Capitulo segundo

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Sus manos encajaban a la perfección, piezas de un rompecabezas, al fin, unidas. Una leve sonrisa se hiso visible en su rostro, después de semanas manteniendo ese frío y duro semblante que las circunstancia le había obligado a lucir. En el rostro de ella, un atisbo de felicidad cruzó su cara, no podía sonreír, había muchas cosas que aún escapaban a su entender, cosas fundamentales, vitales.

-         Te quiero- susurró

-         Y yo a ti, preciosa- el también hablaba entre susurros.

Alicia y Zayn estaban trastornados por el peligor que acechaba, especialmente a Harry, tenían la certeza de que si algo le ocurría a él, Viana correría la misma suerte. Ella le seguiría a cualquier parte, incluso la muerte.

“Aturdida, Viana sacudía cabeza para todos lados, intentando determinar el lugar en el que se hallaba.  Oía murmuros a sus espaldas, dos personas manteniendo una conversación. El tono de voz era perfecto para impedir que Viana captara algo. Una figura se movió entre las sombras, sigilosamente. Viana cerró los ojos, cuando noto la suave mano de Harry, rozando su rostro o pudo reprimir una sonrisa de satisfacción.”

Aún le dolía recordar escasos segundos de su vida pasada, la dolía saber que nada volvería a ser igual. Cada recuerdo, cada ilusión, se le clavaban en el corazón. Viana luchaba con una sola arma, el pasado. Pero su propio objeto defensor, se volvía en su contra y la hería sin cesar.

“Viana todo es mentira, nada es verdad. No atiendas a falsos cuentos, solo esto es verdad: en este mundo, hay un secreto escondido. Todos le han rehuido. Pero mis hermanos y yo, no nos hemos podido burlar a la verdad, fieles a nuestro pacto. Esta historia se remonta hace mucho tiempo… “

Versos que se le clavaban como clavos ardientes en su puro corazón.  

-Viana, admiro tu esfuerzo y tu empeño pero es demasiado tarde, no te negaré que tienes que enfrentarte al pasado, tarde o temprano. Pero hoy ya es tarde. Descansa princesa.

-No puedo, dijiste que estamos cerca.- le reprendió Viana.

- Las distancias son simples números, para mi es poco, para ti es demasiado.

- No descansaré – Viana era una luchadora nata, ni nada ni nadie la detendría.

- Para una persona como yo, estamos bastante cerca, para ti es mucho- su tono de voz era dulzón, algo seductor, incitaba a Viana a sumirse en un largo y profundo descanso. – Dije que descansarías tu, no yo. Continuare el camino.

-¿Seguro?

-Duérmete, con suerte cuando despiertes habremos llegado

Viana se acomodó en el asiento, presa de un cansancio que la  consumía. Louis sonrió al ver que la chica cerraba los ojos y dormía, a él aún le quedaban muchas horas despierto.

Don't let me goDonde viven las historias. Descúbrelo ahora