El demonio del fin del mundo. (Percy Jackson y tú). [PAUSADA]

Capítulo 6. La habitación secreta.

- ¡Un poco de actuación te pedí! ¡Y de nuevo me fallaste! -Tomó su cabeza con su mano derecha.

- Lo siento mi señor...

- No -lo interrumpió mirándolo fijamente-. No quiero verte más hasta que tengas a la chica y al mundo en tus manos -el muchacho sin sacar la vista del suelo no respondió-. Es la última oportunidad de heredar el trono, sabes que en algún momento será mi fin y alguien deberá tomar mi lugar -el hombre arrodillado asintió-. Te dejaré tranquilo, pero acuérdate que es tu última oportunidad.

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Percy no volvió a aparecer. Ni siquiera lo veía rondando por el campamento y no fui la única en notarlo. Junto a Annie y Grover, decidimos ir con Quiron y preguntarle acerca de él, si salió del campamento es el único que lo sabría. Desafortunadamente -y sin olvidar, un poco extraño-, Quiron nos contó que a Percy lo vio por última vez ayer a la noche. Los tres nos miramos confundidos, miré a Quiron y le pregunté si podíamos salir en busca de él, dudó sin embargo nos dejó. Fue muy extraño.

Agarramos nuestras cosas y a nosotros se unió mi protectora, Julie. Los cuatro salimos hacia la ciudad de Nueva York en busca de Percy. Las imágenes de nuestra pelea aparecieron en mi mente haciendo que unas cuantas lágrimas cayeran. Julie me vio y en el instante se paró a mi lado como los demás lo hicieron al vernos.

- ¿¿Qué te pasa?? -Me agarró de ambos hombros.

- Nada Julie...

- No, nada no -me interrumpió-. Algo te pasa, no podes llorar por nada.

- Quiero hablar sola -Julie miró a los chicos.

- Las esperamos en la cafetería -nos dijo Annabeth.

- Cuéntame -me ordenó mi amiga que no dejaba de verme fijamente a los ojos.

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Narrador Ian:

Tantas cosas en un día, me sentía exhausto. Seguramente se me notaban las ojeras por no haber descansado bien. Tenía una misión y no la cumplí, todo se fue cuesta abajo. Ya no sabía cómo recompensar a mi Rey, había perdido la oportunidad de tener en mis manos a la chica y no fue así. Tomé un trago de mi bebida y seguí pensando en como volver a tener a _____.

Mientras intentaba concentrarme en lo que pasaba en mi alrededor, un par de chicos entraron a la cafetería para luego acercarse a mi.

- Hey -me dijo el muchacho apoyándose en la barra-, queremos cuatro cafés medianos.

- ¿Cuatro? -Lo miré confuso y busqué con la mirada el otro par.

- Ahora vienen -me sonrió la rubia.