Amor, Engaño y Reencuentro

Capitulo 8

Amor, Engaño y Reencuentro.

Capitulo 8

_______________________________________________________________________

Narra Charlotte.

Ya era de día y estaba en la cama con David a mi lado. Ayer era un día... raro. David siempre esta más inseguro y cada vez más triste. Quiero que confíe en mi y que me cuente todo de su pasado, pero parece que él no quiere. Los dos pasamos por momentos difíciles, él lo sabe todo de mi, al contrario parece que yo de él no sepa nada. 

Se movió en la cama y me di cuenta de que se despertó. Me hice la dormida ya que no tenia ganas de levantarme y se fue, supongo a hacer el desayuno.

-¡Amor!- me gritó desde el salón. Oí sus pasos acercarse a la puerta y antes de que me di cuenta ya estaba tumbado a mi lado, abrazándome por detrás.- Amor, despierta. Te hice el desayuno. Hice un zumbido y le asentí, haciéndole entender que estaba despierta- Mira lo que te he traído- Me levanté y vi un pequeño desayuno en una bandeja y al lado un oso de peluche en el que pone "Te amo".

-Ay amor. Que chulo. No deberías de haber hecho todo esto por mi.

-Así es como te demuestro lo que siento por ti. Cielo, te amo- Empezó a besarme lento y con pasión. Siempre me besaba de la misma forma, como si no supiera besar de otra forma.

-Yo también te amo. Hmm, huele tan bien.- Le dije, mi estomago se estaba quejando.

-Joder, si que tienes hambre no?- Debería de haberlo escuchado. Ay madre, que vergüenza.

-sii, mucho.

-Pues al ataque- Me sonrió y yo estallé en carcajadas. La forma en que lo dijo y la forma con la que me miró hizo que no podía parar de reírme- Ehh! Esto no es gracioso- Se quejó como un niño pequeño lo que hizo que me riera aun más.- Ya, Ya- Se empezó a reír conmigo.

-Ay no... Ya no puedo más... Mi barriga...- Dije entre risas. De tanto reír ya me dolía la barriga.

-Bonica, vamos a desayunar, que tengo planes para después- Paré de reír. ¿Sin mi?- Contigo.

-¿Tu es que puedes leer mis pensamientos?- Le pregunté.

-No, pero tu expresión lo dice todo- Me sonrió

Empezamos a desayunar y para ser sincera estaba riquísimo. Me había preparado unas tostadas con mermelada, unos cereales con frutos secos y unos bizcochos con chocolate, mis preferidos, y para beber, zumo de naranja natural. Empecé a probar un poco de las tostadas, los bizcochos me los dejaría para el final, claro, y sabia genial, todo estaba más que perfecto.

-Hmm. Me gustaría despertarme así todas las mañanas.- Le miré y me estaba sonriendo- ¿Sabías que me encanta tu sonrisa?

-No- Se empezó a reír- Tu si que tienes una sonrisa bonita.

-Mentira- Le sonreí y probé un poco de los cereales- Hmm, ¿sabias que estos cereales están muy buenos?

-Si, a mi me gustan mucho- Me dió un beso en la mejilla.

-Y... esos bizcochos, ¿los hiciste tu?- 

-Sii

-¿Cómo?- Le pregunté, estaban deliciosas.

-Pues... Le pregunté la receta a tu madre y me la dió. No aceptó en dármela primero, pero le convencí.

-¿cómo?- Le volví a preguntar

-Aaa- Encogió sus hombros y se empezó a reír- Siendo lo mas amable que podía. Para ti todo, lo sabes.

-Siempre consigues sorprenderme.