No dejaré que la lastimes - Ƙσтαяσυ

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Hoy se canceló la práctica de fútbol. Y se me ocurrió la brillante idea acompañar a Hina a casa, algo normal tomando en cuenta que somos vecinos.

Pero ahora pensándolo bien, pareciera que hace años que no la acompañaba... Las prácticas nunca me dejaron tiempo... 

¡B-Bueno, será la primera vez desde hace mucho! Y... ¿Cómo se lo pediré? Supongo que tendré que improvisar.

Coloqué mis zapatos en mi pequeño casillero y tomé los otros para ponérmelos. Estaba dispuesto a esperar a Hina en la salida, pero hubo algo que me detuvo. 

Allí estaba ella, sosteniendo una carta delante de las escaleras. Pareciera como si estuviera esperando a alguien. La única persona que se me vino a la mente fue...

¿Estará esperando a ese Ayase?

- ¡Senpai! - Escuché que grito con su delicada voz, la cual parecía algo temblorosa.

Inmediatamente decidí esconderme detrás de los casilleros. Sé que esta mal espiar, pero aún así... parece que algo importante va a pasar.

Y como si pudiera leer el futuro, apareció el querido senpai de Hina. Inmediatamente decidí esconderme detrás de los casilleros. Sé que esta mal espiar, pero aún así... me inquietaba lo que iba a pasar.

¿Qué rayos quiere Hina de él ahora?

- ¿Setoguchi-san? ¿Qué estas haciendo aquí? - Por el tono que lo decía pareciera como si estuviera llorando... Supongo que Hina tiene mala suerte. - He sido rechazado. - Después de que dijera eso hubo un silencio incómodo que duró unos pocos segundos. - No sé porque te estoy diciendo esto... 

¿Eh?... ¡Exacto estúpido! ¡¿Por qué rayos le dices eso a ella?! ¿Acaso te lo preguntó?

- ¡A mí me gustas mucho! A mi me gustas tanto... Sé que no tengo la sonrisa de la chica que te gusta, pero aún así daré lo máximo para-- - Esta vez su voz sonaba aún más temblorosa, sin necesidad de tener que verla sabía que estaba a punto de llorar.

No, Hina, no... ¿No te das cuenta? Él esta enamorado de otra, no querrá nada contigo... Te rechazará. No quiero... que te haga daño.

- No me tienes que consolar estoy bien, gracias... - Dijo en un tono triste, pero a la vez desinteresado por el dolor interno de mi amiga. Eso sólo me enfureció más.

 ¿Consolar? ¡¿Consolar?! ¡¿Acaso es estúpido?! ¿Acaso no se ha dado cuenta que ella a esta loca por él desde que lo conoció...? ¿Acaso... no se da cuenta que gracias a él no tengo oportunidad con ella?

Tenía tantas ganas de golpearlo por pensar aquella idiotez, pero debo controlarme. Por ahora. Por ella.

No esperaba escuchar, lo que apunto estaba de gritar Hina con tanto sentimiento. 

- ¡¿C-Crees que mis sentimientos son sólo para consolarte?! ¡¿A-Acaso crees... q-que todos los celos que he tenido hacia las hipócritas que se acercaban a ti sólo son un juego...?! - Mi rabia estaba aumentando... ¡Ese chico estaba haciendo llorar a Hina, la estaba haciendo sentir como una mierda! Yo... ¡Yo no podía permitir eso!

Mientras Hina seguía llorando salí de mi escondite, sentí la mirada de sorpresa del albino... Pero ella no me vio, estaba tan enfrascada en su discurso que no se percató de mi presencia. 

Cuando acabo de hablar, parecía estar temblando... Y antes de que pudiera tomarla ella termino cayendo al suelo, perdiendo la conciencia.

- ¡Hina! - Fue lo único que alcancé a balbucear antes de correr hacia ella y tomarla entre mis brazos. Mientras la abrazaba, mire con desprecio a Ayase y él noto mi odio hacia él... su rostro reflejaba autentica preocupación, eso hizo que me enfureciera. 

- Y-Yo no sé qué hacer, lo siento...

No pude más, mi ira exploto. - ¡¡No tienes que hacer nada!! ¡Ya hiciste demasiado, demasiado! ¡¡Todo esto es tu culpa, maldito idiota!! ¡T-Tú nunca te diste cuenta de lo que ella sentía, e-ella siempre se preocupo por ti..! ¡Y-Y tú la terminas tratando así...! - No me había dado cuenta que ya había empezado a llorar, y que mis lagrimas caían en el pálido rostro de Hina. - ¡VETE DE AQUÍ! Y no vuelvas a hablarle. No dejaré que la lastimes más. - Dije en el tono más seco que pude.

Reuní todas mis fuerzas para cargar a Hina y llevarla a la enfermería. Emprendí mi camino lo más rápido que pude, no quería perder ni un segundo más... Hina me necesitaba.


Desde ese día prometí que iba protegerte de cualquier peligro.

Mi agridulce amor【Triángulo Amoroso】Where stories live. Discover now