➡Punto De Quiebre⬅

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¿Cuanto tiempo había pasado? Ni si quiera Tadashi se había podido dar cuenta, se levantó con algo de esfuerzo de su cama y bajo para comer el desayuno que su amada madre le había preparado con cariño. Su celular empezó a sonar y despreocupado contesto.

—¿Bueno...? — hablo mientras llevaba un bocado hacia su boca.

"—Hola Yamaguchi!—" se escucharon regaños de fondo y varias risas, Tadashi sonrió al darse cuenta que se trataba de sus amigos

—¿Como están chicos?— siguió comiendo tranquilamente con una sonrisa

"—Ah bueno... Ugh... ¡No es justo! ¡Era mi turno!—"

"—¿Te encuentras mejor Yamaguchi?—" era la mamá del equipo, esta vez le había quitado el teléfono al pobre de Hinata causando algo de risa en el pecoso. 

—Si! El lunes estaré como siempre— sonrió levemente —No tienen porque seguir preocupándose...— se rasco la cabeza avergonzado.

"—¡Nada de eso Yama! Más que un equipo, somos una familia—" se escuchó un suspiro en la otra línea "—Bueno, te dejamos para que descanses ¡Hasta el lunes!—" se corto la llamada, el chico sintió una calidez en su pecho pero aún tenía una pregunta en su mente...¿Donde esta Tsukki? Intento sacarse esa pregunta de su mente pero le seguía atormentando.

El pecoso estaba cansado de estar encerrado en su casa, que mejor que ir a comprar un helado y disfrutarlo en el parque. Que buena idea, sonrió para sí mismo.

Siempre le había gustado aquel parque, le traía buenos recuerdos, había ocasiones donde Hinata y Kageyama lo acompañaban para practicar su saque al igual que su querido amigo Tsukki. Esta vez Yamaguchi se había comprado un helado de Vainilla, quería disfrutarlo en silencio así que se alejo un poco de la sociedad.

Jugaba un poco con su celular y apreciaba el atardecer, todo era perfecto en ese momento hasta que cruzo de nuevo esa pregunta ¿Ya no le importó a Tsukki? El vaso dentro de Yamaguchi se rompió.

No sabia que era lo que estaba viendo, hasta hace unos momentos el disfrutaba de todo sin embargo... ¿Porque Tsukki no le había dicho que salía con Kuroo? Lo que menos quería el pecoso era verlos besuquiandose.

¿Tan poco importante era Yamaguchi en su vida? Todo el tiempo él lo apoyaba incondicionalmente, sin importarle la mierda de persona que era, lo apoyo en las buenas y en las malas y ahora ni confianza le tenía...

Yamaguchi se retiró de aquel lugar, no creyó que notarán su presencia pues siguieron con lo suyo. Llego a su casa y fue recibido por una cálida sonrisa de su madre pero él no pudo devolversela.

—Mamá, hoy dormire sin comer— sonrió algo forzado

—Es... Esta bien— suspiro —Si tienes algún problema puedes confiar en mi— Yamaguchi asintió y se dio media vuelta para ir hacia su cuarto. Se asomo por la ventana y volteo a ver la media luna.

—Este... Sera el final... ¿No?— pronto se empezó ahogar en lágrimas, necesitaba librar todo el dolor que sentía en su pecho, al final de todo la luna era su única amiga, alguien que no le lastimaria...

—Después de esta noche... ¿Me ayudaras a eliminar cualquier sentimiento por Tsukki...shima?— levanto la mirada y sintió una leve brisa cálida, era su seguridad. Ya no sería una carga de nuevo, mucho menos seria la sombra de alguien. Era el punto de quiebre de Yamaguchi, pero saldría de allí sea como sea.


Jooo, que hay truenos y me muero de miedo ;-;
Espero que les haya gustado! =3=
Se despide Mika :v

Bajo La Luna [TsukiYama]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora