Capítulo 6

184 18 18
                                    

Dos porque ya quería que leyeran este ahre

NARRA ALARIA

— ¿Cómo sobreviviste tanto tiempo en Gotham?— preguntó Cisco riendo mientras me ayudaba a ponerme de pie nuevamente.

Esta vez no me golpeé a mi misma con mi propia energía, sino que al lanzarla perfectamente a un blanco, el impulso me hizo caer de espaldas golpeándome dolorosamente contra el suelo. Bufé tomando su mano y poniéndome de pie estirando mi espalda.

— ¡Por favor! No necesito entrenar tanto para patearte el trasero — le contesté riendo y el me miró alzando las cejas.

— ¿Eso es un reto?— preguntó entre risas y rodé los ojos sonriendo. Vi como se colocaba sus lentes — Está bien, bien, lo acepto, pero no llores cuando te gane. —

— Trato hecho ricitos — le contesté mientras los demás reían y se alejaban un tanto para ver desde un punto seguro. — Seré lo más piadosa que pueda.

Me quedé de pie esperando a que él estuviera listo, cuando terminó de acomodar sus lentes me miró e hizo una seña con sus dedos para que empezara, sonreí y comencé a correr hacia él, lanzó muy pequeña una de sus descargas que se dirigía a mi, con dos de mis tentáculos creé una X frente mío haciendo que su proyectil apenas y se acercase a mi cuerpo. Seguí corriendo dispuesto a derribarlo pero uno de sus portales me hizo caer desde el techo, con rapidez lancé un rayo de energía bajo mío que me hizo saltar un poco antes de caer y llegar al suelo con delicadeza.

— Eso es trampa — me quejé riendo, él se hizo el inocente alzando los brazos.

Creé un muy débil rayo a lo largo de mi brazo y antes que él pudiera reaccionar lo lancé, golpeó su pecho y cayó al suelo un par de metros atrás. Mi piel se erizó y corrí rápido hacia él, que estaba en el suelo quejándose mientras los demás se acercaban.

— Perdón, perdón, perdón — dije repetidas veces acercándome rápido a él.

Tomé su brazo mientras él hacía un constante sonido de dolor, se quitó los lentes y lo miré con temor.

— No aceptaré que me pateaste el trasero — habló en una suave risa mientras los demás lo miraban tratando de no reír.

— Lo siento — Volví a decir mientras lo ayudaba a levantarse.

— ¡Eso fue genial! — exclamó Wally dando una palmada en la espalda de Cisco, lo miré mal.

— ¿Ves? Solo necesitabas un poco de motivación — dijo Cisco sonriendo y pasando su brazo por mis hombros.

Al verlos a todos opté por sonreír con ellos, oímos los pasos de Harry acercarse y cuando volteamos a verlo, entraba con una caja de cartón en sus manos.

— Paquete para la señorita Carrigan — habló dejándolo en la mesa luego de saludarnos.

— ¿Para mí? — pregunté con el ceño fruncido.

— ¿Hay otra señorita Carrigan aquí? — contestó dando un sorbo a su café.

Mientras los demás volvían a lo suyo yo me acerqué a la caja de cartón sellada con cinta, la miré unos momentos y luego sacando una pequeña navaja del bolsillo de mi pantalón la abrí. Había otra caja dentro, esta de madera con aspecto de un cofre, tenía adornos dorados en los bordes; alcé una ceja pasando mis dedos por la madera refinada con desconfianza.

Con un poco de miedo que me daba pena mostrar, abrí el cofre lentamente, el cual dejó sonar un ligero chirrido al momento de abrirlo.

Ante la sorpresa dejé escapar un grito corto y lancé la tapa del cofre hacia atrás dejándolo abierto, di unos pasos detrás mío apenas escuchando las voces de los demás preguntándome si estaba bien, choqué con alguien y me di media vuelta de inmediato, me aferré al pecho de quien fuera que había pasado sus brazos por mi torso y me negué a voltear de nuevo. Pasé saliva repetidas veces con mi respiración dificultosa y mis ojos demasiado abiertos de la impresión.

Cleptómana ♦Victor Zsasz♦ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora