[1] Up In Flames | Teen Wolf (T1)

Cap. 21 |Evil burning to the ashes|

CON UN GRUÑIDO VIBRANDO EN MI PECHO SIENTO MIS OJOS BRILLAR Y MI PODER CENTRARSE EN MIS PALMAS. Trato de llamar al Sabueso Infernal, pero no responde a mi llamado. Sólo puedo sentir mi poder, no el fuego ancestral del Sabueso en mi interior.

Miro a Lydia por encima de mi hombro y sin importar que ahora su horror está calando en mis huesos, le digo:

—Corre.

En cambio, Lydia grita:

—¡CUIDADO!

Incluso antes de poder voltear y protegerla, Peter ya usaba mi distracción para enviarme lejos de Lydia. Ruedo por el césped y siento una herida abrirse en la pierna descubierta.

Entonces, un grito terriblemente desgarrador me bloquea los oídos.

Como si el mundo aguantara la respiración y retrocediera la velocidad, veo a Lydia desplomarse contra el suelo mientras sangre empieza a manchar el costado de su cuerpo. Creo que grito también, pero es difícil saberlo cuando mi mundo entero se centra en una sola cosa entonces.

Lydia está así por culpa de Peter. Él hizo esto y voy hacer que pague.

No tengo idea de lo que hizo todo este tiempo que estuvo escondido, pero no recuerdo que Peter fuese tan ágil como ahora la última vez que peleamos en esta cancha. Solo sé que bloquea todos y cada uno de mis golpes, esquiva mis maneras de inmovilizarlo e incapacitarlo y me toma del cuello, levantándome del suelo con una mano garruda como si pesara nada.

Siento que mi cuerpo sufre espasmos al exigir oxígeno. Levanto una mano y lo lastimo con mi fuego, y Peter me deja ir con un alarido. Caigo de rodillas tosiendo, pero vuelvo a lanzarme contra él hecha una furia. Y ese es mi error más grande.

No estoy pensando en mis ataques ni calculo mis movidas y Peter toma eso como la gran ventaja que necesita para incrustar sus largas y filosas garras profundamente en mi estómago.

Derek estaría muy decepcionado de mí, la verdad.

Nada más que un simple jadeo se desliza por mis labios, haciendo eco a mí alrededor. Al levantar la mirada y chocar con sus humanos ojos azules, Peter ladra justo en mi cara antes de sacar sus garras de un tirón y propinarme una patada que me hace chocar con un poste de luz. Me doy cuenta de que las estrellas esta noche están más cerca de lo que en mi vida las había visto.

Si estiro una mano, ¿llegaré a tocarlas?

Me río de mí misma, tosiendo sangre y gruñendo de dolor. No hago ademán de levantarme, no me creo capaz de derrotar a Peter sola, mucho menos sin el Sabueso Infernal conmigo. No sé qué habrá pasado, pero eso ya no importa.

Poco a poco el retumbante tamborileo de mis latidos disminuye lo suficiente como para escuchar la voz de un chico gritar el nombre de Lydia y el mío, y entre el borrón en mi vista veo a Stiles literalmente deslizarse por el césped como un jugador de béisbol hasta llegar a Lydia.