Capitulo 8: El destino no se equivoca.

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-Bien será mejor que me vaya- decía Goten a Bra, cerrando la puerta de la habitación de visitas en la cual había dejado a la pelirroja –Ya se tranquilizó y prometió que no los interrumpiría, pero aún así me gustaría te quedaras con ella, hasta que todo esto pase- le decía a Bra quien cruzada de brazos no podía ocultar su cara de disgusto.

-No es mi obligación ser guardiana de una persona que ni siquiera es bienvenida en mi casa, y mucho menos después de lo que le hizo a Maron- expresó con desprecio haciendo que Goten frunciera el cejo en desaprobación y Bra se sintiera avergonzada.

-Qué prejuiciosa eres, ella solo está en una situación muy incómoda, al igual que Maron y Trunks, pero sin amigos y sin su familia, deberías ser un poco más empática. Pero bueno cada quien como quiera ser, nos vemos- expreso el saiyajin con molestia para después salir volando por la terraza.

Bra sintió tristeza por lo que Goten le había dicho, pero sinceramente no le nacía ser amable con esa intrusa que había venido a arruinar la vida de dos personas importantes en su vida, su hermano y su mejor amiga. Maron en verdad le agradaba como cuñada, ella amaba a su hermano, no como otras que solo andaban con él por interés, ellos ya habían pasado por muchas cosas y quería que fueran felices juntos.

-Disculpa... en ¿dónde puedo conseguir un par de toallas limpias?- preguntó con amabilidad la pelirroja apenas asomando su cabeza tras la puerta.

Afff suspiro Bra , con desgano le hizo señas para que la siguiera y la pelirroja gustosa camino tras de ella.

-Tu debes ser Bra, ¿o me equivoco?- pregunto la chica con una sonrisa para romper el incómodo silencio –Trunks me platico mucho sobre ti, me dijo que eras su adorable hermanita y que habías cambiado el mundo de todos, especialmente el de tu padre- la chica comenzaba a parlotear, mientras Bra tomaba las toallas sin responder a su pregunta.

-Debes querer mucho a tu hermano...- continúo la pelirroja –¿Sabes? Yo tengo 7 hermanas y 5 hermanos- expresaba con sus dedos el número de hermanos que decía – Y a todos los amo con todo mi corazón, no se qué haría sin ellos...- continúo sin darse cuenta que Bra ya tenía una venita en su frente y comenzaba a exasperarse. La peliazul tempestivamente coloco las toallas en sus manos y preguntó.

-¿Sabes Ren?... porque así te llamas ¿verdad?- la joven asintió con la cabeza –Quizá en tu planeta te casaste con mi hermano por quién sabe qué estúpida razón, pero algo si quiero que te quede muy claro, mi hermano AMA A MARON y no es justo que vengas a entrometerte...- la peliazul comenzaba a caminar hacia su habitación – Y otra cosa Ren, no me interesa tu vida y el hecho de que estemos viviendo bajo el mismo techo y que tu "esposo" sea mi hermano significa que me interese ser tu amiga, así que será mejor que de ahora en adelante no me dirijas la palabra- Expresó por ultimo azotando la puerta de su habitación, la pelirroja solo suspiró, la noche no había sido en lo más mínimo parecida a lo que ella esperaba. Repentinamente escucho pasos en la escalera y ella se escondió tras la puerta de un baño para mirar de quien se trataba.

Era Trunks, el cual no se veía nada bien. A hurtadillas lo siguió hasta su habitación y con la puerta entreabierta se dispuso a espiarlo.

El joven sin encender las luces, se quito su saco y se sentó en la cama, con los brazos en sus piernas y la cabeza rendida parecía estar meditando lo sucedido, la chica trataba de buscar sus ojos pero sus cabellos lilas no le permitían ver su rostro.

Con desgano se quitó la camisa, quedando solo en camiseta dejando a la vista sus esculpidos brazos, esos brazos que en un tiempo la abrazaron fuertemente mientras que el joven prometía regresar por ella.

El sonido de unos zapatos siendo arrojados con furia al suelo, le hizo regresar de sus pensamientos. Trunks encendió su estéreo con el control remoto y se desplomó en la cama con los brazos abiertos, entonces la chica pudo divisar su rostro en medio de la oscuridad gracias a la luz que provenía de la calle, estaba segura que había lágrimas en los ojos de su amado.

Mi ex esposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora