Cien

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*El último capítulo :o*

Me desperté con una canción en mis oídos, en una sala de hospital, recostado en una camilla, mis brazos inyectados de suero y toda mi familia a mi lado.

Jade sostenía mi mano mientras miraba hacia la puerta. Tenía un audífono en su oreja y pronto me di cuenta de que el sonido de la música que oía era producto del otro audífono, que probablemente ella me había puesto.

Me dolía el pecho y la cabeza. Me sentí apretado por unas vendas alrededor de mi torso.

Era de noche y todos dormían, menos Jade que tenía ojeras y el cabello desordenado. Noté que no se había retocado el tinte, porque unos pequeños mechones negros se asomaban en su nuca.

Tuve que apretar su mano para que se diera cuenta de que ya estaba despierto. Me miró un poco y luego sonrió. Recordé cada uno de los momentos en los que había visto esa sonrisa, tan sincera, tan hermosa.
Intuí que le habían recomendado tratarme con delicadeza, de otra forma se habría abalanzado encima mío y me habría besado miles de veces.

Se asomó a mi oído, quitó mi audífono y me susurró:

—Por favor, perdóname.

Intenté responderle pero una mascarilla en mis vías respiratorias me lo impidió.

—Te amo —gesticulé con mis labios.

—Yo más —respondió ella también sin emitir ningún sonido.

Besó mi frente, justo como yo lo hice el primer día que le confesé que la amaba. Entonces supe que este amor no sería cualquier amor, no sería algo pasajero, ni algo breve.

Supe que nunca dejaría de amarla. Y que cada día de mi vida haría lo posible por hacerla sonreír.

Así como lo prometí ¿recuerdas?

FIN.

Verde JadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora