1

14 3 0
                                    

Te admire tantas veces y de tantas formas que fue maravilloso apreciar la forma en que estabas nervioso y me querías decir algo sin decirlo realmente, soltaste de la nada un suspiro frustrado,y sonrei porque realmente me gustaban todas tus facetas. Mis mejillas se sonrojaron cuando me pediste una cita ¿Cita? Dijiste cosas hermosas sobre mi y yo solo pensaba en tantas sobre ti.

Incontables.

Esa tarde sentados en ese viejo banco de el parque comiendo helado de vainilla—mi favorito—me confesaste que te gustaba,desde ese instante no pude borrar la sonrisa ¿Como hacerlo? Mis sentimientos eran correspondidos.

Tus ojos mieles se acercaron a mi y yo bajé la mirada, no podía mirarte cuando me encantaban tus ojos y sólo quería perderme en ese brillo tan peculiar y especial.

Y lo hiciste, alzaste mi rostro con delicadeza y tus labios se estamparon contra los míos. Los amasaron y abrazaron con fuerza y suavidad, todo a la vez.
Un choque que encendió todo en mi, uno que con el pasar de los días,semanas y meses se volvió costumbre entre nosotros.
Uno que me sacaba sonrisas, calentaba cada centímetro de mi piel y me hacía desear más.

Memorias Célebres ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora