Él copió su número.
Ella recibió un mensaje.
Él hacía Sexting.
Ella estaba asustada.
Desconocido: Te veías bien con ese vestido, resaltaba tus senos. 11:34 ✔✔
Nina: ¿Quién eres? ¿Por qué tienes mi número? 11:35 ✔✔
Ba...
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―Ya esta la cena ― dije tímida.
Me ofrecí a hacer la cena, era lo mínimo que podía hacer por Alonso, no soy la mejor cocinando pero quise intentarlo, por mi parte era un gesto muy lindo, obvio no se compara con lo que el hizo; ayudarme, apoyarme, y recogerme en esta situación.
―¡Comida! ― exclamó sonriente. Volte a verlo, y me di cuenta de algo, su sonrisa era magnifica, realmente sorprendente.
―Ten, espero y te guste, pero de una vez te aviso no soy buena cocinera ― dije dejando el plato con comida en la mesa y sentandome a un lado de el.
―No esta nada mal, pero no debiste hacer la cena ―dijo probando un pedazo de mi comida.
―¿Pero por qué? ―pregunté confundida.
―Yo te debería de atender, y estas embarazada ―contestó riendo por mi cara de confundida
―¡Oye! Estoy embaraza, más no paralitica ―me reí.
―Si te pasa algo no me lo perdono ―dijo tomando un sorbo de su bebida
―¿Siempre eres así? ―pregunté en un susurro
―¿Así como? ―me miró fijamente.
―Tan bueno, amigable, y sobreprotector ―contesté evitando su mirada
―Cuando alguien me interesa, si.
Después de su respuesta me quede callada, solo comía, era reconfortante saber que una persona me quería, y me apoyaba en cualquier momento, que el no me dejaría ante cualquier situación.
Acabé de comer y me levanté de la mesa para dejar el plato y le vaso en el fregadero, escuche el rechinido de la silla, lo que indicaba que Alonso había acabado y venía para acá.
―Yo lavó los platos ―dijimos los dos al unisono, después de decir eso, los dos reímos.
―Yo los lavó ―dijo Alonso.
―No, yo ―contesté poniendonos en contra.
― Yo ―dijo por milésima vez.
―Los dos, ¿si?
―Okey, tu los enjabonas y yo los enjuago.
―Vale, ten este ―dije entregandole un plato, eran muchos ya que se notaba que no había lavado los platos de su desayuno y comida
Le iba entregando plato por plato, y vaso por vaso, era divertido trabajar los dos juntos, hasta que a Alonso se le ocurrió la grandiosa idea de mojarme.
―¿Qué diablos te pasa? ―le pregunté tallandome los ojos.
―¿A mi? nada ―dijo riendo.
― Ah, ¿así que quieres jugar? pues toma ―dije aventándole jabón, por todo el cuerpo.
―Que mala jovencita ―y así comenzó la guerra, cada uno atacaba con lo que tenía al alcance, el agua, y yo jabón, era tan divertido jugar con el, nunca me había divertido tanto como hasta ahorita, estuve a punto de aventarle jabón, cuando sonó mi celular.
―Espérame, ya déjame ― dije riendo como una foca literal.
―¿Bueno?
―Nina, quiero verte ―dijo y en ese momento un escalofrío se hizo presente por todo mi cuerpo.
―¿Qué quieres? ―contesté totalmente fría, no podía sonar calida con una señora que no me apoyo en un momento difícil
―Quiero verte, mañana en el parque a las 3:00 de la tarde, tenemos que hablar ―dijo mi "madre"
