Capitulo 12

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Paseo de un lado a otro, esperando a mi precioso novio, que debería de estar a punto de salir de esas dos puertas del aeropuerto. Mi madre me mira con el cejo levantado.

Por fin las puertas se abren, y no veo nada más que personas desconocidas que son recibidos  por sus familias o amigos. Miro desesperadamente  la gente que pasa, y cuando vuelvo la mirada hacia las puertas, lo veo, lo veo caminar hacia mi, en cuanto deja sus cosas a un lado y abre sus brazos con una gran sonrisa en el rostro. Automáticamente empiezo a andar hacia él, sin importarme todo lo que pasa a mi alrededor y corro hasta sentir esos fuertes brazos abrazarme y cogiéndome de las nalgas para levantarme. Cruzo mis piernas por su cadera y lo miro. Lo miro de la misma forma en la que él me mira, una mirada llena de deseo, amor y felicidad. Y entonces es cuando lo beso, desesperada por esos besos por los que esperé dos semanas.

-Te extrañé mucho- Le digo.

-Y yo amor.

Saludo a sus amigos con dos besos y nos decidimos en ir hacia el coche. 

Ya ahí, Andrew se sentó en el siento de copiloto y yo me senté atrás en el regazo de David junto a Damian y Alex. Mi madre puso en marcha el coche, y en el trayecto nadie decía nada, tal vez porque estaban cansados o porque les daba miedo. Sonrío ante aquel pensamiento. ¿Para que darles miedo? Que estúpida soy. 

Me giré con dificultad, por el espacio reducido del coche, quedando cara a cara con David. Me mira extrañado pero no me dice nada. Apoyo mi cabeza en su pecho, sintiendo su calor y sonrío. Me acaricia el cabello suavemente cuando me coge de la barbilla con su dedo pulgar e índice, haciendo que lo mirase. Su mirada es impenetrante, no puedo descifrar su mirada, ni sé lo que esta pensando. Acaricia mi mejilla y me acerca a él hasta que nuestros labios se unen. Me besa lentamente, y abro mi boca, dejando paso a su húmeda lengua, que se acaricia con la mía deseosamente. 

Paro de besarlo porque siento unas miradas en nosotros y miro a sus amigos, que nos están mirando los dos con las cejas levantadas.

-¿Qué?- Digo yo un poco molesta por la forma en la que nos miraban.

-Nada.- Dicen al unisono y rápidamente desvían sus miradas a otra parte del coche.

Ya en el piso de David, cuando dejamos todos en sus casas, le ayudé a desempacar todo, y mira que tenia mucho, dudo que se haya puesto todo.

-¿Enserio te has puesto todo esto?- Le pregunto y se ríe

-Que me acuerde yo, me pusiste tu todo en el maletero, diciéndome que iba a necesitarlo.- Dijo y me avergoncé enseguida. Ahora que lo dijo, me acordé de que yo le busqué toda la ropa, mientras él me decía una y otra vez que no se iba a poner tanta ropa, y era verdad. 

-¿Qué tal te lo pasaste?- Cambio de tema.

-Bien. Le ayudamos mucho a mi abuela, por lo que nos cansamos mucho. Pero los últimos días, Damian y Alex querían ir a una discoteca que había ahí y pues fuimos.

-¿Y qué hicisteis ahí?

-Pues... beber un poco y bailar. Bueno eso es lo que hice yo. Alex, al contrario, se acostó con una chica. Pero no le digas que te lo he dicho, se arrepienta mucho.

-Es un imbécil. ¿Porqué lo hace?

-No se..

-Pues yo si.

-¿Porqué?

-Porque piensa que nunca conseguirá a la chica por la que esta enamorado.

-Él no esta enamorado de nadie. Es mi mejor amigo, me lo habría dicho.

Amor, Engaño y ReencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora