—¿Gemma? ¿Qué haces vestida como nuestras enemigas?
Si, así como lo leyeron. Gemma lucía igual a Lindsay. Su cabello olía a fijador en spray y su cuello, a algún perfume caro, el cual no reconozco porque no soy fanática de ellos. Su minifalda negra hacía juego con el blazer que tenía puesto, ya que era del mismo color; su camisa rosada también combinaba con sus zapatos de taco aguja, los cuales nunca había visto.
—Wow... ¿Zapatos nuevos?—Pregunté intentando entender lo que pasaba.
—De hecho, Linds me los prestó. ¿Podemos hablar afuera?—Gemma me agarró del brazo empujándome hacia la entrada, pero yo me negué.
—¿Ustedes son amigas?—Traté de no sonar tan enojada, pero creo que fue inútil.
—Sarah y yo nos estamos empezando a llevar bien con ellas. Sé que es difícil de entender, pero si las conocieras te darías cuenta de que son muy buenas pers...—Dejé que siga hablando sola ya que me fui corriendo porque no quería escucharla más.
Dejé los elementos de limpieza en el baño solo porque no quería ver a esas princesas. Por suerte, no vi como estaba vestida Sarah, porque sino me hubiese agarrado un ataque al corazón en ese mismo instante. No podía entender lo que había estado pasando. ¿Fue por los ensayos de la obra? ¿Allí fue cuando se hicieron tan amigas? ¡No entendía nada! Lo único que sabía es que yo nunca me iba a llevar bien con esas personas. Cuando estuve practicando con Tyler, no pude tener una buena relación y así es como iba a ser el resto de mi año en ese instituto.
No podía creer que estaba llorando por ellas. Sentía que me habían traicionado. El plan era odiarlas hasta el último año, no hacernos amigas y creía que ya no podía confiar tanto en ellas. No podría contarle nada sobre esas idiotas porque las iban a defender. Debía buscar amigas nuevas o solo quedarme con Sean que es en quién confío realmente.No tengo tiempo para seguir llorando por esta idiotez, ya veré como lo resolveré.
Debía ir a practicar la obra de teatro ya que en una semana se iba a realizar. Todavía no habíamos practicado la parte del beso y recordar que teníamos que hacerlo me ponía bastante incómoda. Comencé a caminar rápidamente para llegar a la sala donde ensayábamos y, cuando llegué, vi que Tyler ya estaba allí, leyendo y practicando su parte, solo. Me sorprendí al verlo tan animado a hacer su papel ya que siempre que practicábamos, sólo hacía estupideces.
—¿Alguien de repente quiere hacer bien su papel? —Pregunté con una pequeña sonrisa en el rostro.
—Si. Acabemos de una vez con esto, dumb—Respondió devolviéndome el gesto.
Empezamos a leer lo que quedaba del libreto. Pensaba que faltaba mucho más, pero sólo quedaban unos 6 capítulos por estudiar. La parte que seguía era la del beso.
—Vamos a practicar la página 14, donde los hermanitos tienen el romance y, en la 16, cuando se tienen que besar. ¿Ok?—Pregunté.
—Como usted diga, señorita —Respondió Tyler con un tono burlón, el cual ignoré para no generar peleas.
—Oh Elliot, hermano. Quiero que sep...—Fui interrumpida por una carcajada. Puse mala cara y el idiota de mi compañero se dejó de reir.
—Disculpa, es que fue muy gracioso tu tono de voz. ¿Es que no puedes hablar normal?—Rió otra vez.
—¡Es así el personaje! Déjame seguir—Contesté un poco furiosa.
—Oh Elliot, hermano —Volví a intentar—Quiero que sepas que estoy enamorada de ti.
—Alice, amada mía. ¡Pensé que nunca lo dirías! Yo también lo estoy, y recién ahora me he dado cuenta; pero no podemos. Nosotros... nosotros somos hermanos, y lo nuestro no es posible—Tyler comienza a llorisquear falsamente. Al no poder contenerme, suelto una carcajada yo también.
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Internado para rebeldes
Teen FictionLina Lambert, la chica rebelde y consentida, llega a un internado en Londres tras haberle jugado una broma pesada a su madrastra. Su padre estará convencido de que aprenderá buenos modales en esta institución, pero lo que no sabe es que allí conocer...