Capitulo 10; No es mi vida

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Cristal estaba encerrada en su estudio, con la música encendida y dibujando, como de costumbre, en la alfombra .   Dejo su ultimo boceto acabado en el suelo y se estiro sonriente ¡Acabado! Solo quedaba la disposición de telas y colores y todo listo 

Bajo a la planta baja y fue a la cocina a tomar un jugo, entonces encontró a Ada y Giselle mirando fijamente al fregadero

-¿Qué pasa? –Observo a ambas mujeres con el ceño fruncido

-Se atasco –Ada suspiro –Y el fontanero no puede venir hasta mañana

-Déjame ver –Cristal se arrodillo en el suelo, abrió la puerta y se metió dentro del mueble observando, cuando salio miro a Ada -¿Dónde estan las herramientas?

-¿Piensas arreglarlo? –Ella abrió los ojos sorprendida

-Si –Cristal sonrió -¿Por?

-Yo te ayudo –Giselle sonrió divertida

-Ahora las traigo –Ada salio de la cocina con el ceño fruncido e inmediatamente entraron a ella los niños corriendo

-¡Mama! –Will corrió hacia su madre -¡Vamos a jugar al fútbol!

-Ahora no cielo –Giselle sonrió a su hijo

-¿Por qué? –Marta miro curiosa a Cristal -¿Qué hacen?

-Vamos a arreglar el fregadero –Cristal sonrió a la pequeña

-¡Nosotros ayudamos! –Will contesto entusiasmado

-¿Por qué mejor no van a jugar? –Cristal guiño un ojo a ambos –después nosotras iremos a jugar con vosotros

-Vale –Marta miro a su hermano –Vamos Will

Y cinco minutos después Ada regreso a la cocina con la caja de herramientas, inmediatamente Cristal busco lo que necesitaba y se metió bajo el mueble para arreglarlo .  Giselle permanecía junto a ella, entregándole las herramientas que pedía y abriendo el grifo cada vez que se lo pedía

William aparco su auto frente a la casa y suspiro, había sido un día largo, muy largo .

Al entrar en la casa frunció el ceño, escuchaba a su hermana y Cristal hablando, riendo

Cuando entro a la cocina sus ojos volaron hasta las piernas que podía ver que salían de debajo del fregadero, enfundada en unos vaqueros 

-¿Qué hacéis? –frunció el ceño

-Oh William, ya volviste –Giselle miro a su hermano sonriente –El fregadero esta atascado

-Abre el grifo –La voz de Cristal sonó y Giselle se apuro en hacerlo –Listo, cierra –y se deslizo por el suelo hasta salir por el fregadero con una llave inglesa en la mano .  Cuando estaba fuera, se sentó sonriente y al levantar el rostro se encontró con la mirada penetrante de William

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