Estaba en la sala, casi arracandome el cabello. Estaba sola, aunque no tardaba nada en llegar mi mamá... No sabía que le diría. Podía decir naturalmente: «Mamá, estoy embarazada». Y estaba claro que mi mamá no actuaría de la mejor manera. La conozco.
La puerta sonó. Era mi mamá llegando del supermercado. Respiraba agitadamente.
«Mierda», pensé
—Hola —saludó mi mamá, acercándose a mi para saludarme. Ay no, no quiero... Pero tengo que.
—Hola, mamá —dije tratando de sonar lo más natural que pudiera. Inhala, exhala, inhala, exhala.
—¿Que me querías decir? —preguntó mi mamá dejando las bolsas en la mesa. Estoy tan nerviosa.
—Mamá no te vayas a enojar —suspiré—, estoy...
—Nina, ya dilo, chingada madre —me dijo caminando hacía mi. Estaba enojada... Se notaba.
—Estoy embarazada —susurre. Genial, lo dije.
—¿Qué? —preguntó, confundida. No había hablado muy fuerte...
—¡Que estoy embarazada! —grité desesperada. Ya estaba lo había dicho... No podía creer que había tenido valor para esto... No creí poder hacerlo.
La cara de mi mamá era todo un poema. No articulaba palabra alguna. Hacía que me pusiera más nerviosa...
—¿Es, es una broma, verdad? —me preguntó, anonadada.
—No —contesté, jugando con mis dedos—. No lo es, mamá —susurré.
—De acuerdo —dijo, furiosa—. Vete.
¿Qué acababa de decir?
—¡Que te vayas, te dije! —me gritó, sin ningún sentimiento.
Me puse triste, era obvio, me acababa de correr... No me lo creía. Pero su cara lo decía todo: Me odiaba. Solté una lágrima. Me la limpie rápidamente... No dejaría que me viera llorar. No.
—Iré... Iré por mis cosas—le dije, acercándome a las escaleras. Ella rápidamente me tapó la pasada.
—Sin tus cosas, todo lo he comprado yo, ¿verdad?—me preguntó, y asentí débilmente—. No te llevarás nada.
Yo me quede aquí. Vaya, era peor de lo que me esperaba. Ella caminó hacía la puerta, y la abrió. Caminé lentamente hacía ella. Pensé que mi mamá actuaría mejor... Creí que me apoyaría. Que equivocada estaba.
Solamente crucé la puerta, la azotó detrás de mi. Después escuche sollozos, eran de mi mamá. Me partía el alma escuchar todo esto. Le causé un gran dolor a ella... Pensé que me ayudaría, que entendería.
No quería llorar, no quería. Pero sentía como mis ojos picaban... Tenía que demostrar que soy fuerte. Recordé que llevaba mi celular en el pantalón. Lo saqué, no sabía que hacer. Tal vez..., preguntar a mis amigas si me podía quedar con ellas. Si.
Le llamé a mis tres amigas, ellas se pusieron tristes. Odiaba dar pena. Las tres me dijeron lo mismo: "Si por mi fuera, si dejaría que te quedarás aquí... Pero mis padres no me dejarían". Yo les dije que no importaba, conseguiría ayuda.
Fue cuando recordé. «Alonso». Saqué rápidamente mi celular, marqué su número y a los dos pitidos me contestó.
«—¿Alo, Nina? —escuché su voz del otro lado de la línea.
—¿Si, Alonso? Este... —me quedé callada. No había pensado en que decir.
—¿Nina? ¿Estás bien, qué pasa? —me preguntó preocupado.
—Alonso... Mi mamá me acaba de correr de mi casa —le dije, con un hilo de voz—. Y, no tengo a donde ir.
—¿Estás diciendo, qué...?
—Si me podía quedar contigo un tiempo, por favor —me limpié con la manga la lágrima que brotaba de mi ojo.
—¿Cómo? He, claro... Yo, este... Nos vemos en el parque —me dijo y colgó.»
¿Parque? ¿Cuál? Oh, claro... El que esta cerca de mi casa... Debe estar a unos diez minutos a pie.
Me dirigí al parque. No entendía porque se lo había pedido a Alonso... ¡Ni siquiera lo conozco en persona! Por Dios, Nina. Pero bueno. Solamente puedo pensar en el bebé... Llegué al parque, más no veía a Alonso. ¿Cómo estaba tan segura que vendría? Tranquila, Nina.
Cuando, veo a un chico, de cabellos blancos-rubios, de mi estatura. Era guapo. ¿Era Alonso? Creo que si... Así se veía en la foto que me mando. Se acercaba a mi. Mierda. Si era el.
Ya estando frente a mi. El chico que me contacto por mensajes, el chico que creía un lunático, el chico que me hacía sexting... Por fin lo veía. Sonreí inconscientemente. El también lo hizo.
—¿Nos vamos? —me preguntó. Yo asentí—.¿Y tus cosas?
—Mi mamá me prohibió traerme mis cosas —susurré. El asintió levemente.
—He, bueno... Vamos —asentí.
Caminamos un rato, no mucho. Pero para el lado contrario de mi casa. Ninguno de los dos hablaba. Era un poco incomodo, pero, ¿qué decía? El me ha mostrado su ayuda desde que le conté por mensaje que estaba embarazada. El siempre me dijo que me apoyaría... Y ahora se que es cierto. Tal vez sea un violador-psicópata, pero ya estoy en la calle. Que más da.
Llegamos a su casa. Era muy hermosa por fuera. No era taan grande, pero se veía cómoda. Cruzamos el jardín, todavía en silencio. Después el abrió la puerta, sonrojado. Yo me quedé allí. No entré.
—¿Pasa algo? —preguntó, sacándome de mi trance. Yo sacudí levemente la cabeza. E hice lo más estúpido: lo abrace.
El al principió se asustó, pero después correspondió a mi abrazo.
—Gracias —le susurré—. Por todo.
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⚠ Sexting ⚠ (Alonso Villalpando)
FanfictionÉl copió su número. Ella recibió un mensaje. Él hacía Sexting. Ella estaba asustada. Desconocido: Te veías bien con ese vestido, resaltaba tus senos. 11:34 ✔✔ Nina: ¿Quién eres? ¿Por qué tienes mi número? 11:35 ✔✔ Ba...