Capitulo primero

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La noche cubría la ciudad entera, arropada por un denso manto de niebla, la caída del tiempo era notable hasta en la temperatura, tan fría como una losa fría. Apoyada contra el respaldo de su asiento Viana contemplaba como pasaban los edificios, que con cada minuto que el reloj avanzaba, menos tiempo quedaría, pues esto era una carrera imposible de ganar: la carrera contra el tiempo.

No eran caprichos, Viana sabía lo que quería cuando lo quería y como. Sabía que corría grave peligro, que lo su base de existencia pendía de un hilo, sabía que sin Harry su vida sería reducida a un par de cristales rotos. Aún la dolía recordarle, recordar la despedida y del modo que el dijo adiós.

“ Con el semblante serio y irradiante de rabia, aferró su brazo tirando de el sin oportunidad de liberarse. Viana gritaba, lloraba de impotencia. Veía como ellos dos juntos se alejaban, ella no podía hacer nada por detenerlos. Derrumbada, tendida sobre el frío suelo, advirtió el dulce aroma de una flor silvestre, la señal de que el aún la quería”

Le dolía mucho recordad esos sucesos, gracias a Louis tenía una oportunidad de ecuperarle, de volver a ese verano perfecto a esos días de ensueño…

-Viana, estamos cerca.

- Gracias Lou,  se que no es fácil, menos para ti… estoy en deuda contigo ¿Cómo te lo puedo agradecer?

- Sonriendo, esa es la mejor forma.

Una leve sonrisa asomó por los labio de Viana.

-Así  me gusta – el también sonrió.

Viana podía sonreír físicamente, pero su mente se hallaba muy lejos de allí, barajando posibilidades…

-Alicia y Zayn llegaran en dos horas.

Una sonrisa pícara ocupo el rostro de la joven.

-         Venga tu lo debes de saber ¿Qué hay entre esos dos? Alicia no suelta nada, absolutamente nada. Se limita a esquivar mis indirectas y a cambiar de tema atacándome a mí con preguntas.

-         Te diría la verdad pero  Zayn hace lo mismo, o algo parecido. Calla y se sumerge en un largo silencio.

Esta vez,  una carcajada alegre invadió todo el rosto de la chica, haciendo que su compañero exhibiera una gran sonrisa, contagiada por la picardía que era palpable en el ambiente….

Don't let me goDonde viven las historias. Descúbrelo ahora