Capítulo 9

1K 84 22
                                    

Hola lectores, aquí les traigo un nuevo cap como celebración de los 100 votos! Sé que llevo mucho tiempo sin escribir y espero que valga la pena la espera.

Lean!

▲▲▲▲▲▲▲▲▲▲▼▼▼▼▼▼▼▼▼▼

Alyssa se estaba vistiendo para ir al instituto cuando sonó el timbre de su puerta. Abrió y se encontró con un Cyril en vaqueros y una camisa que se le ceñía a ese cuerpo delgado suyo.

- Oh...pensaba que ya habrías terminado.

- ¿Por qué lo dices? - Ella quería jugar, sabía perfectamente por qué lo decía.

- Bueno, estás a medio vestir.

Alyssa solo llevaba puesto un jersey, sus piernas desnudas y braguitas de encaje al descubierto.

Se apoyó en la puerta y le dio una mirada de "por favor".

- ¿Me dejas pasar?

Alyssa se apartó con una desgana propia de alguien que lleva todo el peso del mundo sobre sus hombros.

- Vamos a llegar tarde.

Él la miró con una chispa en sus ojos cristalinos.

- Como si eso te importara. -

Alyssa lo fulminó con la mirada pero antes de que pudiera decir algo, el continuó.- Hoy no llegaremos tarde porque no vamos a ir.

- Oh, el doble repetidor se va a saltar clases.

- Y su novia también. Venga, ponte unos pantalones y salimos.

- ¿Y si no quiero ir?

- Bueno, pues coges el camino y llegas tarde a tu amado instituto.

Alyssa pensó en arrancarle el brazo con los dientes, pero desechó la idea porque con un brazo menos se podían hacer muchas menos cosas de las que ella quería hacer con Cyril.

Se metió en su cuarto y se puso unos pantalones de camuflaje bajos, que con ese jersey dejaban ver parte de su vientre.

Entró en el salón y cruzó la estancia hasta la puerta.

- ¿A qué esperas?

Él se levantó y bajaron las pocas escaleras juntos. Al levantar la cabeza, Alyssa se encontró con una moto de las grandes, de esas que a ella le encantaban por duras y brillantes.

- ¿Es tuya?

Cyril mostró todos sus dientes en una sonrisa triunfante.

- Toda mía. Como tú.

Alyssa no supo cómo ni por qué pero se sonrojó. Con él era con el único tío con el que se ruborizaba.

- Vamos, no necesitarás que yo te ayude a subirte, ¿verdad?

Ella clavó sus ojos en los suyos y se subió elegantemente a la moto.

- Creo que tu vas detrás. - dijo Cyril.

- Móntate ya o arranco te dejo aquí. - contestó ella

Él se montó atrás obedientemente y le dijo al oído:

- Como algo le pase a mi moto te haré gritar.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Alyssa. Dios, eso había sonado tan sexy. Y su aliento en la oreja... Se sintió húmeda por solo esas palabras. No podía imaginar lo que sentiría al tenerlo dentro.

- ¿Ya no puedes arrancar? No sabía que te dejaba tan paralizada.

- Cállate, es que no encontraba las marchas.

- Lo que tú digas.

Alyssa arrancó por fin y cogió velocidad en tan poco tiempo que Cyril no paraba de pedirle que frenara.

- ¿No decías que no podía arrancar? Ahora te arrancaré a ti del asiento, imbécil.

Escuchó su risa por un momento y aceleró aún más.

Tenía 16 años, por supuesto no podía conducir, pero su apariencia madura y sus dotes persuasivas habían hecho que cogiera coches y motos casi todos los días. La habían parado más de una vez, pero cuando no funcionaba eso de decir que se le había olvidado el carné, tocaba muy sugerentemente a los policías. Todos acaban sucumbiendo a sus encantos, y por eso no tenía ni una multa. Cuando le tocara alguna policía mujer ya se las ingeniaría.

Ella tenía una honda roja y negra, pero solía coger el Audi de su madre, que ahora era de ella. Y para Alyssa la moto que conducía en estos instantes era una gozada. Se sentía tan bien. Poderosa y libre. Como era ella.

Sintió el aliento de Cyril en su mejilla.

- Para aquí preciosa.

Ella se iba a dar la vuelta para escupirle cuando se vio obligada a parar porque se acababa la carretera.

Se bajaron ambos de la moto y Cyril habló:

- Me parece que no sabías muy bien a dónde íbamos. Pero, ahora, si me disculpas, yo llevo la moto y tu vas detrás.

Alyssa se resignó y se montó detrás.

Apoyó las manos en los extremos de la moto y Cyril no lo dejó pasar.

- ¿No te agarras?

- Estoy agarrada a la moto.

Él se dio la vuelta, cogió los brazos de ella y los puso alrededor de su cintura.

- Así es como te tienes que agarrar. - Y arrancó.

Alyssa no pudo evitar sonreír desde atrás, de nuevo se había ruborizado. Cada palabra, cada mirada y sobre todo cada toque de él provocaba que algo en su pecho se encogiera.

Apoyó la cabeza en su espalda y cerró los ojos, sin perder la sonrisa.

▲▲▲▲▲▲▲▲▲▼▼▼▼▼▼▼▼▼

Espero que les haya gustado!

Ya saben que agradezco mucho los votos y comentarios.

Comenten sus impresiones y si quieren que siga la historia!

Gracias.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 11, 2013 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Sin respiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora