Capítulo 17: En mi mente

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Ford:
Cuando abrí mis ojos, me sorprendí:
Era adulto de nuevo.
-¡STANLEY!- grité de felicidad- ¡MIRA SOMOS...!-
Frené en seco.
Me percaté de los sucesos anteriores, el trato, el plan y mi sacrificio.
Observé mis alrededores y me di cuenta de que estaba en mi laboratorio, los papeles, el portal, los diarios, todo estaba allí; pero una fotografía llamó mi atención:
Eran Dipper, Mabel y Stanley.
Mi única familia.
-Bill no ha de tardar- me dije a mí mismo.
Y en efecto...
-...sí que sabes cómo limpiar tu mente- escuché a quien esperaba con tristeza detrás de mí- ¿ya lo tienes listo?-
Vamos Stanley, ¿qué estaba esperando?

Stan:
Cuando Bill entró a la mente de mi hermano, me quedé mirando el aparato de memoria.
Mi hermano lo olvidará todo, pensé, y nunca pude decirle cuanto lo sentía.
Esos pensamientos recorrían mi mente.
-Tío Stan- dijo Mabel- ¿qué pasa?-
No respondí nada.
-¿Tío Stan?- preguntó ahora Dipper preocupado.
Seguí sin responder.
Una lágrima resbaló por mis mejillas de niño.
Apunté con el rayo de memoria...
Y presioné el gatillo.
Adiós hermanito.

Bill:
-La ecuación es...-
Seis Dedos estaba a punto de decirme por lo que había luchado todo mi reinado.
Tuve que engañar.
Tuve que deshacerme de mi otra versión.
Para nada.
Una llama azul empezó a llenar el aire con su incienso.
-Has caído Bill- río Stanford.
-¿¡QUÉ?!- me sobresalté, nadie había logrado engañarme así.
-Ya no podrás causar daño- siguió
-TORPE- agregué a mi sobresalto- ¡TAMBIÉN ESTÁS DESTRUYENDO TU MENTE!-
Se quedó pensativo.
-Vamos- dije más tranquilo- perdona a un viejo amigo-
Negó con la cabeza y una sonrisa en su rostro.
-¡Por favor!- supliqué- ¡te daré lo que desees!, ¡dinero, FAMA, riquezas, poder infinito, tu propia galaxia, por favor!-
No tuve tiempo de decir más.
Mi cuerpo comenzó a sacudirse de manera desesperada.
Grité mi mensaje.
-¡¡¡¡STANFORD!!!!- grité de nuevo en modo de súplica, pero ya era tarde,
-¡No le harás daño a nadie más!- gritó dándome un golpe en mi único ojo.
Me hizo pedazos.
Le siguió la obscuridad y la penumbra.

Ford:
Antes de olvidarlo todo, me senté en la silla de mi laboratorio con la foto que vi anteriormente en mis manos, la abrasé fuertemente.
Susurré dos frases antes de que el fuego me envolviera:
"Los quiero Dipper y Mabel".
"Gracias por todo Stanley".
Y después salí de ese lugar.
Stan sabía que hacer, tendría que mostrármelo.

Dipper:
Cuando mi tío termino de lanzar llamas con el rayo de memoria, me quedé impactado.
Le habían borrado la memoria al tío Ford.
-Se ha ido- suspiró el tío Stan
-Pero...- interferí con sus pensamientos- ¿ y la placa que tiene en la cabeza y no le permite olvidar?-
Mi pequeño tío se dio la vuelta para mirarme a los ojos.
-¡No la tiene!- gritó- ¡Es un niño!-
Mi rostro se obscureció.
¿Se había ido en realidad?

Mabel:
Después de el pequeño diálogo que el resto de mi familia se había ido.
El terrible silencio lleno el salón.
Pero se quebró cuando nuestros amigos y otras versiones se desplomaron al suelo fuertemente.
Sonreí.
La Miedoramide se estaba destruyendo y toda la rareza se fue.
Ahora era nuestro Gravity Falls.
En el que pasamos todo el verano.
Pero nuestra familia no era la misma.
Y nunca lo sería.

Stan:
Ford me pidió que lo hiciera.
Pero...
Algo me estaba faltando, otra cosa me había dicho que tenía que hacer después de borrarle la memoria.
-¿Q...qué?- preguntó mi hermano que estaba despertando- ¿Dónde estoy?, ¿Quién soy?, ¿Quiénes son ustedes?-
Preguntaba sobresaltado.
-Tío Ford- dijo Dipper- no puedes no acordarte de quién eres, tu...tú...eres mi héroe, mi ídolo...mi...- no pudo más y le dio un fuerte abrazo.
-¿Tú tio?- respondió Ford con otra pregunta mirando hacia abajo- ¿por qué tengo seis dedos?-
Ya me había desesperado.
-Vamos a casa- dije- tenemos mucho de qué hablar hermanito-
El niño de lentes se volvió hacia mí.
-¿Hermanito?- preguntó
Y empezamos a caminar a la cabaña en ruinas.

                                ...

Narrador:
Llegaron a la cabaña devastados los pequeños Pines.
Uno sin memoria.
Otro tratando de recordar.
Una con lágrimas en sus ojos.
Otro confundido.
-¿Aquí viven?- preguntó El Niño de lentes sobresaltado.
-Vivíamos- corrigió el de la gorra de Pino.
El otro niño, hermano del que no tenía memoria, sólo se quedó pensativo.
"Recuerda Stan", se decía para sus adentros, "algo más te dijo tu hermano, algo importante"
-Debe haber algo que podamos hacer- insistía la única niña presente.
-No hay forma- dijo Dipper en respuesta- el tío Ford no volverá-
La desilusión invadía la sala, el miedo de perder a su tío para siempre también estaba ahí, ignorando que fueran niños, ese era otro problema, pero en esos momentos era minúsculo.
-Mira, ¡tu álbum de fotos!, puede servir de algo- rompió el silencio el niño mellizo a su hermana ilusionado.
Mabel se negó con la cabeza.
-Odio decirlo Dipper- respondió a las ilusiones la del suéter rosa con una estrella fugaz- pero en mi álbum sólo tengo fotos de nuestras aventuras en el verano, con Stan y nuestros amigos, no tengo del tío Ford en ningún sitio-.
Stan estrujaba su mente para recordar que le faltaba, mirando el aparato de memoria en sus manos.
-Espera- paró de pensar- memoria, rayo, frasco...- murmuraba- ¡EL FRASCO DE MEMORIA!-
Todos se le quedaron viendo.
Entonces recordó:
"Stanley, después de borrarme la memoria, tendrás que mostrarme este pequeño frasco en la parte de atrás del rayo de memoria, con eso tal vez recuerde todo, pero cuidado con las escenas de Bill, esas trata de que no las vea"...
-¡Dipper!, ¡Mabel!- gritó el pequeño gemelo de camisa rayada- ¡Sé que hacer!- retiró cuidadosamente el frasco de la máquina que borra mentes, haciendo que se acercaran los mellizos esperanzados- en este frasco está la memoria de mi hermano, él me dijo que se lo mostrará después de lo sucedido, pero no tenemos donde verlo-
El Dipper y Mabel se miraron el uno al otro con una sonrisa de oreja a oreja, la sociedad del ojo cejado estaba cruzando sus mentes.
Ni siquiera quisieron responder a las miradas confundidas de sus dos pequeños tíos; rápidamente el niño con gorra de Pino y la niña con una estrella fugaz, los llevaron al museo recién construido, esperando que los secretos de la sociedad siguieran en el "sótano".

                                ...

En la zona de los ojos, presionaron el botón con urgencia y un pasadizo se abrió.
-Vaya- dijo Ford confundido- este pueblo es muy extraño-
Todos suspiraron con extrañeza, extrañaban a su tío y su personalidad.
Bajaron resbalándose por un ducto y llegaron al sótano que tanto rezaban que estuviera bien y todo en su lugar.
Efectivamente, los secretos de la sociedad del ojo cegado seguían allí.
Una pantalla con un espacio especial estaba frente a ellos, encendida, lista para usarse.
-Tío Stan- rompió Mabel el silencio- el frasco de memoria-
Stan hizo lo que le pidieron.
Dipper colocó cuidadosamente el objeto transparente el espacio que debía.
La televisión empezó a encenderse lentamente.
Ford sólo miraba.
Aparecieron unos hombres pequeños robando una especie de pastel, la mujer que lo veía estaba espantada se cortó la grabación después de eso.
-No- suspiró el hermano del que perdió la memoria.
Antes de que los hermanos que fueron a pasar el verano dijeran una palabra, otra grabación siguió.
Y otra después.
Y otra.
Y otra.
Hasta que las memoria de Ford aparecieron.
Choca los Seis hermanito.
Nomos, hechizos, zombies.
Mi universidad.
Mi futuro.
El portal.
30 años.
Stanley, Dipper y Mabel.
Gravity Falls.
Gravity Falls.
Gravity Falls.
Esta palabra se repetía muchas veces en la cabeza del niño con seis dedos.
Cerró los ojos para concentrarse mejor y hacer su propio resumen de toda su vida.
-Lo recuerdo- gritó- lo recuerdo-
Todos sonrieron.
Ford se volvió a la pantalla y vio la parte de cuando eran niños de nuevo, Stanley le tapó los ojos y desconectó el frasco.
-¿Por qué lo quitaste?- preguntaron en trio los niños hacia el de camisa rayada.
-Esas partes no debe verlas él me lo dijo- fue lo único que respondió.
Eso pareció ser suficiente.
-¿Tío Ford?- preguntó Dipper a su tío que se quedó pensativo.
-Dipper- dijo el niño de lentes en respuesta- ¿en serio soy tu ídolo?- preguntó con una sonrisa en su rostro.
Todos felices salieron de ese lugar para contemplar el pueblo.
Pero seguían siendo niños pequeños.
Ese era otro problema.

Hola,
Lamentó la espera, como ven este capítulo es más largo que los demás debido a la muerte de Bill y demás.
El próximo capítulo ya es el penúltimo o último de esta historia.
Gracias por leer.
*En este capítulo no hay código por su duración, pero si habrá el el próximo, será escrito en Virgeniere.
¡¡¡GRACIAS POR LEER!!!

Perdidos en otro lugarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora