Sueltate

Capítulo 4: "La dura separación"

Después de tres meses y algo de que mi amiga es la novia de Jonatán me doy cuenta de que Santiago gusta de mi tanto como yo de él, la verdad es medio raro porque llega nos enamoramos y chau, si yo hubiera sido Mar no le aceptaba ni aunque me encante, bueno tal vez si.

De repente se escuchan gritos y llantos, hacía rato que no estaba con Mar pero me parecía que era ella, justo aparecieron ella y Jonatán...¿Habrían peleado? Parecía que sí.

Habla Jonatán

Yo estaba con una amiga de la infancia cuando se me acerca Mar y me jala de la oreja llorando.

-¡Como me pudiste engañar!- dijo Mar gritando.

-Pero...

-Nada de peros, ¡¡eres un total idiot...-Le tapé la boca y la lleve a otro lugar donde no nos escuchara nadie, me mordió y yo le saqué la mano.

-¡Auxilio!- gritó y yo le di un beso calmándola y haciendo que se callara.

Ella me había seguido la corriente, nunca antes la había besado pero ella besaba rico y me enamoraba más.
Nos soltamos, ella agachó la mirada y no dijo nada, yo la miré desde abajo y estaba llorando, le dije que no llorara más, que ella era la única reina que yo tenía.
Levantó la cabeza y nos miramos fijamente a los ojos y ella me dijo:

-Te amo sí pero ya no puedo más.

No le entendí lo ultimo que había dicho pero de lo que si estoy seguro es de que me ama.

-¿A qué te refieres con eso?

-A que no quiero ser más tu novia.

-¡¿¡¿Qué!?!? ¿¡Enserio!?

-Si mi vida, si.

-Pp-er-o...mi-i a-mm-or.

Habla Mar

Yo no quería hacerlo sufrir porque lo amo pero es que ya no soportaba tener más peleas así, todos los días una pelea por cualquier idiotez.
Desearía que nunca hubiese pasado esto, nada de esto porque dejé hasta a mi mejor amiga por el estúpido de Jonatán.

Justo cuando salía de la habitación donde me había encerrado "el chico" (no pensaba nombrarlo más) me encontré a Santiago con Med en la puerta.

-Ey ¿qué te pasa Mar?- dijo Med mientras me veía llorar.

-Nada, nada- dije intentando no llorar.

-Te conozco Mar y se que te pasa algo, cuentame que es.

-Terminé con Jonatán.

-¿¡Qué?!- dijo Santiago.

-Lo que escuchaste, terminé con Jonatán.

-Pero.. ¡¿Porqué?!

-Nos peleamos todos los días, ya no lo soporto y tampoco soporto a los celos.