Capítulo 5- Bufón acorralado

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 A la de tres, le indicaba con las manos Gray a su compañera. Uno, dos y... Pumm, la puerta salió volando de una patada y los magos entraron apuntando a derecha e izquierda esperando que el payaso o James los intentara emboscar.

El lobo avanzó al frente olisqueando la estancia, los magos entraron en las habitaciones de la casa para encontrar pistas. Nada, ni rastro de James, el payaso o la capataz, mas de repente el perro empezó a rascar frenéticamente el suelo del baño a la vez que aullaba lastimosamente, los magos se dirigieron a su posición y retiraron las tablas del suelo para encontrar un camino subterráneo.

Se deslizaron por este, al entrar y temiendo que hubiera trampas en el túnel, lanzaron una refriega de estacas de hielo y torbellinos de agua respectivamente para desactivar cualquier sensor que les pudiera causar molestias durante su estancia.

Pasaron raudos, iluminados por el brillante hielo de Gray, siguiendo una ruta única durante varios kilómetros. El perro se había adelantado y llevaban rato sin escucharlo, lo cual los inquietaba. Llegaron a una puerta metálica llena de manchas de sangre la cual desprendía una gran aura mágica.

-¿Cuál es la música de la vida?- dijo la puerta en un susurro.

Genial adivinar acertijos, este tipo de cosas no le gustaban nada a Gray, temía que si se equivocaban seguramente se activaría alguna trampa letal la cual no tendrían tiempo de esquivar.

-El silencio hermano- respondió Juvia convencida.

¿Qué? Juvia había respondido sin titubear, el mago estaba anonadado aunque bastante acongojado con lo que pudiera ocurrir si esta se había equivocado, no dudaba de ella, pero el hecho de poder ser trinchado como un pavo por un millón de pinchos que salían del techo como en las pelis de caza-tesoros no le hacía especialmente gracia.

-Se te da la bienvenida- susurró la puerta a la vez que se abría.

-¿Cómo lo has sabido Juvia?- dijo Gray impresionado de que la chica hubiera dicho la respuesta correcta a tal velocidad.

-Umm, en realidad no lo sabía Gray-sama- dijo inocentemente- solo respondí lo mismo que Ragnark El Rojo, respondió cuando la puerta susurrante del Palacio del Infierno le hizo la misma pregunta.

-Cada día me sorprendes un poco más- dijo Gray cambiando su cara de interrogación, por una sonrisa cálida. Ragnark El Rojo fue el héroe norteño que liberó el norte de Fiore de los demonios helados de Zeref, estos hechos fueron relatados en la obra Lágrimas de hielo del juglar Gieve, un libro bastante difícil de entender.

Cruzaron el último trecho del túnel y llegaron a una habitación circular totalmente sellada, en su interior encontraron un tótem con una calavera de madera y cuervos petrificados sobre esta. Amarrada a este ídolo de madera, encontraron a la capataz con las ropas desgarradas y varias perforaciones por el cuerpo, pero aún estaba viva.

Los magos se acercaron a desatarla, a la vez que le introducían en la boca un caramelo regenerador, una de las últimas invenciones del Consejo Mágico, el cual dotaba de una regeneración extraordinaria a todo el organismo.

-Marchaos, va a volver- dijo medio muerta la señora- Va a volver, el bufón.

La puerta se cerró de súbito y el cuerpo inerte del lobo, desmembrado y decapitado, surcó la habitación y calló delante de los magos y la capataz. El atroz crimen lo había cometido una figura vestida totalmente de negro, con una gran melena roja y que tapaba su cara con la cabeza del animal jugando con ella a modo de espectáculo titiritesco. La figura los miró y retiró la cabeza de su rostro mostrándoles la cara descompuesta de un loco y macabro James.

La criatura del bosque-(Gruvia/Gray x Juvia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora