Capítulo 12. La ilusión.

991 68 1
                                    

Todos lo miramos sorprendidos por lo que había dicho, ya no era Hans ahora era de nuevo Farnok y era mucho más temible. Annabeth apretó fuerte la piedra evitando tirarse hacia él, todos lo apuntaban con sus armas excepto yo, no sé por qué no podía mover ningún músculo mío. Era imposible, parecía como si miles de sogas me rodearán cada parte de mi cuerpo. 

- Puedo ver miedo en sus ojos -me miró- y en los tuyos veo el doble -se acercó-. 

- No es cierto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- No es cierto...-dije alejándome unos pasos.

- No me mientas, siento tu dolor, como el de los demás y el del mundo entero -se volvió a acercarse-. Sé su punto débil y el tuyo...

Todo se hizo oscuridad. Los chicos desaparecieron junto a Farnok. Por fin pude moverme, pero no sabía hacia dónde. Caminé hacia un rumbo desconocido cuando empecé a escuchar susurros inentendibles. Aún así no me detuvo en ningún momento. Hasta que vi una pequeña luz aparecer justo en frente de mi. Era pequeña, los susurros venían de adentro de ella. Pasé mi mano por ella y ésta traspasó la luz. En ese momento me di cuenta que era un portal. 

Decidí pasar por él y así ver a dónde me llevaría.  Los susurros aumentaban, la luz blanca se volvía más clara dejando ver toda una ciudad. Era Nueva York, pero ni un segundo pude disfrutarlo porque en el otro segundo todo cambió, los edificios estaban destruidos, ni un alma habitaba aquella ciudad...Hasta que vi a alguien caminar hacia mi, era Farnok, estaba sonriendo y sus ojos estaban negros. Me alejé unos pasos pero él fue más rápido y apareció frente mío. 

- No vas a huir de mí -rió-. Ya te encuentras en mis manos...

- No te tengo miedo Farnok -acerqué mi cara a la de él.

- Entonces lo probaremos.

Y desapareció. En cada parte de la ciudad había un cuerpo de alguna persona, sin mostrar miedo caminé por donde lo estaba haciendo antes encontrándome más y más cuerpos sin vida. Y cuando vi a los siete cuerpos que menos me esperaba, todo mi aliento salió de una sola vez de mi cuerpo, mis manos empezaron a sudar, mis piernas dejaron de tener fuerza haciendo que caiga y de mis ojos salgan lágrimas. Sabía que todo eso era un truco de Farnok, pero aún así lloré sin tener tristeza. 

- Yo tenía razón, sabía cuál era tu peor pesadilla...la muerte de todos tus seres queridos.

- ¡Ya basta! -Grité tapando mi cara.

- Sé que estás llorando y te tapas para que no te vea, eres una maldita niña -se puso frente de mi y agachó su cara-, que no tiene ni una gota de valentía -eso último lo susurró en mi oído.

Grité con todas mis fuerzas y con mi puño le pegué en medio de su cara. Él quedó medio agachado mientras se tapa la nariz, lo había lastimado y eso me hacía sentir mejor. 

- Aunque me hayas lastimado, no significa que seas valiente, cualquiera lo haría -me miró.

- Peleare contigo si es lo que quieres, pero no metas a mis amigos...

El demonio del fin del mundo. (Percy Jackson y tú). [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora