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Ya estaba atardeciendo, y las nubes aún se veían amenazantes.

-Hoy te quedarás en mi casa- apretó mis mejillas.

-¿Y eso?

-Quiero que estés conmigo- me acercó a él.

-¡Oye!- sonreí- Cómo eres eh.

-¿Qué? Esta pelirroja bonita es solo mía- me besó brevemente.

-¿Qué? Esta pelirroja bonita es solo mía- me besó brevemente

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Le sonreí tímidamente.

Algunas gotas comenzaban a caer, pero Sonny me cubrió con su chaqueta.

-Vamos, enana- me agarró de la cintura y nos dirigimos a su casa.

Nos tomó tiempo llegar allí, así que quedamos bien mojados.
Cuando ya estabamos entrando, mi hombre fué rápidamente a buscar una toalla y unas camisetas.

-No quiero que te enfermes- comenzó secándome suavemente el rostro.

Sólo lo miré y le sonreí.

-Bonita- besó mi frente.

-Ve a cambiarte, yo me seco...

-Bueno, allí te dejé ropa, para que te cambies, hay una habitación a la derecha- subió por las escaleras.

-Gracias...

Fuí a la habitación y cerré la puerta, me quité la ropa mojada y me puse unas prendas deportivas de hombre.
Tomé la ropa mojada, salí de la habitación y esperé a que él bajara.

Unos minutos más tarde él bajó, secándose el cabello.

-¿Dónde dejo esto?

-Préstamelo, lo iré a dejar en la secadora- la tomó y fue a dejarla en la secadora.

Cuando él volvió, yo estaba sentada en el sofá, peinando mi cabello.

-¿Quieres algo caliente?- me preguntó.

-No... Ven, acompáñame.

Se sentó a mi lado y me abrazó.
Yo me acurruqué lo que más pude cerca de él.

Prendió la televisión y puso una película de terror.

-¿De terror? ¿Por qué?- lo miré haciendo puchero.

-¿Miedo? Que tierna eres- acarició mi mejilla.

-No...,Me aburren.

-Seguro- dijo con sarcasmo.

-Es cierto- le dí un pequeño golpe.

-Te ves tierna con mi buzo, me gusta mas que tu provocativo uniforme de coctelera, te miran mucho.

-Quizá use pantalones de ahora en adelante.

-Ni quiero que vean tus nalgas- me dió una palmada.

-¿Ahora quieres que vaya de monja a trabajar?- lo miré.

-Si es posible, sí.

-¡Oye! No iré así- me reincorporé y me crucé de brazos simulando estar enfadada.

-Enojona, no quiero que te miren esos pervertidos del pub- me agarró de la cintura y me acercó a él.

-No me miran...

Me puse en sus piernas y lo abracé fuerte.

-Tu eres el único que hace eso, y de muchas formas- sonreí.

-Tu eres el único que hace eso, y de muchas formas- sonreí

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•BAD MAN• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora