Ya era hora de irnos, acomodé las maletas en el auto y nos fuimos lo más rápido que pudimos para no tener que pagar la cuenta de la puerta rota...
- ¿Seguro que está bien irnos sin pagar por el daño?- preguntó preocupado Xavier.
- Oh, claro, lo único que hay que hacer es nunca más volver a ese hotel.
- Eres un tonto.- suspiró y soltó una risa.
Estábamos a medio camino, cuando se escucha una llamada.
- ¿Quién es?- pregunté.
- Es un número desconocido. Tranquilo, no pienso contestar.- respondió tranquilamente mientras colgaba.
Miré de reojo, no era un número desconocido. Era ese mocoso.
Vi como Xavier lo bloqueaba y eliminaba el contacto.Suspiré aliviado.
- Sabes, al final nunca pude darte un buen regalo, siento eso...
- Oh, está bien, fue muy lindo de tu parte llevarme aquí. Con eso es suficiente.- sonrío ampliamente, hace mucho que no me sonreía así.
Se veía tan jodidamente hermoso.
Quería violármelo en ese instante.- ¡¿P-por qué me miras así?!- dejó de sonreír y se sonrojó.- ¡Idiota, pervertido! ¡Viejo sucio!
- Ya ya, cálmate. Solo me gusta verte sonreír, eso es todo.- dejó de fruncir el ceño y miró hacia la ventana, avergonzado. Me reí.
• • •
- Bueno, ya llegamos.- estacioné al frente del departamento de Xavier, Camila estaba en la entrada del edifico dándonos la bienvenida.
Bajé cuidadosamente su maleta, y se la entregué, dándole un gran y largo abrazo me despedí.
Estaba exhausto.Llegué a casa y no mucho después tocan el timbre.
- ¿Xavier?- pregunté algo despistado.
- Ya quisieras.- esa voz, esa irritante voz que me causaba náuseas escuchar.
Abrí la puerta violentamente.- ¿Por qué coño estás aquí, mocoso?- tenía ganas de volver a sacarle la mierda.
- ¿Qué?- dijo con mirada inocente, forzada claro.- ¿Es que acaso no puedo saludar a mi nuevo vecino?- sonrío perversamente. Estaba jodidamente enojado, y muy sorprendido a la vez.
- ¿Qué mierda... Acabas de decir, gilipollas?
•X A V I E R•
- ¿Cómo te fue en el hotel?- preguntó Camila, yo nada más asentí y dije que bien. No quería mencionarle lo del "incidente"
- ¿Y... Hicieron cositas mientras estaban ahí?- me di la vuelta rápidamente y me encontré con su cara pervertida, estaba rojo de pies a cabeza.
Terminé asintiendo tímidamente.El celular comenzó a sonar, era un número desconocido, esta ves sí que lo era.
No quise contestar.Ya pasados 5 minutos éste vuelve a sonar, era el mismo número de antes.
Perdiendo la paciencia, contesté.- ¿Aló, quién es?
- Vaya, por fin contestas, tuve que llamar de mi otro celular ya que parece que me bloqueaste.- quedé en shock, y mis piernas empezaban a temblar.
- S-si me vuelves a llamar... Le diré a la policía.
- Oh, vamos. No hay razón para tomar medidas tan extremas-.- al parecer le quitaron el teléfono.- Xavier, esto es malo.- era Renzo.
- ¿Q-qué sucede?- oí una discusión.
- ¡Ya quítate imbécil!- gritó.
- ¡Devuélveme mi teléfono!- oí varios forcejeos y justo después se cortó la llamada.
Me fui de casa lo más rápido que pude y me dirigí al departamento de Renzo.
Al abrir la puerta me encuentro con Diego encima de él, tratando de quitarle el teléfono. Rápidamente los separé y los senté cada uno en una esquina del sofá.
Parecían dos niños pequeños, no pude evitar suspirar.Sentado en una silla al frente de ellos pregunté que era lo que sucedía.
- Este imbécil es mi nuevo vecino.- respondió Renzo de brazos cruzados y una cara que daba miedo.
- ¡Yo sólo venía a saludar! Además aprendí mi lección. No volveré a hacerlo.- dijo haciendo un puchero.- Aún no.- murmuró.
- Escuché eso.- contesté, molesto.
- ¿Y por qué de todos los lugares tenías que mudarte aquí?- se notaban las ganas que Renzo tenía de estrangularlo.
- Lo mismo digo. Fue una total coincidencia, cuando te vi llegar no pude evitar arrepentirme de haberme mudado aquí.
- ¡Ya valiste, mocoso!- Renzo se abalanzó contra Diego a lo que yo grité que ya era suficiente. Y lo devolví a su esquina del sofá.
Exigí que hicieran las pases. Por mucho que Diego sea un pervertido, ha sido mi amigo por mucho tiempo.
Tampoco quiero que hayan problemas, como que se ha encontrado un cadáver o algo por el estilo.Hubo un silencio incómodo, que duró unos cuantos minutos. Luego de eso los dos abrieron la boca para tomar aire.
- Siento mucho... Que seas un mocoso de mierda.- dijo Renzo.
- Y yo siento no haberme violado a Xavier antes.- continuó Diego. Él se había vuelto a tirar encima de Diego y los dos se pusieron a pelear.
Por tercera vez lo tuve que separar.- ¡¿Harán las pases de una puta vez si o no?!- pregunté cabreado, los dos quedaron atónitos, ambos se separaron de nuevo y cabizbajos pidieron perdón.
- Ahora dense un abrazo.- sentencié.
- Já claro, un abrazo.
- Ahora Renzo, no me hagan repetirlo de nuevo.
Tímidamente se acercaron y se dieron un abrazo, asqueados por la situación se separaron inmediatamente y se limpiaron la ropa.
Par de infantiles.Ya después de eso Diego se fue y nos quedamos solos.
- No quiero que le vuelvas a hablar, ver, tocar o si quiera que respires cerca de él, ¿entendido?
- Entendido, y yo quiero que dejes de ser tan infantil y que no lo muelas a golpes mientras no estoy cerca.
- Eres el pasivo, tu opinión no cuenta. No puedes decirme qué hacer.
- ¡O-oye!
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Ojos Violetas. (BL/Gay) [PAUSADA]
RomanceRenzo, un simple universitario. Xavier, un simple chico de 19 años. Sus dos vidas eran normales, cada uno iba por su propio camino con dificultades, alegrías, y tristezas... Básicamente vivían su vida como cualquier otro. Pero en uno de esos simples...