Un grupo de chicas se sentó en las gradas de la pista de fútbol del polideportivo y comentaban y cotilleaban sobre los chicos que jugaban ahí todas las tardes.
Lina, una de las chicas, no quería unirse a las demás, y se dedicó a observarles en silencio a cada uno de ellos, escuchando los comentarios de sus amigas.Justo en el mismo instante, como si notase que Lina le miraba, Mario alzó la vista. Durante varios segundos, se quedaron mirándose fijamente, como dentro de su propia burbuja.
Mario se quedó hipnotizado con la mirada penetrante de Lina, y ella, con esos ojos tan grandes y oscuros de él.—¡Tío deja de acosar a la rubia, que estamos jugando!— dijo Sergio mientras él y todo el grupo de chicos reía.
Lina bajó la mirada, y disimuló con el móvil, pero Mario la volvió a mirar por un segundo, y pudo ver sus mejillas coloradas, y notó, por su rigidez, que estaba intentando disimular.
Esa noche, Lina decidió quedarse en casa. Mario salió con sus amigos, y se toparon con las chicas de las gradas, y se acordó de que entre ellas estaba Lina, pero esa noche, no estaba. Se quedaron cerca de ellas en los bancos de la plaza del pueblo, y él, cada cierto tiempo, miraba a ver si ella había aparecido, si es que llegaba más tarde, pero nunca vino.
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La vida, cómo cambia
RomanceMario y Lina, de 23 años, tienen muchos sueños por cumplir. Después de 3 años de relación, un trágico accidente cambiará sus vidas por completo. Esos sueños juntos ya no podrán cumplirse nunca, y Lina tendrá que tomar una muy difícil decisión.