Me rompe el corazón saberlo, siento unas inmensas ganas de llorar y no por nada mío, sino por vos.
Amor, por favor y por lo que más quieras, no. Simplemente no lo hagas.
No te cortes, pero no dejes de hacerlo por tus amigas, hermanos, padres, o por quien sea; dejalo por vos. Dejalo por las tantas personas que no pudieron hacerlo, dejalo porque si no lo haces no te das una idea de a donde vas a parar.
Dejá de cortarte, sos hermosa, tenés todo lo que una chica siempre quiso.
Tal vez el que te lo diga yo no va a cambiar en nada, ya sé, pero he estado en tu lugar, vi la realidad de muy cerca y si no paras, no va a tener un final feliz.
Nada termina acá, estas en el desarrollo, donde se plantea un problema y como la indefenza chica que sos, dejás que el problema te consuma. Te queda por delante el desenlace, donde todo se arregla y la historia termina. Con esto te quiero decir que no es el final, los finales de los cuentos siempre son felices, fáciles. Y si ahora es duro, cuesta arriba, significa que te falta un tramo por recorrer.
Tramo el cual podes pasar sola, o con nosotras tres, que te amamos y te comprendemos.
Juntas, o sola, como decidas.