Capítulo 5

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La mañana pasó normal, pero no podía dejar de pensar en mi sueño. ¿Qué tan tonta del uno al diez soy para pensar dormida una situación completamente imposible? La respuesta es diez. Claramente.
Decidí no contarle a mis amigas sobre mi sueño. Primero porque la única que sabía todo lo que había realmente esa noche era Clari, a quien le había pedido que no revele nada, porque si bien amaba a mis amigas, no me sentía cómoda contando mis intimidades. Y segundo, porque quise borrarlo de mi mente por completo.
Obviamente, no pude. Cuando tocó el timbre que anunciaba que el día escolar había terminado, estaba pensando en Benajmin. Tan concentrada estaba que no me di cuenta que Clari me llamaba desde la puerta del salón para que caminemos juntas por el pasillo.
-Te noto bastante distraída, cabeza de novia. ¿Acaso tu héroe de sábado por la noche te dijo algo importante por el teléfono de lo cual no me entere?
-No Clari. Ya te dije. Fue una conversación corta. Le agradecí y me dijo por nada. Y cortamos. No me lo voy a cruzar nunca más. Un favor y ya.
Pero termine de decir esa frase mientras bajaba la escalera que daba a la calle cuando vemos estacionado el auto. Ese auto que nos había llevado a la fiesta. Y su conductor a bordo. Con lentes de sol, una remera blanca y una gorra puesta para atrás, escuchaba música mientras esperaba a que alguien salga.
-OLIVIA ES...- Clarisa soltó el grito más alto de toda su vida en el momento menos oportuno.
Lo único que hice fue meterme entre la multitud que salía hasta llegar a la esquina y pararme detrás de un árbol, cosa de que el auto quede delante mío.
-Chssss, anda a saludarlo!- Clari se había parado atrás mío, también escondiéndose.
-¿Enloquesiste? Te acabo de decir que no quería volverme a cruzar con él y vos me pedís que lo salude. El colmo.
Estábamos en plena discusión cuando pasó el primo de Clari y se subió en el asiento del acompañante. Benjamín arranco y ambos se fueron, con su música a todo volumen.
-Dos ridículos, una del mediodía de un lunes y ellos con la música como si fuese un viernes a la una de la mañana.
-Bien que te hubiese gustado subirte, linda.
-Vamos.
No podía negarlo. Mi amiga me conocía más que a yo misma. Pero tampoco estaba obligada a decirlo en voz alta. Porque claro, no me gustaba.

Ese día fue el más normal de los normales. Tarea, televisión, tarea, computadora, música y se hicieron las nueve.
Agarre el celular para llamar a la pizzería, porque mi hermano me avisó que volvía tarde, cuando vi que en recientes estaba el numero de ese bobo. Podría hacer una llamada por confusión... Solo para ver cómo reacciona.
¿Y si atiende? Bueno, le digo que como su numero estaba grabado sin nombre me lo confundí con el de la pizzería. No, que excusa tonta. Tengo que pensar algo mejor.
"¿Benjamín? Oh, disculpa! Es que justo vos tu número y como sos más lindo que tomar un helado de tres bochas quise llamarte solo porque vi tu numero. Solo eso. Un beso"
Basta. Termine llamando a la pizzería y pidiendo además de la pizza una porción de papas. Ahogar mis penas en comida, eso siempre funcionaba. Aunque, ¿qué penas?
Un imbécil entró en mi mundo por menos de 24 horas y ya lo dio vuelta por completo, ¡sin siquiera besarme! Mientras él estaba tranquilo en su casa seguramente estando con otra zorra, yo iba por mi tercer pedazo de pizza. Y después me quejo de que estoy gorda. Qué difícil que es tener 16 años.

La semana pasó de lo más aburrida. No hubo más señales del susodicho, y a la tercera vez que Clarisa me preguntó sobre el tema y le respondí bastante mal, tampoco fue nombrado.
-Mañana salimos a Geniz. Es la apertura. Se pasa fácil y va a estar todo el mundo, literalmente toda la escuela va.
No podía no ser Aldana la que proponía salir. Siempre sabía dónde ir o donde no. Además, era profesional en seguir al grupo de amigos de su ex-novio, asique apostaba mi vida de que él iba a estar allí.
-Me imagino que no tenes ni idea de si Lucio va a estar ahí... - Dijo Lourdes con sonrisa irónica.
-Por supuesto que no. A ver, es obvio que va porque es lo más fiestero que conocí en mi vida y bueno, pero les aseguro que no voy porque va el. Por algo es mi ex, ya está todo cerrado.
Sí, cerrado para Lucio, cuando le corto porque "estar de novio era mucho trabajo". Otro imbecil. Me sorprende que no sea amigo de Benjamín.

Y por eso cortamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora