Ojos Violetas. (BL/Gay) [PAUSADA]

Capítulo 12: ¡Viaje a la playa!

Mañana es mi cumpleaños, y hace como una semana que habíamos planeado ir a la playa, la verdad que no soy muy fanático del mar... Pero necesito un descanso de la ciudad, y además Renzo se veía tan emocionado, después de todo fue su idea.

-¡¿No estás contento?! ¡Es nuestro primer viaje juntos!- Tenía miedo de que perdiera el control del manubrio de lo feliz que estaba, yo estaba en el asiento del copiloto, mirando a la ventana, podía ver el mar y el cielo despejado.

- ¿Sabes?- Continuó Renzo, -El color azul es mi color favorito ¡Así que estoy muy feliz de ir al mar! De pequeño venía a una cabaña en la costa no muy lejos de aquí, todos los veranos sin excepción.-

Me quedé callado, tenía nauseas, habíamos conducido por más de 2 horas y ya sentía mi desayuno en mi garganta.

Por fin llegamos al hotel, no era tan lujoso, pero era bastante bonito. Entré a la habitación a dejar mis maletas, y me encuentro una cama matrimonial...

-¿Qué sucede?- Al darse cuenta de que mi cara estaba roja, me tomó de la cintura y apoyó su cabeza en mi hombro derecho.

- Ahh... Se me olvidó decirte que ordené una cama matrimonial, ¿no te molestará dormir conmigo el tiempo que estemos aquí, verdad?- Sus manos poco a poco iban por debajo de mi camisa, tocando mi torso, yo estaba inmóvil.

- Tus costillas... Sobresalen de una manera hermosa.-Su cabeza seguía apoyada en mi hombro, con su boca al lado de mi oído, podía escuchar como contaba cada una de mis costillas en voz baja.

-Una, dos, tres... Oye, ya sé que te voy a regalar.- Se acercó un poco más hacia mi oído, y casi susurrando me dijo: -Un chupetón...-

Me aparté del miedo de que en serio lo hiciera, se miró sorprendido y soltó una risa - Tranquilo, sólo estaba bromeando, tú sabes perfectamente que esas cosas no las hago de día.- Me guiñó mientras se mordía el labio.

-Viejo pervertido.- Fueron mis primeras palabras en todo el día.

• • •

Quería ir a la playa pero el viaje me dejó muerto, apenas me acosté me quedé dormido. Mis párpados se sentían tan pesados, apenas podía abrir los ojos...
Al despertar me encuentro a Renzo tirado al lado mío, roncando. Un hilo de baba corría por su mejilla, lo limpié con mi manga y lo tapé con las blancas sábanas del hotel. Después de todo merece un descanso.

Recorrí los pasillos del hotel, solo por diversión, en eso me encuentro con un rostro familiar, pelo gris oscuro, ojos negros...

Un chico alto se asomó a verme.

- ¿Xavier?... ¿E-eres tú?- al escuchar su voz quedé con la boca abierta.

- ¿Diego?...- Una gran sonrisa llena de nostalgia invadió la cara de ese chico, de ese buen amigo que se distanció y desapareció con el tiempo...

Sentí sus brazos rodearme, apretándome fuertemente.

- Creí que no te volvería a ver...- Mi hombro estaba húmedo por sus lágrimas de felicidad, yo seguía en shock e inmóvil, sentí unos labios rozar mi oreja, jugando con mi aro.

Me aparté rápidamente, mirándolo confundido.

- ¿Qué haces aquí?- El me miró algo angustiado por haberme apartado.

-Bueno... Me tomé unas pequeñas vacaciones con un amigo y vinimos aquí, pero nunca imaginé que te vería por aquí...- se encogió de hombros. -Pero aun así me alegro de haberte encontrado, aunque haz cambiado un poco, estás más bajo y delgado, claro que, sigues siendo tierno como siempre.-

Me guiñó un ojo y yo le miré molesto

- ¡No soy tierno!- automáticamente hice un puchero al decir eso, al darme cuenta me ruboricé

- Incluso si lo niegas te ves más tierno aún.- Se rió y se dio la vuelta en dirección a otro pasillo que había.- Entonces, te veré más tarde, fue genial encontrarte de nuevo después de tanto tiempo.-

Yo salude con la mano, no dije nada, ni siquiera un "Adiós." Estaba confundido y un tanto cansado, pasaron tantas cosas hoy...

Llegué a la habitación, el asalta cunas seguía durmiendo.

¿Me pregunto qué clase de día será mañana?

Cerré tranquilamente mis ojos mientras pensaba en eso.