Capítulo 3

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Comencé a esperar el ascensor mientras la pantalla encima de él me indicaba en qué piso estaba, cuando llegó al número uno, las puertas se abrieron y con mi maleta en mis manos delante de mí entré al ascensor, presioné el número del piso que decía la llave y las puertas comenzaron a cerrarse, cuando oí un grito desde fuera.

-¡No! ¡No cierre el ascensor! - oí y de inmediato puse una mano en medio de las dos compuertas que se cerraban

Un chico alto, con lentes y bien vestido corrió hasta dentro del ascensor con respiración agitada

-Muchas gracias señorita, de verdad, mi amiga está en el departamento y no le gusta que la haga esperar - reí y me miró, luego extendió su mano hacia mi - Edward, Edward Nygma

Lo miré, y estiré mi mano estrechando la suya con una sonrisa.

-Alaria, Alaria Carrigan - respondí

-Alaria, que nombre tan poco común, no lo digo por ofender, es lindo nombre pero muy raro - reí ligeramente - disculpe la curiosidad, pero jamás la había visto por aquí, ¿es usted nueva en el edificio?

-Oh, sí, de hecho acabo de rentar un departamento hace unos minutos - dije mostrándole la llave, y leyó los números que venían en ella

-Piso nueve, puerta 10, ¡vive justo debajo de mi! Yo estoy en el último piso

-Debe tener una vista maravillosa desde allá - dije y de inmediato las puertas se abrieron - este es mi piso

-Por supuesto, bienvenida al edificio señorita Carrigan, si ocupa ayuda con algo, no dude en acudir a mi - dijo sonriendo

-Muchas gracias señor Nygma, que tenga buena noche - sonreí y él asintió, para luego poder salir del ascensor que se cerró nuevamente detrás de mí.

A pesar de ser Gotham, este lugar está muy bien cuidado, quizá Gotham solamente tenga muy mala fama, caminé hasta llegar a la última puerta con el número diez encima de la mirilla de la puerta, puse la llave en el cerrojo y abrí la puerta, quedando completamente asombrada. El lugar era asombroso, tan solo abrir la puerta podían verse dos puertas más frente la sala donde había dos sillones y una mesita circular en el medio, había repisas en la cocina, un baño con tina, y al fondo de la pared un balcón mediano pero que daba una gran vista a las calles de Gotham, no tanto como el último piso supongo, pero era genial (para que se den una idea, el departamento es básicamente como el de Monica y Rachel en "Friends" de multimedia). Creo que no me molestaría quedarme aquí, un buen tiempo, y con eso me refiero a hacer de este lugar mi casa, mientras pague no pueden decirme nada.

Luego de un recorrido por el lugar, escogí la habitación más grande aún sin saber que haré con la otra, dejé mi maleta en el suelo y me dejé caer en la cama para luego quedarme completamente dormida.

(...)

Desperté con la respiración agitada luego de aquel sueño tan extraño, joder, ese tipo calvo del avión si que daba miedo, simplemente espero no volver a encontrármelo jamás.

Me levanté de la cama tallando mis ojos, salí de la habitación directo a la cocina en busca de algo que comer... pero que idiota soy, aquí no hay comida, joder. Miré por la ventana para sorprenderme al ver que el sol ya adornaba el cielo e iluminaba las calles, pero segundos luego, las nubes se dedicaron a taparlo, dejando el azul del cielo fuera haciendo el día nublado.

Me acerqué al balcón y salí respirando profundamente el aire, asome la cabeza para mirar abajo en las calles y reír al ver como una adolescente vestida de negro robaba un bote de leche a una ancianita, y ella no se daba cuenta.

-¡Señorita Alaria! - escuché y confundida pasé mi mirada por todos lados - ¡Aquí arriba!

Subí la mirada para encontrarme en el balcón de arriba al chico de ayer, Edward Nygma, que tenía su cabeza inclinada hacia mi y saludaba con la mano

- ¡Buenos días señor Edward! - contesté sonriendo

- ¡Buenos días! ¿Cómo va su primer día en el edificio?

-Bien supongo, solo que no tengo comida, creo que tendré que salir a comprar cosas - reí avergonzada

-El pobre lo tiene, el rico lo ocupa, y si me comes falleces, ¿que soy?

¿Eso es un acertijo?

-¿Nada? - dije dudosa

-Exacto, es lo que usted tiene en su refrigerador, si quiere venga a mi departamento y desayune algo con mi amiga y conmigo

-te lo agradezco mucho Edward, ¿puedo llamarte así? - el asintió sonriendo - pero no quiero ser una molestia

-No es ninguna molestia de verdad, por favor, acepte mi ayuda, ahora que somos vecinos debemos socializar ¿no cree?

Reí avergonzada, pues de verdad no quería ser una molestia, pero tampoco podía negarme cuando el mismo me lo esta pidiendo, así que mire de nuevo arriba y hablé

-Esta bien, gracias - el sonrió mas

-Bien, venga aquí en diez minutos, la veo luego - asenti y volvió dentro de su departamento



Ahr esta imagen me la mando una amiga :v

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Cleptómana ♦Victor Zsasz♦ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora