-Cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día, la vida se hace más aburrida y larga- suspira Sarah de manera negativa.
Salimos del edificio y nos paramos en la acera.
-¿Qué haces por las tardes para no aburrirte?
-Como, veo la tele y duermo- lo recuerdo a la perfección porque es lo que hago siempre.
-Entonces, ¿eres como un bebé?- dice tocándose la barbilla de manera divertida.
-Llámalo como quieras- río- Oye, ¿por qué no te vienes a mi casa esta noche y hacemos una fiesta de pijamas?
-Eso es de pijas- la fulmino con la mirada- Bueno, vale- empiezo a aplaudir cual niña pequeña- Oh, mira, tu avatar.
Volteo hacia ella confundida y parece notarlo- ¿Qué? Dijiste que no te gustaba lo de príncipe azul.
-Y yo te dije que Aaron no me gustaba- ruedo los ojos.
-Lo que sea- resopla- Anda, ve- me empuja sin esfuerzo hacia él, haciendo que choquemos.
-Qué manera más buena de saludarme- me guiña un ojo.
-No lo he hecho adrede, idiota- golpeo su brazo.
-¿Aceptarías hoy salir conmigo?
-Aaron, yo...
-¡No! Escúchame, ¿vale? Hoy iré a tu casa- intento protestar, pero me tapa la boca con su mano- Solo como amigos, para charlar y esas cosas que hacen los amigos. Y haremos una apuesta.
-¿Qué clase de apuesta?
-Haremos un concurso de quién come más guindillas en cinco minutos.
-Solo te aviso que me encanta todo lo relacionado con lo picante- sonrío orgullosa.
-¡Rayos! Pues...- mira al techo en un acto de estar pensando- ¡Cacahuetes! Sí, serán cacahuetes.
-¿Me lo estás diciendo en serio?- asiente- Pues, vale. Si gano, tendrás que dejar de venir a mi casa sin permiso y dejar de llamarme pequeña- lo apunto con mi dedo amenazante.
Alza las manos- Bien. Si yo gano, tendrás que salir conmigo a cenar todas las noches que yo quiera. ¿Trato hecho?- me tiende la mano.
Inflo mi nariz y mofletes y extiendo la mano- Trato hecho- me acerco a su oreja y le susurro- Te aseguro que perderás.
(...)
-¿En serio me vas a hacer pelar todos estos cacahuetes?- hace un puchero.
-Has tenido tú la idea- encojo los hombros- De todas maneras, ¿de verdad pensabas que me los iba a comer con la piel?
Tras media hora de Aaron pelando cacahuetes y yo viendo la televisión cómodamente, empezamos con aquella apuesta.
-Recuérdame por qué hacemos esto- comento.
-Por pasar mis noches junto a ti- lo miro aguantándome la risa- Muy bien, eso ha sonado demasiado mal.
-Uno, dos, tres... ¡Ya!
Empezamos a engullir como cerdos. Mis mofletes son ahora como los de una ardilla. En los siguientes dos minutos, un trozo de cacahuete entra mal en mi garganta y toso intensamente para poder expulsarlo.
-¡Gané!- levanta las manos en señal de victoria.
-¿Eso es lo que te preocupa ahora? ¡Casi me ahogo!
-En mi defensa puedo decir que soy muy sexy- alza las cejas repetidas veces.
-¿A qué viene eso?- pregunto confusa.
-Ahora saldrás conmigo cuando yo quiera- me guiña un ojo- Empezaremos hoy. Una velada a la luz de la luna, con...- lo interrumpo.
-Hoy no puedo. Tengo una fiesta de pijamas con Sarah- sonrío inocente.
-¡Se suponía que la apuesta era cuando yo quisiera!
-Se siente- encojo los hombros.
-Pues yo también me apunto.
-No- afirmo- Es una fiesta de "pijamas". O sea, solo- recalco esa palabra- "chicas"- hago comillas con los dedos.
Hace un puchero y se sienta de espaldas a mí. Ruedo los ojos y hago lo mismo.
(...)
Somethin' ' buot you makes
me feel like a
dangerous woman
Somethin' ' bout, somethin '
' bout, somethin ' ' bout
Makes me wanna
do things that I shouldn'tCanta Sarah el estribillo de Dangerous Woman a todo pulmón.
-Baja la música, vas a despertar a alguien- le grito para poder hacerme escuchar entre la música tan alta.
-Oh, vamos, estamos solas.
Cuando termina de sonar la canción, Sarah apaga la música y se dirige hacia mí.
-¿Qué te pasa?- sacudo la cabeza en respuesta negativa- Sé que te pasa algo. Te noto apagada, fuera de lugar.
-Me preocupa el estado de mi hermano- confieso.
-¿Otra vez con eso? Hillary, tu hermano va a estar bien. Te apuesto cinco dólares a que ya le han dado el alta.
-Emma me dijo que esperara su llamada, pero todavía no la ha hecho- digo cabizbaja.
-Pues eso es lo que debes de hacer, esperar esa llamada, no comerte la cabeza por todo este marrón.
-¿Cómo se llamaba tu pareja de baile?- intento cambiar de tema, ya que este me transmite curiosidad.
-Wow, a eso se le llama cambiar de tema radicalmente. ¿Para qué quieres saber eso?- dice nerviosa.
-Simplemente curiosidad- encojo los hombros.
-Lo siento, es difícil para mí, nunca le había contado todo esto a nadie.
-Vamos, solo es un nombre, es malo guardarse las cosas.
-Se lla-llamaba Trevor Grammy.
Y de mientras que ella sigue cantando y poniendo la música más alta, aprovecho y cojo un bolígrafo y me apunto el nombre de ese chico en la mano.
Tengo una idea para que estos dos se vuelvan a ver.
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|Frágil|® [TO #1]
RomancePrimer libro de la serie #TeamOhana. -No puedes ayudarme, estoy rota- digo cabizbaja. Lágrimas amenazan con salir, pero las retengo para no parecer débil. Pero bueno, llegados a este punto, nada me importa. -Pues déjame arreglarte- coge mi barbilla...