¿Qué se siente estar rodeada de chicos guapos con personalidades totalmente distintas?
Una vida simple, donde las oportunidades son escasas y el triángulo amoroso cada vez está más tenso. Una joven chica se enamora del que cree ser el indicado.
Estábamos en el taxi, las nubes estaban muy grises, estaba segura que iba a llover.
-¿Te gustaría ir al parque?- me preguntó.
-No sería un buen momento, mira las nubes.
Miró por la ventana.
-Ahmm... claro... ¿Qué te parece ver una película?
-Ya ví una hoy... con Bieber... lo siento.
-Ah... vale- Bajó la mirada.
-Me gustaría pasar buen rato contigo- levanté su cabeza y besé su mejilla.
-Me parece perfecto- me besó.
Me acurruqué en sus brazos.
-Mañana te invito a cenar, ¿Qué te parece?- dijo animado.
-Me gusta la idea, ¿A qué hora?- sonreí.
-A las 5:30 pm, ¿Está bien?
-Sí, para tí tengo todo el tiempo libre, todos los días- jugué con su cabello.
Sonny miró detenidamente hacia fuera...
-Déjenos en esa esquina, por favor- le pidió al conductor, este asintió.
Me tomó de la mano y bajamos.
-Te mostraré algo...- Dijo mientras caminaba rápidamente.
Nos acercábamos a un parque algo descuidado, en el centro había una pileta de agua, sin agua.(xd). Al llegar nos sentamos en un banco, el único banco estable.
-...Este es un lugar muy especial para mí...- dijo en voz baja después de varios minutos.
Sólo lo miré.
-Este es uno de los parques al cual venía cuando era pequeño... Venía aquí cada vez que los chicos de mi antigua escuela me molestaban, Aquí sentía como si volviera a nacer, como si no tuviera problemas, duró poco, pues me mudé a otra ciudad, pero he vuelto para recordar los viejos tiempos; siempre vengo aquí solo, no tenía la fuerza para contarle a alguien más sobre lo que me pasaba antes, pero llegaste tú, y en tan poco tiempo ya siento que eres alguien importante en mi vida.
En cada palabra bajaba la mirada, daba un suspiro y me miraba a los ojos.
Sentía como si cada una de sus palabras fueran del alma, como si estuviera confesando su más profundo secreto, y bueno, lo era.
Al terminar de contarme su vida pasada, su mirada se tornó triste, apagada. Mi única reacción fue abrazarlo.
-Te mantuviste fuerte, e intentaste ignorar lo malos comentarios. Mírate ahora, un hombre guapo, inteligente, y con un gran talento en la música- acaricié su mejilla.
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Sonrió y rodeó mi cintura con sus brazos. Estuvimos así varios minutos.
