Cambio De Papeles

CAPITULO 4

La chica comenzó a caminar hacia el fondo de la casa y cada vez que caminaba más, me daba cuenta que probablemente si no estuviera siguiendo a la chica, probablemente me perdería en la enorme casa, llegamos a una puerta grande y junto a ella una mesa larga y blanca, con un computador y una silla, la chica se sentó en la silla, tomó unos papeles y comenzó a leerlos, mientras yo la observaba.

–Puedes seguir, el señor Clarck te está esperando.

–¡Oh si! Claro– abrí la gran puerta y un ruido se escuchó por toda la habitación.

–Mi nombre es Cecilia, por si necesita algo– dijo con una sonrisa.

–Gracias – dije finalmente para entrar a la habitación y cerrar la puerta.

Era bastante grande la oficina, comencé a admirarla mientras caminaba hacia el fondo, las ventanas era muy grandes, al otro lado de la habitación estaba repleta de libros, comencé a admirar los libros, hasta llegar al final de la oficina donde había dos sillones medianos color negro, un gran escritor lleno de papeles y una silla de cuero negro, seguí admirando la habitación y me fijé en un piano que se encontraba, sonreí melancólica y me senté, toqué las teclas del piano y muchos recuerdos vinieron a mi mente, había una partitura, así que la tomé y me dispuse a tocar.

Tantos recuerdos venían a mí y una lágrima cayó, mojando mi mejilla, hasta que fui interrumpida por el ruido de otra puerta abriéndose.

- Ya hablamos de esto Jason, además, ya está decidido- llevé mi mirada hacia otra puerta,
donde apareció un hombre de unos 47 años.

Tomé la partitura y la puse
en su lugar y me levanté rápidamente del piano, el hombre dirigió su vista hacia mí.

–Mucho gusto, señor Clarck mi nombre es...

–Isabella...-dijo mientras me veía aún sorprendido- Lo siento, siéntate – dijo mientras salía de su trance y cerraba la puerta para finalmente sentarse en la silla de cuero– Te ves diferente Isabella.

–¿Muchas gracias?

–Bueno supongo que Michael te contó sobre lo que tienes que hacer ¿verdad?-Me dijo sonriendo.

–Así es, señor Clarck, cuidar a su rebelde hijo que no sabe ni comer solo-dije volteando los ojos y luego recordé que él, era su padre– ¡Oh! Disculpe señor Clarck es sin ofender– a lo que el río.
–No te preocupes Isabella, bueno Isabella, estaré fuera del país durante 3 meses, por lo que tú, te quedarás protegiendo a Jason, pero para que sea de tu agrado, tengo unas cosas preparadas para tí– dijo mientras se levantaba y se dirigía hacia la puerta por la que entré  minutos antes.

Abrió la gran puerta y yo me limité a seguirlo, con una gran sonrisa caminó por toda la casa, bajó las escaleras y caminó por un largo pasillo, llegamos a una puerta, se volteó mirándome y abrió la puerta.

–Después de ti, Isabella.

Entré a la habitación y me quedé sorprendida, era una habitación gigante, tenía dos grandes ventanas, la cama en el centro, dos mesitas pequeña a los lados,un estante pequeño con libros, una laptop encima de un escritorio negro y dos puertas al fondo.

–¿Te gusta?

–Me encanta señor Clarck, no tenía que haberse molestado.

Sonrió una vez más y se dirigió a la puerta de la izquierda, al abrirla me encontré con un baño enorme, después se dirigió hacia la puerta de la derecha y la abrió, entré y me encontré con una habitación para entrenar, era como un mini gimnasio había de todo.

–Espero que te guste, pensé que te podría gustar un lugar en el que practicar, ven, sígueme.

Salimos de la habitación y subimos de nuevo, caminó por otro pasillo y bajó otras escaleras, era un garaje bastante grande, habían 8 tipos de carros diferentes, caminó hacia el fondo dejando ver una motocicleta bellísima, sólo me limité a abrir la boca de lo sorprendida que estaba.

–Sé que Michael no te deja conducirla, pero él no está aquí– Sonrió.

–Esto es mil veces más de lo que esperaba, señor Clarck.

–No es nada, mira Isabella quiero que tengas esto– dijo mientras me entregaba un celular nuevo de su bolsillo.

–Oh no, no, no, no señor, no puedo aceptarlo.

–Es sólo una muestra de agradecimiento.

Tomé el celular y volvimos a subir las escaleras, estaba más feliz que nunca nos dirigimos hacia la cocina y tengo que decir que era mil veces mas grande que la mía, una señora como de 43 años salió detrás del señor Clarck.

–Isabella, Te presento a Martha, es la cocinera y la ama de llaves te ayudará en lo que sea.

–Un placer, soy Isabella Holt– Sonreí.

Después de un rato hablando con el señor Clarck le agradecí nuevamente por todo y me informó que se iría mañana, antes de ir a acomodar mis cosas me dijo.

–Isabella, tu chofer, puede venir cuando quiera, supongo que es tu amigo.

–Si, seguro, señor Clarck– me encaminé hacia las escaleras.

–Una cosa más Isabella, llámame Marcus, por favor.

–Esta bien.... Marcus– sonreí una vez más y cuando puse un pie en la primera escalera un fuerte ruido se escuchó de la sala.

¡Hola! Jason aparecerá en el siguiente capítulo 7u7 nos leemos luego ¡Bais! <3
Darling, fuera.