió uno de sus dedos al helado, lo llevó a su boca y se acercó lentamente a mi, mi corazón latía, las manos me sudaban, la cuchara que tenía en ellas parecía derretirse. Mi pulso se disparó y el cada vez se acercaba más.

Sus labios rozaron los mios.

Tenía que apartarme pero a decir verdad no quería. La voz de Kris no ayudaba mucho a que yo me separará, parecía el ambiente perfecto y las personas indicadas.

Con suma suavidad, tomó mi mentón, me acercó mas a el y me besó, quería apartarme pero a la vez no, me beso con ternura, el sabor del helado a galleta estaba presente, saboree su dulzura y me deje llevar por lo que quería en ese momento.

No habían prisas, solo la voz de Lenachka y Kris, el y yo. Nos separamos pequeños instantes y volvió a besarme como si quisiera grabar esto en su memoria por mucho tiempo. Yo sólo me perdí en el instante que su lengua empujó con suavidad la mia, para crear una danza lenta y firme, pasé mi mano detrás de su nuca para acariciar suavamente su pelo.

RIESGO ©.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora