VIOLET

DIA QUINTO: Entre gallos a medianoche y cigarras al atardecer

Machala, Jueves 24 de Abril del 20XX

5:40 am

He despertado empapado en sudor, pocos días han durado las noches sin pesadillas. Jamás había tenido una sensación tan vívida de las imágenes que mi subconsciente proyecta mientras duermo: Me encontraba en una habitación que no era la mía, no recuerdo muchos detalles visuales sobre el lugar, sino más bien un aroma que me pareció conocido pero que no supe identificar; caminé hacia un modular lleno de libros cuando el foco se apagó y una luz roja invadió el ambiente; unos labios femeninos besaron mi cuello y unos brazos delgados me abrazaron, simplemente me dejé llevar, todo se volvió oscuro y las sensaciones del tacto, el olfato y el oído guiaron mis acciones. La besé, la abracé y recorrí con mis labios todo su cuerpo, y ella hizo lo mismo. Aquella desconocida me hacía el amor con movimientos fuertes, una sensación maravillosa, estaba en el éxtasis hasta cuando...Las caricias se volvieron salvajes y una uñas atravesaron mis ojos, un dolor tan real, tan profundo y tan horrible que me despertó.

Eran las tres de la mañana con treinta y tres minutos según el celular. Una hora peculiar para que los aullidos de Nena provocaran una reacción en cadena por todo el barrio. Me levanté para tomar un vaso con agua y fue entonces cuando me di cuenta que me resultaría imposible siquiera conciliar el sueño lo que quedara de la madrugada. Apenas si pestañeaba, mi nariz parecía percibir ese peculiar olor a....pues me resulta indescriptible ya que es dulce y cítrico a la vez, como rosas, manzanillas y naranjas fusionados. En cambio, con el objetivo de poder tranquilizarme un poco, también he encendido el televisor, para escuchar las series viejas que transmiten los canales nacionales pasada medianoche hasta las seis de la mañana; simplemente son la compañía perfecta junto a las redes sociales en la computadora. Un único usuario conectado en el grupo: Violet.

Siempre me ha resultado más fácil transmitir mis ideas a través de la escritura, al menos eso creo yo. Sobre todo cuando me gusta, sin embargo, con Violet todo es diferente, esta chica realmente en estos pocos días me ha llegado a gustar demasiado, como ninguna otra.

Estaba a punto de escribirle a Violet, cuando algo cayó desde el techo y se ocultó tras la lavadora que queda en el patio, pegada a la pared junto a mi cuarto. Nena ladraba con furia, despertando a mi madre, quien en lugar de apaciguar el ruido, los incrementaba, gritándole al animal, como si este fuese a hacer silencio solamente con escucharla. Dejé la maquina encendida para ir a ver qué era aquello que se escondía. Me acerqué con el palo de escoba en mano para evitar que mi mascota no se atreviera a atacar al animal que se estuviera refugiando en aquel diminuto espacio. Allí estaban temerosos unos ojos amarillos, rugiendo, intentando defenderse con las garras propias de un gato, le pedí a mi madre que metiera a Nena a la cocina, mientras intentaba que el felino saliese a la calle por sus propios medios; pero vaya que resultó de lo más complicado; cuando vi el reloj de pared en la sala, ya eran cinco de la mañana. Hora de empezar a hacer el desayuno y prepararse para la universidad. Ni siquiera me sirvió la computadora, ella seguía conectada, así que decidí escribirle:

"Hola Violet"

"Hola Cris"

"¿Cómo así despierta a esta hora?"

"Amanecí leyendo un libro"

Quise preguntarle sobre su gusto por la literatura, que clase de libros leía, cuáles eran sus favoritos o que escritor la motivaba más, pero en lugar de eso mis dedos cambiaron de tema y teclearon:

"Por cierto mi más sentido pésame por tu amigo"

"No era mi amigo, era amigo de Yuli, pero gracias"

"Cierto, pero..."

No pude seguir chateando con ella porque la luz se fue, ni siquiera pude enviarle este último mensaje. Antes de que dieran las seis de la mañana he decidido escribir en mi diario, después de todo quería recordar lo más que podía el sueño antes que el tiempo lo disipe de mis memorias.

20:00 pm

Hoy apenas he bajado del autobús ha empezado un torrencial aguacero, ni siquiera me lo había imaginado, es como si las nubes de pronto hubiesen aparecido en el cielo con el único propósito de empaparme la ropa; por más que he corrido no he podido evitar llegar al edificio chorreando agua. Antes de subir al aula, he ido al baño para exprimir la ropa. Se me hacía raro ser el único en hacerlo, hasta que vi la hora, las siete y cuarenta y cinco de la mañana ¿Cómo era posible que haya llegado tan tarde, si salí incluso más temprano que de costumbre?

Estaba vistiéndome nuevamente cuando de pronto escuché algunos murmullos en el baño de chicas, era una dulce voz reconocible inmediatamente:

-¿Estas segura de lo que haces?

La respuesta no tuvo palabras, solamente un ruido que se asemejaba a una interferencia en la transmisora de una radio.

-Nos van a descubrir, además, me siento satisfecha

Aquel estrepitoso sonido por segunda vez.

-Vale, lo haré, pero éste será el último de este año

Una tercera respuesta...

-Tienes razón ya se me hizo tarde

Mi mente comenzó a especular, era posible que Violet haya matado al amigo de Yuli, es posible que estuviera loca, o simplemente mi mente me jugaba una de sus malas pasadas. Enseguida me di cuenta que aquella segunda opción era la más racional. Me lavé las manos con jabón y estuve a punto de salir del baño, cuando por fuera cruzó ella, corriendo para detener el ascensor, tendría que ser mi imaginación ¿cierto?

Cuando anunció la campana el cambio de asignatura, aproveché los quince minutos de receso que nos dejan los catedráticos para contarle a Danilo lo sucedido aquella mañana, bueno, tampoco es que le he contado con el mínimo de detalles, simplemente le dije que escuché a Violet hablando en el baño cosas raras, tampoco me preguntó nada sobre el tema y por el contrario desvió la conversación para darme un consejo:

-Anímese compita, llévela a comer, al cine, a donde sea pero haga algo, que se la van a ganar

-¿Tú crees, no será pronto?

-Pues el compa de afuera no piensa igual, mire

En el pasillo, entre las dos aulas, conversaba afablemente Violet con Miguel, él no parecía tan afectado por lo ocurrido a su mejor amigo, su amplia sonrisa delataba aquello. Ella simplemente se acomodaba el cabello a cada instante, como acicalándose ante la presencia de él, cliché típico de una mujer cuando ve a alguien que le gusta. Algo extraño, ya que Violet no es una mujer de clichés, mucho menos tan burdos como ese ¿Dónde estaba Yuli cuando se la necesita?

-Tienes razón Compa, tengo que tomar acción si quiero entrar a ruedo, apenas entre al salón y se aleje de ese tipo, la invitaré a salir

No pasó mucho tiempo para que terminaran su charla, sin embargo, al tiempo que ella entró, lo hizo también el profesor de Dialéctica y detrás de ellos, todos los compañeros. Tuve que esperar, como siempre, esperar, hasta el final de la clase para pedirle que se quedara un momento, esto claro al viejo estilo de los mensajes escritos en papel. Ella ha aceptado. Podría haberle pedido la cita a través del mismo canal, pero me ha parecido más digno hacerlo personalmente, cara a cara.

Fueron las dos horas y media más largas de mi vida que culminaron con miradas y gestos de apoyo por parte de Danilo y de unas palabras cruzadas entre Yuli y Violet:

-Yo te espero abajo-; se despidió Yuli

-Dale, anda nomas que luego voy

Terminé de guardar el cuaderno en mi mochila y me acerqué a la banca en donde ella se sienta todos los días, comencé a tartamudear:

-Vio...let...eh

-Dime Cristhian-; respondió con su dulce sonrisa y mirándome directamente con esos grandes ojos verdiazules

Cuanta intimidación puede provocar el grado perfecto y equilibrado entre la belleza interna y externa; a la vez estos mismos elementos, cuanto deseo y estimulante puede ser al momento de tomar decisiones, era ahora o nunca, después de esta no habría otra oportunidad, respire profundo y me lancé...