Mi agridulce amor【Triángulo Amoroso】

Las chicas son difíciles de entender - Ƙσтαяσυ

Tsk, ¿Por qué Hina le presta tanta atención a ese chico? ¡Él no tiene nada bueno! 

De nuevo, mis pensamientos eran los que irrumpían en mi mente mientras se suponía que mi atención debía estar dirigida a la clase.

Pero no importaba que tanto pensará en aquel asunto, no lograba encontrar una respuesta. Hina se la pasaba acosando a Ayase, siempre trataba de encontrar excusas para pasar tiempo con él... Y eso no hacía más que molestarme. 

Maldita sea, ¿Qué era lo que veía Hina en él? Era lo más que obvio que ese tal Ayase no tenía ningún interés en ella, y aparte no era nada apuesto... incluso lucía como una chica.

¿Acaso ese es el tipo de chicos que le atrae a Hina...?

- ¡Hey, hey, Enomoto! - Escuché la voz de Arisa Takamizawa sacándome de mis conflictivos pensamientos. Miré a mi alrededor, el aula estaba casi vacía. Noté que justo al lado de la puerta del salón se encontraban Hina y Ayase hablando. 

Me dirigí a Takamizawa mientras soltaba un suspiro y un bufido.

¿Esta vez qué querrá? 

Ella me miró con su sonrisa burlona y acerco más a mí, casi susurrándome. - ¿Acaso a Setoguchi-san le gusta  Ayase?

Al tomarme esa pregunta por sorpresa di un respingo, después le miré con el ceño fruncido.

¿Por qué rayos yo sabría algo como eso? ¡Además! N-No creo que ella guste de él, ¿cierto?

-  ¡Tsk! ¿Qué clase de pregunta es esa? ¡U-Una chica como ella se buscaría algo mejor! - Fue lo único que logré balbucear, trataba de convercerme de aquellas palabras.

- ¿Uh? ¡Eso no me parece a mí! - Me decía mientras observaba con una sonrisa como platicaban afuera del aula. - Parecen llevarse realmente bien.

- Tsk, ¡Yo no sé! ¡No me preguntes a mí! - Decía mientras tomaba mis cosas y salía del salón por la otra puerta. 

Esta chica siempre me saca mi peor lado, pareciera que siempre busca provocarme... Sobretodo cuando se trata de Hina.

De alguna manera, mientras caminaba por el pasillo sentía la mirada de Hina sobre mí. ¿Sólo serán mis imaginaciones, cierto?

(...)

Ya era la graduación para las de tercero de secundaria...

El tiempo pasaba tan rápido. Este día mi hermana, el hermano de Hina y Ayase se graduaban de secundaria junto con los demás alumnos de tercero.

Toda secundario tuvo que asistir al gran evento en el que teníamos que despedir a todos nuestros senpais.

¡Yo estaba más que alegre por no volver a verlos en la misma escuela! Por fin podría librarme de los molestos comentarios de mi hermana, el gran amigo que siempre tenía a su lado y sobre todo... Podría librarme de Koyuki Ayase.

Desde lo lejos podía avistar a Hina que estaba con... Ayase. Parecía que estaban apunto de tomarles una fotografía. Mirándolos mejor podía ver que... ¡Hina estaba llorando! Koyuki, como el tonto que es, no sabía cómo consolarla. Tsk. 

Me encontraba con un amigo que también se acaba de graduar, Mochizuki Souta. Era algo tonto, pero caía bien.

Él notó que parecía estar observando algo con mucha atención, así que él también dirigió su mirada hacia ese lugar. Pudo ver lo que yo también veía. - ¿Por qué Hina-chan esta llorando? - Me preguntó.

Solté un suspiro y resignado le respondí. - Probablemente esté muy triste por la graduación de él, ¿No? ¿Pero qué más da? Yo estoy realmente feliz porque ya se van. - Dije en un tono desinteresado.

- ¡Oye, recuerda que yo también me voy! Hieres mis sentimientos. - dijo en tono de queja mi  amigo.- Pero sí, supongo que realmente no podemos entender a las chicas. Sus estados de humor cambian fácilmente y se enojan por cosas raras... Hay muchas cosas problemáticas sobre ellas. - Decía mientras se encogía de hombros.

Luego recordé que él vivía en una casa llena de chicas, pues el era el único hermano entre sus hermanas. - ¿No me digas que sufres porque tienes varias hermanas?

Él chico me sonrió y me dio un golpecito en el hombro. Pero yo no pude corresponder sus gustos amistoso, simplemente ya no podía soportar ver aquella distante escena en la que se veían tan empalagosos... Preferí largarme de ahí, dejando a mi amigo solo.

Sentimientos de impotencia y coraje emergían desde mi interior, sentía que podía estallar en cualquier momento. ¿Qué tiene de bueno un tipo como ese? ¿Por qué siempre es... él? Solo logré murmurar. De nuevo, aquella pregunta sin respuesta volvía a rondar por mi inquieta mente. 

El que siempre ha estado a tu lado, 

El que siempre te ha apoyado cuando sufrías,

El que reía y sonreía junto a ti,

El que siempre te ha cuidado...

¿Siempre he sido yo, no?

¿Entonces... por qué lo elegiste a él?

En serio, las chicas son difíciles de entender.

  

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En ese momento fue en el que me di cuenta que me estaba completamente enamorado de ti y que estaba decidido a luchar por tu amor.