Capítulo 15

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Salimos del auto y entramos al edificio subiendo las escaleras rápidamente, básicamente corríamos, aunque no haya pasado la hora para que nos dejaran, nos preocupaba que algo pudiera haberles pasado a ellos, en la llamada Victor se escuchaba muy preocupado, algo que pocas veces se ve en el, y si, ya se, el y yo no empezamos muy bien al conocernos, pero con los pocos días que llevo con él de conocerlo, pude darme cuenta que no es tan mala persona como pensé.

Terminamos de subir las escaleras con la respiración agitada, me detuve unos momentos y apoyé mis manos en mis rodillas tratando de calmarme y regular mi respiración, miré hacia arriba frente de mi, para ver a Lissa acercándose a Oswald que estaba en la mesa del centro, me acerqué a él que se relajó al vernos a las dos ahí.

-Pensé que no llegarían - dijo Oswald

-¿Donde están Victor y Butch? - pregunté, pues no los veía por ningún lado

-Calma, ellos están bien

Luego de decir eso, inmediatamente salieron de una puerta detrás de él Victor y Butch con armas, preparados para atacar en cualquier momento, me relajé al verlos a salvo, pero aún así deseaba saber que era lo que había pasado para que esto sucediera.

-¿Alguien me explica que pasó? ¿Y porque tenemos que irnos? - preguntó Lissa como si leyera mis pensamientos

-No nos iremos al parecer - empezó Oswald - parece que todo fue una falsa alarma 

-¿Es una broma cierto? - pregunté fastidiada 

-Pensé que nos habían atacado y avisé al jefe, pero no era a nosotros, esto pasa seguido Alaria, es Gotham- dijo Butch

Los miré con el ceño fruncido, y los tres, Victor, Butch y Oswald se miraban entre sí.

Esto no fue una falsa alarma, nos estaban ocultando algo.

(...)

Luego de esa extraña "falsa alarma", cada quien había vuelto a donde debía, ya había pasado un día y me encontraba nuevamente en el edificio para seguir con mi entrenamiento, había llegado un poco mas temprano esta vez, estaba sentada en el suelo de la sala de entrenamiento jugando con mi tessen y lanzando algunas cuchillas a los blancos, luego de levantarme a recoger una que había dado en el centro, oí como detrás de mi se abría la puerta, di media vuelta para ver a Victor entrar y saludarme con una sonrisa.

-Llegaste temprano - señaló sonriendo 

-Si, creo que no quiero volver a tener un calvo frente mi cara en las mañanas - dije y rió fuertemente - ¿que haremos hoy? 

-Seguiremos con la lucha, ¿aún me odias? - preguntó dejando su abrigo en una mesa de armas 

-No sé, no negaré que aún te guardo rencor por todo lo que sucedió sobre...

-Si, ya se, te golpeé, disparé y secuestré - dijo rodando los ojos 

-Exacto, pero tampoco negaré que tal vez me agrades un poco - dije y sonrió aún más

Pasamos la tarde entrenando, había mejorado muchísimo gracias a él, logré derribarle unas cuantas veces pero siempre encontraba la manera de ponerme debajo de él, en el sentido no pervertido, luego de unas horas, ambos nos tiramos al suelo cansados y con la respiración agitada.

-Olvidé decirte, luego de esto iremos a cobrar a unos cuantos que no han pagado -  

-¡Vayamos ya! - dije sonriendo

Salimos del edificio y optamos por ir caminando, no era un viaje aburrido ni incómodo, hablamos lo necesario para no quedar en silencio, y con los minutos nos fuimos conociendo más, me preocupaba encariñarme con este idiota, no en plan romántico, se que eso jamás pasará, simplemente temía hacerme cercano a él, ambos arriesgamos nuestras vidas a diario, y he perdido ya a mucha gente que amo. Incluso en las noches, aún lloro por la muerte de mi madre hasta quedarme dormida.

-Aquí es, esta vez déjame hablar a mí, estos tipos no son tontos, mantente detrás de mi en todo momento - asentí con un poco de sorpresa ante su protección ante mi 

Nos detuvimos frente un tipo de restaurante y entramos con el sonido de una pequeña campana que avisaba la llegada de alguien al lugar, Victor se puso frente mío mientras unos hombres altos y toscos de figura se ponían de pie, uno que se veía mayor que todos allí, los calmó ordenándoles  sentarse nuevamente y se acercó a nosotros dos mientras manteníamos una postura firme.

-¡Victor! - dijo el hombre acercándose - que bueno tenerte por acá de nuevo, ¿quieres algo de tomar?

-Deja de jugar Bellamy, el jefe te ha dado muchas oportunidades, es hora de que le devuelvas su dinero

-Oh, calma amigo, debes relajarte, siempre que vienes aquí es por negocios, debes hacer algo mas de tu vida amigo... ¿quien es tu nueva amiga?

El anciano puso su mirada sobre mi sonriéndome, me incomodé al instante pero mantuve mi postura firme, Victor me puso mas detrás de el mismo, pero el viejo le importó una mierda y me jaló del brazo hacia él y me abrazó por la cintura, traté de zafarme de su agarre pero el desgraciado no me dejaba irme, Victor con la mirada molesta sacó su pistola del cinturón y apuntó a la cabeza del viejo, alertando a cada uno de los que estaban en la sala. 

-Suéltala ahora o llenare tu maldito cerebro depravado de plomo  - dijo con odio

El viejo con la mirada molesta y asustada, me soltó lentamente y corrí al lado de Victor con mi mano en mi tessen que tenía en mi abrigo, miré a todos que alertados nos miraban con molestia 

-Nos iremos de aquí, y si en una semana no has pagado, vendremos a matarte de una buena vez - dijo Victor

Dimos media vuelta listos para irnos de allí, no queríamos causar una escena que nos pusiera en peligro y menos con tanta gente lista para matarnos, y todo iba a salir bien, si el anciano no hubiera abierto la boca.

-Que desperdicio, esa zorra debería estar en mi cama - dijo y todo el lugar rió

Sin aguantar más, tomé la pistola del cinturón de Victor y apuntando a su cabeza, disparé, llenando el suelo del lugar de sangre.

Todos se callaron y me miraron. 

Mierda.

-Alaria - susurró Victor a mi lado - es hora de correr

Asentí temblorosa mientras sacaba mi tessen y le devolvía a él su pistola, en unos segundos todos sacaron sus armas y comenzaron a disparar, Victor y yo salimos corriendo del lugar.

Cleptómana ♦Victor Zsasz♦ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora